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Terremoto en Turquía y Siria: se elevan a más de 11.600 los muertos, en una lucha contrarreloj por hallar supervivientes
Los decesos, solo en Turquía, sobrepasaron los 6.900, según el último balance de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (Afad).
El terremoto que sacudió el pasado lunes a Turquía y Siria deja ya más de 11.600 muertos, según los balances oficiales difundidos este miércoles 8 de febrero. En Turquía se han contabilizado más de 8.500 decesos, según anunció el presidente, Recep Tayyip Erdogan, quien visitó la ciudad de Kahramanmaras.
En Siria la cifra de decesos superó los 2.600, sumando a los datos del Ministerio sirio de Salud en las zonas controladas por el Gobierno y de los Cascos Blancos en las zonas rebeldes. Los equipos de rescate en Turquía y Siria enfrentan en esta jornada horas “cruciales” para hallar supervivientes entre los escombros del potente sismo.
En medio del frío y la devastación, los socorristas, auxiliados por los primeros equipos de emergencia llegados de otros países, luchan contra el reloj para encontrar personas con vida tras el terremoto de magnitud 7,8.
La imagen esperanzadora de una recién nacida rescatada viva de entre los escombros en Siria contrasta con la desolación de un padre en Turquía que sujeta la mano de su difunta hija atrapada entre dos bloques de hormigón. Ankara decretó siete días de luto nacional.
En Siria, el saldo debe “subir considerablemente porque cientos de personas siguen atrapadas bajo los escombros”, indicaron los Cascos Blancos (voluntarios de protección civil) de las zonas rebeldes. Se trata del peor terremoto que ha vivido Turquía desde 1999, cuando una sacudida mató a 17.000 personas, mil de ellas en Estambul.
“¿Dónde está el Estado?”
En la localidad siria de Jindires, los socorristas pudieron rescatar a una niña recién nacida entre los escombros del inmueble. La bebé estaba todavía unida por el cordón umbilical a su madre, fallecida como el resto de miembros de la familia.
“Oímos un ruido y escarbamos (...), limpiamos el lugar y encontramos a esta pequeña, alabado sea Dios”, dijo a AFP Khalil Sawadi, allegado de la familia.
El rescate llegó tarde para Irmak, una adolescente de 15 años. En silencio, su padre Mesur Hancer sostuvo la mano inerte de la adolescente atrapada en los restos de un bloque en Kahramanmaras (sureste de Turquía). Situada en el epicentro del sismo, la ayuda todavía no había llegado a esta ciudad de más de un millón de habitantes de difícil acceso.
“¿Dónde está el Estado? ¿Dónde está? (...) Han pasado dos días y no hemos visto a nadie”, se desesperaba Ali, que espera todavía hallar con vida a su hermano y su sobrino atrapados entre los escombros de su apartamento.
El devastador terremoto estuvo seguido por numerosas réplicas, algunas potentes, que provocaron el pánico en los supervivientes, temerosos de volver a sus casas. En la ciudad turca de Gaziantep, muchos decidieron refugiarse en el aeropuerto. “Ahora mismo, nuestras vidas están realmente marcadas por la incertidumbre”, dijo Zahide Sutcu, que huyó de su casa con sus dos hijos.
En total, la Organización Mundial de la Salud calcula que 23 millones de personas quedaron “expuestas” a las consecuencias del seísmo, “incluyendo cinco millones de personas vulnerables”.
Ayuda internacional
El martes comenzaron a llegar los primeros equipos de rescate extranjeros. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses en diez provincias afectadas, indicó que 45 países ofrecieron ayuda.
La Unión Europea movilizó 1.185 socorristas y 79 perros de rastreo para Turquía y trabaja con sus socios humanitarios en Siria para financiar operaciones de asistencia.
De su parte, Estados Unidos prevé la llegada de dos equipos de socorristas este miércoles a Turquía y trabaja también con oenegés locales en Siria para socorrer a las víctimas.
*Con información de AFP.