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Todo dejaría de funcionar: fuerte amenaza de Putin para el mundo con ‘bomba arcoíris’
La inversión que ha hecho Rusia, y que hizo antes la Unión Soviética, en el estudio de este tipo de armas, llamadas técnicamente NEMP, es más alta que la de sus rivales occidentales.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, representa ahora una nueva amenaza para el planeta, con una bomba que tendría efectos devastadores. Se trata de la “bomba arcoíris”, que destruiría completamente todas las redes de comunicación, porque convertiría toda la tecnología en simple chatarra.
La bomba arcoíris causaría que todos los teléfonos celulares dejen de funcionar, así como los sistemas de calefacción, de distribución de agua, las gasolineras e incluso los semáforos, todo esto sin causar una sola muerte humana.
De acuerdo con la cadena CNN, medio que explica en qué consiste este tipo de amenaza:, el nombre técnico de este tipo de arma es Pulso Electromagnético Nuclear, NEMP por sus siglas en inglés, nuclear electromagnetic pulse. El NEMP se refiere a un estallido de radiación electromagnética, creado por una explosión nuclear y existen motivos para que Putin pueda hacer uso de esa tecnología.
La bomba arcoíris consiste entonces en hacer detonar un arma nuclear entre 20 y 600 kilómetros de altitud, de manera que se cree una explosión de radiación electromagnética que sea capaz de dañar permanentemente todos los equipos electrónicos.
En este caso, lo más importante para definir el impacto de una “bomba arcoíris” sería la altitud de la detonación. Los campos eléctricos y magnéticos se acoplarían con los sistemas eléctricos y electrónicos, causando picos de tensión y corriente dañinos, que terminarían inhabilitando gran parte de los sistemas de comunicación humanos.
En el caso de que este tipo de explosión se hiciera realidad, el efecto visual sería similar al de la aurora boreal, por eso su apodo “bomba arcoíris”.
Magnitud del ataque
En el caso de que Rusia atacara a Ucrania con una detonación de este tipo, es poco probable que el impacto se limite a las fronteras del país ucraniano. La afectación de los sistemas electrónicos seguramente impactaría a otros países europeos y en ese momento se podría convertir en una afrenta directa a los países que conforman la Otan, Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Aparte de los daños electrónicos que puede causar esta explosión, también podrían producirse incendios y conflagraciones, dado que se producirían múltiples cortocircuitos.
Y aunque inicialmente la explosión no afectaría el cuerpo humano, si su magnitud no es controlada y sus efectos son prolongados, sí podría causar efectos sobre el sistema nervioso, quemaduras internas o daños cerebrales.
El experto Roger Pardo-Maurer, en declaraciones al diario El Mundo de España, aclaró: “Un NEMP cortocircuitaría todos los sistemas eléctricos y electrónicos no blindados dentro de la región afectada. Las redes eléctricas y los sistemas de comunicación colapsarían. Todo dejaría de funcionar”.
La vulnerabilidad de los sistemas electrónicos frente a esta posibilidad es la causa de que las principales potencias nucleares como Estados Unidos mantengan sus armas nucleares ubicadas en sitios en donde no hay procesos de digitalización y todo está conectado de manera análoga, por medio de cables subterráneos, de modo que se eviten las interferencias electromagnéticas de las armas nucleares, asegurando que puedan funcionar en caso de un ataque.
De acuerdo con CNN, la inversión que ha hecho Rusia, y que hizo antes la Unión Soviética en el estudio de este tipo de armas, es más alta que la que ha realizado Estados Unidos.
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