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Talibanes imponen 45 días de abstinencia forzada para drogadictos en Kabul

Los adictos son llevados a un centro de rehabilitación donde pasan el día en la cama, en habitaciones colectivas o en cuclillas en el patio.

21 de octubre de 2021
(AP Photo/Ahmad Halabisaz)
Los toxicómanos son llevados violentamente a unas ambulancias que los trasladan al servicio de rehabilitación del hospital Ibn Sina, en una antigua base militar. (AP Photo/Ahmad Halabisaz) | Foto: AP

El grupo extremista islámico talibán regresó al poder en Afganistán el pasado mes de agosto, luego de 20 años de una guerra marcada por una política de intervención de los Estados Unidos que comenzó en el año 2001, cuando se cometieron los atentados de las Torres Gemelas en Nueva York.

En ese momento el país norteamericano puso en marcha una ofensiva contra los talibanes, a quienes acusó de proteger a miembros del grupo terrorista Al Qaeda. Sin embargo, el regreso al poder de ese colectivo ha generado caos y temor entre los ciudadanos afganos, a tal punto de que cientos de ellos intentaron huir del país.

(AP Photo/Ahmad Halabisaz)
(AP Photo/Ahmad Halabisaz) | Foto: AP

Durante los últimos días de agosto, las tropas estadounidenses se retiraron totalmente de territorio afgano y alcanzaron a evacuar a más de 20.000 personas de ese país. Los últimos aviones de la Fuerza Aérea estadounidense despegaron desde el aeropuerto internacional de Kabul, la capital del país.

No obstante, para muchos ciudadanos que aún permanecen en el país las estrictas normas del grupo extremista islámico se han convertido en una tortura. Los talibanes, por ejemplo, han decidido que los drogadictos que sean encontrados bajo los puentes de Kabul o llevados por sus familias a centros de rehabilitación, deberán empezar con 45 días de abstinencia forzada.

Es habitual que a ese lugar de la capital afgana lleguen combatientes talibanes armados con M16 y AK47. Tras unos disparos de aviso, los toxicómanos son llevados violentamente a unas ambulancias que los trasladan al servicio de rehabilitación del hospital Ibn Sina, en una antigua base militar.

Afganos hacen fila para tratar de retirar dinero frente a un banco de Kabul, Afganistán, el lunes 30 de agosto de 2021. (AP Foto/Khwaja Tawfiq Sediqi)
Afganos hacen fila para tratar de retirar dinero frente a un banco de Kabul, Afganistán, el lunes 30 de agosto de 2021. (AP Foto/Khwaja Tawfiq Sediqi) | Foto: AP

“La droga es un problema terrible en nuestro país, hay casi cuatro millones de toxicómanos”, explica a la AFP el doctor Ahmad Zoher Sultani, director del centro al que ha llegado más de un millar de pacientes. Alrededor de 10 % de la población afgana consume drogas, un récord mundial confirmado por informes internacionales.

“Es la política del Emirato Islámico, detienen cada vez a más. Quieren limpiar la ciudad de aquellos que la ensucian. Cuando tenemos sitio, van a buscarlos. Actualmente, nuestras mil camas están casi todas ocupadas”, añade el médico. “Por el momento, trabajamos gratuitamente, nadie ha cobrado desde hace cuatro meses. Esperemos que las cosas se arreglen”, agrega.

A su llegada, los adictos son inspeccionados minuciosamente. Los llevan en grupos de seis hasta el edificio de las duchas, donde se les da unas largas camisas y pantalones anchos, todo de color caqui, y una dosis de champú. Salen después, empapados, y unos barberos les rapan la cabeza, pero no la barba.

Talibanes
En esta imagen de archivo, tomada el 19 de agosto de 2021, combatientes talibanes patrullan por Kabul, Afganistán. (AP Foto/Rahmat Gul, archivo) | Foto: AP

El centro tiene casi un año de reservas de alimentos y ofrece tres comidas al día, asegura el doctor Sultani, mientras muestra un almacén lleno de sacos de arroz y conservas.

“Estamos en un barrio con mala reputación”, dice. “El 15 de agosto, el día en que Kabul cayó en manos de los talibanes, cientos de personas se hacinaron a nuestras puertas para saquearnos. Pero resistimos con nuestros pacientes. Logramos sacarlos”, concluye.

Con información de AFP.