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The Washington Post advierte sobre el incremento de secuestros de extranjeros en Medellín
El diario norteamericano se refirió al reciente asesinato de un ciudadano asiático en Medellín.
Tras pactar una cita a ciegas por medio de una aplicación digital en Medellín, un ciudadano extranjero fue brutalmente asesinado. Detrás del crimen estarían tres personas que fueron detenidas en las últimas horas por la Fiscalía, la Policía y el Ejército.
La suya fue una de al menos ocho “muertes sospechosas” de ciudadanos estadounidenses en noviembre y diciembre en Medellín, un destino popular para los turistas que visitan Colombia, dijo el Washington Post en su más reciente artículo sobre nuestro país y sobre la violencia que azota a una de las ciudades más importantes de Latinoamérica, titulado Turistas estadounidenses en Colombia atrapados en nueva ola de secuestros.
“Los delincuentes utilizan aplicaciones de citas para atraer a las víctimas a reunirse en lugares públicos como hoteles, restaurantes y bares, y luego asaltarlas y robarlas”, dijo la embajada de Estados Unidos en Colombia, tras el incremento de la violencia en Medellín.
“Numerosos ciudadanos estadounidenses en Colombia han sido drogados, robados e incluso asesinados por sus parejas colombianas”, agregó el comunicado citado por el importante medio de comunicación norteamericano.
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Después de la firma del acuerdo de paz con las Farc en 2016, el turismo se ha incrementado y ha crecido de manera constante en Medellín. Colombia comenzó a promover zonas que eran peligrosas de visitar. De esta manera, llamó la atención de visitantes extranjeros.
En el artículo publicado por The Washington Post, se habla también de la Colombia que, en algún momento, fue famosa por el secuestro por parte de las Farc para obtener ingresos y ventajas políticas. “Entre 1996 y 2006, 23.144 personas fueron secuestradas por las FARC y otras organizaciones criminales”, dice el artículo.
El medio también elogia el esfuerzo para salir de esa crisis, “la protesta pública, junto con la creación de entidades especializadas contra los secuestros, ayudó a reducir los secuestros en un 92 por ciento para 2013″, sin embargo, este tipo de delitos han aumentado nuevamente.
El diario norteamericano hace un balance de lo que ha sido la creación y el resurgir de bandas criminales en territorios donde las Farc perdieron el control. “El año pasado, el número de personas secuestradas se disparó a 287, según muestran las cifras de la Policía, números que el país no había visto desde 2014”, cita el artículo.
También se refieren a uno de los secuestros recientes más sonados, el del padre del futbolista del Liverpool Luis Díaz, quien fue rehén durante más de una semana del grupo guerrillero ELN.
“Elizabeth Dickinson, analista senior de International Crisis Group, dijo que los grupos criminales armados en Colombia están extorsionando familias y empresas con “impuestos” de protección como una forma de diversificar sus carteras de generación de dinero e infundir miedo en la comunidad”, dijo el medio.
Incluso en entornos urbanos, los secuestros no ocurren al azar, dijo Dickinson. A menudo, forman parte de una red organizada de control, ya que los grupos criminales urbanos pretenden reclutar más miembros y generar más ingresos.
Sobre el caso del asiático asesinado en Medellín, la Fiscalía informó que, el mismo día de los hechos, ordenó diversas labores investigativas como trabajo de campo, entrevistas, obtención de videos, cotejos morfológicos e interceptación de comunicaciones.
Aunque el gobierno del presidente Gustavo Petro le está apostando a su política de ‘paz total’ y adelanta conversaciones con varios grupos criminales, los delitos en diferentes regiones del país están disparados y coinciden con el cambio de gobierno en 2022.
Cifras oficiales muestran que entre enero y septiembre de 2023, se han reportado 241 secuestros en toda Colombia que están ligados a la extorsión (167 casos) y son simples (74 casos). En 2022, según el Ministerio de Defensa, por esta misma época se habían reportado 142 casos, lo que indica que 2023 cerrará con cifras similares a las de los años noventa, cuando a diario se cometía este delito.
