Mundo
Terremoto en Nueva Zelanda: la capital del país registró un fuerte sismo de magnitud 6,0; hay temor en los ciudadanos
El mundo sigue temblando tras el terremoto de Turquía y Siria.
La capital de Nueva Zelanda, Wellington, fue sacudida este miércoles 15 de febrero por un fuerte terremoto, que hizo temblar a algunos edificios y fue sentido por los ciudadanos.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) dijo que el sismo fue de magnitud 5,7, con epicentro en el estrecho de Cook, que separa a las dos principales islas del país.
“¡Gran terremoto! Una magnitud 6,0 grados en la escala de Richter, 57 km de profundidad, 50 km noroeste de Paraparaumu fue ampliamente sentido en la Isla Norte”, dijo la agencia de defensa civil de Nueva Zelanda.
Hasta ahora se desconoce información sobre posibles daños y las autoridades no lanzaron alarma de tsunami.
Lo más leído
Los ciudadanos sintieron temor durante el fuerte movimiento sísmico que tuvo una duración entre 10 y 20 segundos. A esto se le agrega lo ocurrido hace unos días en Turquía y Siria, donde un terremoto ya ha dejado más de 40 mil muertos.
El sismo tiene lugar en momentos en que el país se recupera de un devastador ciclón en el norte de Nueva Zelanda, que dejó cuatro muertos y forzó a más de 10.500 personas a buscar refugio.
Nueva Zelanda, bajo alerta por otro fenómeno natural
Desde el martes 14 de febrero el país se encuentra en estado de emergencia luego de que el ciclón Gabrielle azotó la isla Norte, donde arrasó carreteras, inundó casas y dejó a 250.000 personas sin electricidad.
Los fuertes vientos y las lluvias golpearon a la poblada isla Norte y el primer ministro Chris Hipkins calificó el ciclón como el “fenómeno meteorológico más importante que ha registrado Nueva Zelanda en este siglo”.
“El impacto es significativo y muy extendido”, dijo. “La severidad del daño que estamos viendo es algo que no habíamos registrado en una generación”.
“Ha sido una noche difícil para los neozelandeses. Muchas familias fueron desplazadas, muchas casas están sin energía”, declaró a periodistas Hipkins. “Hay grandes daños en todo el país”, agregó.
La declaración de emergencia fue firmada por el ministro de Manejo de Emergencias, Kieran McAnulty, quien aseguró que se trata de “un evento climático sin precedentes.
La luz del sol permitió ver la magnitud del desastre, con carreteras engullidas por deslizamientos y casas colapsadas y sepultadas por el lodo.
Árboles caídos tumbaron el tendido eléctrico y las inundaciones bloquearon varios caminos, dejando poblados enteros aislados. Medios locales reportaron que algunas personas debieron salir nadando de sus casas.
“A medianoche recibimos el aviso de emergencia llamando a evacuar”, recordó Jane Scott, pobladora de la comunidad costera de Muriwai, quien tomó una linterna y algunos objetos esenciales y fue a buscar refugio en un centro comunal cercano.
“Estaba totalmente oscuro y llovía a cántaros”, contó a la televisión local TVNZ. “Daba mucho miedo”.
El ciclón Gabrielle se formó cerca de la costa noreste de Australia el 8 de febrero, antes de avanzar por el Pacífico Sur.
Se trata de la tercera vez que Nueva Zelanda declara estado de emergencia. Las anteriores fueron con los ataques a las mezquitas de Christchurch en 2019 y la pandemia del covid-19 en 2020.
“Este es un desastre significativo con una amenaza real a la vida de los neozelandeses”, advirtió el ministro McAnulty, quien indicó que el estado de emergencia se extenderá siete días.
Con información de AFP