Tiembla el imperio

“No apto” son las dos palabras que tienen tambaleando el poderoso imperio de Rupert Murdoch, el dueño del conglomerado de medios de comunicación más grande del mundo. En 2011 Murdoch empezó a ser investigado por las ‘chuzadas’ que uno de sus diarios sensacionalistas le hizo a miles de personas, desde la familia real hasta familiares de personas asesinadas. Ello ya había abierto una brecha en el reino del magnate, pero la semana pasada se sumaron sus peores temores cuando un reporte de la Cámara de los Comunes lo consideró ‘no apto’ para dirigir una multinacional. Aunque el reporte suscitó todo tipo de controversias entre parlamentarios liberales y conservadores, más allá de una riña política lo que hay es una lucha de intereses económicos. Si el reporte es aprobado, la entidad reguladora de comunicaciones británica, Ofcom, podría obligar a Murdoch a vender sus acciones en la empresa de televisión BSkyB, la que le genera las mayores utilidades actualmente. Sería la estocada final para un rey caído en desgracia que ya desembolsó millones de libras en arreglos con las víctimas de las ‘chuzadas’ y que podría hasta ir a la cárcel.