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🔴 Temblor en México hoy, 14 de noviembre, en vivo: así fue la magnitud y el epicentro
Los mexicanos tuvieron una madrugada bastante agitada por cuenta de varios sismos.
En México se presentó una serie de movimientos sísmicos durante la madrugada de este martes 14 de noviembre; el más reciente fue en Coquimatlán, municipio del estado de Colima, sobre las 4:52 de la mañana, y tuvo una magnitud de 3,0 grados.
Un minuto antes, a las 4:51 de la madrugada, en la localidad de Santa Rosalía, en Baja California Sur, se presentó otro sismo de magnitud 3,3 y con profundidad de 3,8 kilómetros, sin dejar daños materiales ni pérdidas humanas.
De igual forma, a las 4:50 a. m., en baja California, más exactamente a 69 kilómetros al sureste de San Felipe, se presentó otro movimiento telúrico de magnitud 3,4 y con una profundidad de 16,2 kilómetros.
Aunque estos temblores fueron casi que simultáneos durante la madrugada, el más fuerte se presentó a las 4:32 de la mañana, a 39 kilómetros de la costa de Pijijiapan, en el estado de Chiapas.
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Las autoridades de ese país han estado alerta y monitoreando la actividad sísmica, que hasta la fecha no ha cobrado vidas humanas ni dejado afectaciones a la infraestructura de las diferentes regiones donde se han presentado los movimientos telúricos.
¿Cómo se registran los terremotos?
Los terremotos se registran mediante instrumentos llamados sismógrafos. El registro que realizan se llama sismograma. El sismógrafo tiene una base que se fija firmemente en el suelo y un peso pesado que cuelga libremente. Cuando un terremoto hace temblar el suelo, la base del sismógrafo también se sacude, pero el peso que cuelga no. En cambio, el resorte o cuerda del que cuelga absorbe todo el movimiento. Lo que se registra es la diferencia de posición entre la parte temblorosa del sismógrafo y la parte inmóvil.
¿Pueden los científicos predecir los terremotos?
No, y es poco probable que alguna vez puedan predecirlos. Los científicos han probado muchas formas diferentes de predecir terremotos, pero ninguna ha tenido éxito. En cualquier falla en particular, los científicos saben que habrá otro terremoto en el futuro, pero no tienen forma de saber cuándo sucederá.
Los sismólogos pueden estimar dónde es probable que se produzcan terremotos calculando probabilidades y pronósticos. Las probabilidades se pueden calcular basándose en la tasa promedio de actividad sísmica pasada en una región. Esta técnica es particularmente útil en regiones donde los terremotos han sido registrados mediante sismógrafos, cuyo uso se generalizó por primera vez a principios del siglo XX.
Las probabilidades también se pueden derivar matemáticamente. Por ejemplo, los sismólogos estiman el número de años que se podrían tardar en experimentar un terremoto de cierta magnitud teniendo en cuenta dos procesos:
- la acumulación de tensión en las fallas como resultado del movimiento continuo de las placas tectónicas, y
- el alivio de la tensión como resultado del deslizamiento de la falla, que puede ocurrir como un terremoto o como un lento deslizamiento a lo largo de una falla sin un terremoto.
Sistema de alarma contra terremotos
Algunos residentes consideran que el sistema de alerta de terremotos de Ciudad de México, que ha estado en pleno funcionamiento desde principios de los años 1990, es cada vez más defectuoso.
Desde 2017, el Sistema de Alerta Sísmica, llamado SAS, ha activado falsas alarmas, no funcionó en ciertos vecindarios o terminó sin hacer sonar la alarma en toda la ciudad durante un terremoto.
Sin embargo, para los desarrolladores de aplicaciones privadas, estos problemas han presentado una oportunidad. Varios han creado sus propias aplicaciones móviles de alerta de terremotos, de las cuales SkyAlert es la más popular.
Con poco menos de 7 millones de usuarios, según cifras de la propia empresa, SkyAlert es también la única aplicación de alerta de terremotos legalmente autorizada para operar en México, según Rest of World.
La mayor parte de México se encuentra en una zona sísmicamente activa y la capital densamente poblada es más vulnerable a los terremotos que muchas otras ciudades. SAS está dirigida por una organización sin fines de lucro llamada Cires, creada en 1986 a raíz de un terremoto que devastó la ciudad el año anterior.