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Talibanes negaron que su viceprimer ministro, Mullah Baradar, esté muerto o herido
Baradar es el segundo al mando del gobierno talibán en Afganistán.
Casi un mes después de que los talibanes regresaran al poder en Afganistán, el grupo extremista islámico negó que uno de sus principales líderes, el viceprimer ministro Mullah Abdul Ghani Baradar, hubiera sido asesinado recientemente durante un tiroteo con grupos rivales, aunque las versiones sobre supuestas divisiones internas en ese movimiento islámico siguen tomando fuerza.
Sulail Shaheen, un portavoz de los talibanes, aseguró en declaraciones citadas por Reuters que el mulá Abdul Ghani Baradar emitió un mensaje de voz rechazando las afirmaciones que indicaban que estaba muerto o herido luego de un enfrentamiento. “(Mullah Baradar) dice que son mentiras totalmente infundadas”, afirmó Shaheen en un mensaje en Twitter.
Cabe resaltar que desde hace varios días viene tomando fuerza una versión sobre supuestos enfrentamientos entre los partidarios de Baradar contra los seguidores de Sirajuddin Haqqani, máximo líder de la red Haqqani, un grupo considerado terrorista por Estados Unidos, acusado de ataques suicidas en Afganistán en estos últimos años.
El movimiento talibán regresó al poder después de 20 años de una guerra marcada por una política de intervención de los Estados Unidos. Desde el año 2001, cuando se cometieron los atentados de las Torres Gemelas en Nueva York, el país norteamericano puso en marcha una ofensiva contra los talibanes en Afganistán, a quienes acusó de proteger a miembros del grupo terrorista Al Qaeda, entre ellos al difunto Osama bin Laden.
Su regreso al poder ha generado no solo caos en cuanto a la transición del gobierno, sino temor entre los ciudadanos afganos por cuenta de la interpretación radical de los talibanes de la ley islámica, conocida también como Sharía, que puede conducir a tratos inhumanos y castigos severos para quienes incumplan las normas religiosas.
Las primeras piezas del gobierno talibán
El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, informó la semana pasada que Mohammad Hasan será el encargado de dirigir el nuevo gobierno talibán, después de que ese grupo extremista tomara el control del poder en Afganistán hace un par de semanas, luego de la salida de las tropas de Estados Unidos de dicho país.
Mullah Abdul Ghani Baradar, por ejemplo, también había sido designado hace pocos días en el cargo de viceprimer ministro. Otros nombramientos incluyen al Mullah Yaqoob como ministro de Defensa interino, Amir Khan Muttaqi como ministro de Relaciones Exteriores interino y Mullah Abdul Salam Hanafi como segundo adjunto.
No obstante, uno de los aspectos que ha llamado la atención de la comunidad internacional es que cuatro miembros principales del nuevo gobierno son exprisioneros de la Bahía de Guantánamo, la cárcel de máxima seguridad que tiene Estados Unidos. Los hombres fueron liberados en la administración del expresidente Barack Obama, a cambio de que la red Haqqani, socia de los talibanes, liberara al desertor del ejército Bowe Bergdahl.
Los talibanes también anunciaron hace poco el nombramiento del director interino de Inteligencia Abdul Haq Wasiq; el ministro interino de Fronteras y Asuntos Tribales, Norullah Noori; el viceministro de Defensa, Mohammad Fazl, y el ministro interino de Información y Cultural, Khairullah Khairkhah.
Estos hombres participaron en la negociación directa entre Estados Unidos y el grupo terrorista que se realizó el año pasado en Doha (capital de Catar), cuando el expresidente Donald Trump dialogó con los talibanes para la salida y transición de Afganistán.