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Tiroteo en Texas, Estados Unidos, dejó 13 heridos
Las autoridades indicaron que dos de los 13 heridos se encuentran en delicado estado de salud.
Un tiroteo se desató la madrugada del sábado en el concurrido centro de Austin, Texas, con saldo de 13 heridos, dijo la Policía de esta ciudad del sur de Estados Unidos.
La Policía dijo que respondió a varios disparos apenas antes de la 1:30 de la madrugada en el bullicioso centro de Austin, donde una gran multitud debió dispersarse. Un comunicado del departamento de Policía de la ciudad indicó que “13 víctimas sufrieron heridas de bala o lesiones, y un sospechoso sigue prófugo”.
“Nuestros agentes respondieron muy rápidamente” y “pudieron comenzar de inmediato las medidas para salvar la vida de muchos de estos pacientes”, dijo el jefe de Policía interino de Austin, Joseph Chacon, en conferencia de prensa.
Dos de las víctimas se encuentran en estado crítico, en tanto la condición de los otros 11 heridos es estable.
La Policía también reveló haber recibido la descripción de un sospechoso, un hombre afro, pero que aún no estaba claro si más personas estuvieron involucradas en el incidente.
En otro tiroteo, al menos una persona murió y otras ocho resultaron heridas, entre ellas dos niños de dos y trece años, en un hecho que se presentó en la ciudad de Savannah, en el estado estadounidense de Georgia, según informaron las autoridades locales.
El suceso tuvo lugar poco antes de las 21.00 horas, hora local, de este viernes, cuando los agentes acudieron a la urbanización Fred Wessels Homes tras recibir avisos del tiroteo.
Según informó la portavoz del Departamento de Policía de Savannah, Bianca Johnson, cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos hallaron a “múltiples víctimas”, informó la cadena estadounidense CNN.
“Tenemos un total de nueve víctimas con heridas de balas, de ellas una adulta falleció”, precisó Johnson, quien detalló que entre los heridos hay dos niños de dos y tres, si bien no se encuentran en estado grave.
Las autoridades no han ofrecido por el momento ningún tipo de información sobre algún sospechoso o los motivos del suceso.
El pasado 14 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le pidió al Congreso que tome medidas para restringir la circulación de armas de fuego en Estados Unidos. La solicitud del mandatario se dio en medio de la conmemoración de los tres años del tiroteo ocurrido en el instituto de Parkland, en Florida.
“Esta administración no esperará al próximo tiroteo masivo para escuchar los llamamientos a la acción”, dijo el presidente demócrata en una declaración con motivo del aniversario del ataque, que dejó 17 muertos el 14 de febrero de 2018.
“Ahora, pido al Congreso que promulgue reformas de sentido común en materia de armas”, dijo Biden, pidiendo que se exija la comprobación de antecedentes de los compradores “para todas las ventas de armas”, y que se prohíban los rifles de asalto y los cargadores de alta capacidad.
Para el mandatario, es necesario “poner fin a la inmunidad de los fabricantes de armas que ponen armas de guerra en las calles”.
El 14 de febrero de 2018, día de San Valentín, Nikolas Cruz –de 19 años– disparó en el instituto Marjory Stoneman Douglas, en el sureste de Florida, matando a 14 estudiantes y tres profesores antes de ser detenido.
Expulsado de la escuela el año anterior por “razones disciplinarias”, Cruz pudo obtener legalmente un rifle de asalto semiautomático a pesar de sus antecedentes psiquiátricos.
Pese a la movilización sin precedentes de los estudiantes de la escuela secundaria de Parkland por un control más estricto de la venta de armas, el entonces presidente republicano, Donald Trump, se negó a considerar la prohibición de los rifles de asalto.
Desde hace años, Estados Unidos vive asesinatos en masa, regularmente en escuelas, centros comerciales, empresas o lugares de culto.
*Con información de la AFP y Europa Press.