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Tensión política en el Reino Unido: primer ministro británico destituye a líder de su partido tras investigación fiscal
El presidente del Partido Conservador, Nadhim Zahawi, se vio obligado a pagar una multa para solventar una disputa por impago de impuestos
Un escándalo obligó al primer ministro británico, Rishi Sunak a destituir al presidente del Partido Conservador, Nadhim Zahawi, después de que se hiciera pública una extensa investigación que concluía con un alto número de infracciones del reglamento ministerial y problemas fiscales por parte de Zahawi.
“Hubo una grave violación del código ministerial”, dice el primer avance de la investigación independiente y publicada por Dowining Street en cabeza del primer ministro, quien informó su “decisión de destituirlo de sus funciones en el gobierno de Su Majestad”, escribió Sunak.
Fue a través de un consejero ético que el mismo Sunak había delegado para la investigación, que se encargó de identificar si el presidente del partido, que participa en el consejo de ministros, había infringido el código ministerial tras pagar varios millones de libras esterlinas para saldar un litigio con el fisco británico.
Una vez concluida la investigación interna, Magnus envió una misiva en la que constató que Zahawi había incumplido los requisitos de ser un “líder honesto, abierto y ejemplar” y exhibido una conducta “por debajo de los altos estándares que el primer ministro espera, con razón, de quienes sirven en su gobierno”.
Zahawi pagó lo que debía al fisco, además de las sanciones, el año pasado, durante un breve periodo en el que fue ministro de Finanzas, bajo el gobierno del ex primer ministro Boris Johnson. Después, con la llegada de Sunak a Downing Street a finales de octubre, Zahawi se convirtió en presidente del Partido Conservador y ministro sin cartera.
El consejero ético Laurie Magnus concluyó que Zahawi tendría que haber declarado la investigación fiscal de la que era objeto y también tendría que haber puesto al día su declaración de intereses después de haber saldado su litigio con el fisco.
El primer ministro agregó, en su carta, que Zahawi debería estar “extremadamente orgulloso” de sus “amplios logros en el Gobierno durante los últimos cinco años”, en particular, su “supervisión exitosa del programa de adquisición y despliegue de la vacuna contra la COVID-19″.
Sunak, al destituir a Zahawi, y no pedirle que sea él el que dimita, quiere reafirmar su autoridad, máxime después de que el dirigente prometiera “integridad, profesionalismo y responsabilidad” a su llegada a Downing Street.
Tras 13 años en el poder, los conservadores han visto su reputación salpicada por escándalos de conflicto de intereses. Esto ha llevado a aumentar las acusaciones de corrupción por parte de la oposición laborista, ahora en cabeza de los sondeos.
Zahawi se vio obligado a pagar una multa para solventar una disputa por impago de impuestos relativo a la encuestadora YouGov, en cuya fundación participó en el año 2000 antes de dar el salto a la Cámara de los Comunes.
“Gracias por sus amables palabras. Ha sido, después de haber sido bendecido con mi amada familia, el privilegio de mi vida servir en Gobiernos sucesivos y hacer lo que creo que ha sido una diferencia tangible para el país que amo”, respondió Zahawi en su cuenta de Twitter
“Me preocupa, sin embargo, la conducta de algunos miembros del cuarto poder en las últimas semanas. En una semana en la que un miembro del parlamento fue agredido físicamente, no veo cómo un titular sobre este tema “La soga ‘aprieta’ refleja el escrutinio legítimo de los funcionarios públicos. Pido disculpas a mi familia por el costo que esto les ha causado”, dice la misiva enviada al primer ministro como respuesta a su destitución.
— Nadhim Zahawi (@nadhimzahawi) January 29, 2023
Además, la oposición reprochó a Zadhawi que negara en un primer momento que estuviera sujeto a una investigación fiscal en el momento en que su caso salió a la luz pública. El exministro tuvo que corregirse después al manifestar que consideró, erróneamente, que había sido objeto de un interrogatorio por parte de las agencias fiscales británicas, sin mayor trascendencia.
Pero los argumentos dados desde Downing Street no se refieren tanto al malentendido en sí, sino a que tardara tanto en reconocerlo. “No se trata de una cuestión de informar de sus datos fiscales personales”, apunta Magnus en este sentido, “sino de cumplir con la tarea general de comunicar una situación de tal forma que no dé pie a falsas impresiones”.
Con información de Europa Press y AFP*