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¿Tiemblan Maduro, Ortega y Díaz-Canel? The Hill reporta los miedos que sufren las dictaduras de la región con Donald Trump
El republicano, quien se posesiona en enero, promete un cambio de panorama para toda la región con el nombramiento de varios funcionarios enemigos de las dictaduras.
El regreso de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos ha marcado un hito para la región, ya que el republicano se convierte en el primer mandatario norteamericano en más de un siglo que logra reelegirse después de perder unos comicios en democracia. Con la vuelta del republicano, que asumirá el cargo en enero 20 del próximo año, se prevé que las relaciones internacionales de Washington en la región van a cambiar.
Por ejemplo, desde la Casa Blanca se espera que cambie el enfoque que se tuvo con las dictaduras latinoamericanas, ya que en el gobierno del demócrata Joe Biden hubo un enfoque más diplomático con los gobiernos autoritarios de Nicolás Maduro en Venezuela, Daniel Ortega en Nicaragua y Miguel Díaz-Canel en Cuba.
Desde el medio estadounidense, The Hill muestra cómo las tres dictaduras del continente americano estarían temblando con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Esto gracias a que el mismo presidente electo prometió hacer “la paz con la fuerza” para todo el mundo, un enfoque basado al que tuvo Ronald Reagan en la década de 1980, por lo que se cree que tiranos como los de la región pueden ver su poder retado.
“Maduro felicitó a Trump por su decisiva victoria, elogió la civilidad de los ciudadanos estadounidenses y le pide a su archienemigo que dialogue. Con casi 2.000 presos políticos, el ungido de Hugo Chávez ahora pide clemencia. No está dispuesto a transferir el poder de manera democrática, pero el régimen quiere un nuevo comienzo”, dice el medio sobre el caso venezolano en que supuestamente la dictadura quiere negociar con el estadounidense, pero es algo que no pasaría.
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Según se analiza, el régimen chavista quiere repetir el trato que tuvo con Biden. Ya que Maduro había prometido elecciones libres para lograr que se levantaran las sanciones, que liberaran a sus sobrinos narcotraficantes y a su testaferro, Álex Saab. Pero al final, terminó cometiendo fraude de todas formas. Aun así, no se cree que Trump pueda aceptar el mismo trato de ninguna forma.
En el caso de Nicaragua, la represión se vive de manera absoluta por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ya que las actividades de espionaje de su estado policial se han redoblado en todos los niveles, dentro y fuera de su partido. Está desterrando a sacerdotes, músicos y a cualquiera que se atreva a decir lo que piensa.
Mientras que en la dictadura cubana de Miguel Díaz-Canel, tiembla por cuenta de la llegada de Marco Rubio como secretario de Estado. Si bien cuentan con 1.200 presos políticos y 65 años en el poder, tiene duros retos para el futuro. “La administración Trump, y en particular su anunciado secretario de Estado designado, conocen muy bien el régimen. Rubio es hijo de inmigrantes cubanos que experimentaron en carne propia la brutalidad del régimen castrista”, dice el medio.
¿Solución para la región?
“Rubio y el representante Michael Waltz (republicano por Florida), elegido por Trump como asesor de seguridad nacional, son las dos pesadillas de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Pondrán los abusos de estas dictaduras en la agenda de Trump. No olvidemos que estos regímenes son las principales causas de la migración masiva a Estados Unidos”, asegura The Hill.
Además, a Washington le preocupan sobremanera las relaciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela con otros regímenes autoritarios enemigos de la Casa Blanca, como Irán, Rusia y China, quienes representan una grave amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. Por lo que la flexibilización de sanciones y tiempos de espera no serán una de las cartas de la administración Trump.
“Es el momento en que la administración contará con el pleno apoyo del Congreso para asegurar el fin de las tiranías comunistas. El tiempo es esencial. Una política exterior sólida y un enfoque en la seguridad nacional serán componentes clave para garantizar cambios significativos en el hemisferio occidental”, dice el medio estadounidense, que resalta que para dichos países sea que quizás la última oportunidad para librarse de las dictaduras y restaurar la democracia.