Crisis en Afganistán
Talibanes aseguran que “todo el mundo” está perdonado en Afganistán
De igual manera, aseguraron que respetarán a las mujeres según ‘los principios del Islam’.
Desde la retirada de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN de Afganistán, el pasado mes de julio, los talibanes se han hecho rápidamente con el control de amplias zonas del país, y ahora están en Kabul tras tomar varias capitales de provincia. Aunque los talibanes y el Gobierno afgano están negociando, las perspectivas de un resultado pacífico se desvanecen rápidamente.
Envalentonados por su continuo éxito, la falta de resistencia de las fuerzas afganas y la mínima presión internacional, los talibanes han intensificado su violencia. Para las mujeres afganas, su creciente poder es aterrador.
En ese sentido, los talibanes, desde la toma del poder, prometieron que habría un perdón para todo el mundo y respetarían a las mujeres, según los principios del Islam.
Un vocero, que es uno de los líderes del grupo extremista, dijo que no tienen la intención de ajustar cuentas con aquellos que combatieron en su contra, por lo que se emitió un acta de indulto para sus enemigos en el campo de batalla.
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“La libertad y la independencia son derechos legítimos del pueblo afgano, que ayudó a expulsar a los ocupantes tras una fuerte resistencia. No queremos ajustar cuentas con nadie en Afganistán”, aseguró, según la agencia TASS.
Es por esto que, tanto aquellos que apoyaron a las fuerzas extranjeras, como los funcionarios del Gobierno caído “son todos nuestros socios en la construcción de nuestra patria”.
Además, aseguró que “estarán contentas” de vivir bajo la sharía. “Nuestras mujeres son musulmanas, también estarán contentas de vivir en nuestro marco de la sharía”, dijo en rueda de prensa en Kabul, Zabihullah Mujahid, un portavoz de los insurgentes, de acuerdo con la emisora británica LBC.
Por tal motivo, el vocero defendió el derecho con el que, según ellos, cuenta el movimiento para implementar las leyes islámicas en Afganistán, y confirmó que los insurgentes se comprometen a respetar las creencias religiosas y los valores espirituales de todo el pueblo afgano.
Vale la pena recordar que el Consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jake Sullivan, aseguró este martes que los talibanes accedieron a un importante arsenal militar y armamento que robaron a las fuerzas de seguridad de Afganistán, luego de que el grupo fundamentalista islámico tomara el control desde el pasado domingo de la capital del país, Kabul.
Sullivan agregó que la administración del presidente Joe Biden todavía está tratando de determinar la cantidad de armamento militar estadounidense que ahora está en manos de los combatientes talibanes, como recoge un artículo publicado por el medio norteamericano New York Post.
“No tenemos una imagen completa, obviamente, de dónde ha ido cada artículo de material de defensa, pero ciertamente una buena cantidad ha caído en manos de los talibanes y no tenemos la sensación de que nos lo entregarán fácilmente en el aeropuerto”, admitió el Consejero de Seguridad Nacional.
Todo parece indicar que el grupo extremista islámico ahora tiene en su poder armas, municiones e incluso helicópteros Blackhawk que Estados Unidos les había dado a las fuerzas afganas para la guerra contra los grupos fundamentalistas de ese país.
Sullivan culpó a las tropas afganas por entregar las armas sin luchar ante la avanzada de los talibanes. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar hacia el manejo político y militar que le ha dado la administración de Joe Biden a la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán.
“Esos Blackhawks no fueron entregados a los talibanes. Fueron entregados a las fuerzas de seguridad nacional afganas para que pudieran defenderse a pedido específico del presidente Ghani que vino a la Oficina Oval y pidió capacidad aérea adicional, entre otras cosas”, añadió Sullivan en declaraciones citadas por el New York Post.
Finalmente, el funcionario concluyó que las autoridades norteamericanas entregaron el armamento “con la esperanza de que pudieran desplegarse en servicio de defender su país”, aunque sabían del riesgo de que ese arsenal terminara en manos de los extremistas islámicos.
La retirada estadounidense de Afganistán
Desde diciembre de 2014 el expresidente Barack Obama anunció el fin de las primeras operaciones de combate y buscó centrar los esfuerzos de sus tropas en el entrenamiento y la cesión de responsabilidades de seguridad a los militares afganos para poder cerrar la misión.
Posteriormente, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, los términos cambiaron. Si bien el republicano apoyaba el regreso de los soldados de las guerras más largas, dijo que no se retirarían de Afganistán hasta que la situación así lo permitiese.
Más adelante, en febrero de 2020, el republicano llegó a un acuerdo con los talibanes y les aseguró que sacaría a las tropas del país en un plazo de 14 meses, en el marco de las conversaciones de paz adelantadas en Doha (Catar).
Finalmente, el presidente Biden anunció en abril que retiraría sus tropas, acción que comenzó en mayo y que se sigue dando. A la par de estos anuncios, los talibanes comenzaron a desplegarse para ir tomando el control poco a poco, desgastando las 34 provincias que dividen el país afgano de las grandes ciudades hasta llegar a Kabul, su objetivo ya logrado.