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¿Todos quieren con África? A propósito de la visita de Francia Márquez, se acercan a ese continente varias potencias mundiales
Simultáneamente, varias potencias mundiales parecen estarse disputando un lugar en África, generando vínculos económicos o militares.
La vicepresidenta Francia Márquez partirá este miércoles 10 de mayo rumbo a África a cumplir con una agenda en distintos frentes en tres países de África: Etiopía, Kenia y Sudáfrica. Allí estará hasta el próximo 18 de mayo, pero, ¿qué tan importante es África en este momento en el panorama geopolítico mundial?
Una historia de colonización
Europa fue durante décadas el continente que mayor relación tuvo con los africanos. Una relación basada en el colonialismo y la explotación de recursos. El proceso de descolonización de África tuvo lugar en el lapso comprendido entre 1950, hasta 1975. Por eso, los países más “jóvenes” del mundo, en independencia, son los africanos.
Para 1914, con excepción de Etiopía y Liberia, la totalidad del territorio africano estaba controlado por las potencias europeas. Aunque Francia e Inglaterra contaban con la mayor cantidad de colonias, Alemania, Bélgica, España, Italia, Portugal e incluso Turquía, también tenían territorios bajo su control en el continente.
Ahora, después de algunas décadas de haber libertad, parece que el mundo hubiera recordado que existe en continente con 54 países y cerca 1.300 millones de habitantes.
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Simultáneamente, varias potencias mundiales parecen estarse disputando un lugar en África, generando vínculos económicos o militares, que seguramente tendrán un efecto a mediano y largo plazo.
China
China es en este momento el principal socio comercial del continente. De acuerdo con el diario El País de España, el volumen de comercio entre ambos pasó de 1.000 millones de dólares en 1992, a más de 100.000 millones en 2008 y Pekín calcula que para 2035, esta cifra podría alcanzar los 300.000 millones de dólares.
La clave de la relación entre África y China, estaría en algo llamado el modelo Angola. Este modelo es una fórmula que se basa en que África exporta recursos a China, mientras que el gigante asiático le ofrece ayuda financiera en forma de créditos y construcción, para obras de infraestructura.
Estados Unidos
En marzo de este año la misma vicepresidenta de Estados Unidos viajó a África, en una gira por tres países del continente, Ghana, Tanzania y Zambia.
Un evento que se dio después de que diciembre de 2022, el presidente estadounidense Joe Biden, celebrara una cumbre en Washington con líderes africanos, en un intento de contrarrestar la creciente influencia de China y Rusia.
Rusia
De parte de Rusia el aporte las relaciones con África recientemente han girado alrededor de la cooperación militar. Desde el gobierno ruso se ha defendido la presencia del grupo paramilitar Wagner en el continente. En febrero pasado el canciller de Rusia Serguei Lavrov defendió las operaciones del grupo en países como Sudán y Mali y argumentó que había sido “desplegado a petición de los gobiernos” y que “contribuye a normalizar la situación en la región” frente a la amenaza “terrorista”.
Este grupo paramilitar fundado en 2014, es considerado por Estados Unidos como una organización terrorista internacional, se impuso como actor mayor el conflicto en Ucrania. Sus mercenarios fueron vistos también en Siria y Libiat, siendo Siria donde obtuvieron sus mayores éxitos militares.
Estados Unidos ha intentado desde hace varios años parar la influencia rusa en África, acusa al grupo Wagner de “cometer violaciones de los derechos humanos y aprovecharse de los recursos naturales de África”.
En 2020, Washington impuso sanciones M-Invest, empresa rusa acusada de servir como “cobertura” para las actividades de los mercenarios de la empresa Wagner en Sudán.
Según el Tesoro estadounidense, la empresa obtuvo en 2017, bajo el mandato del dictador Omar el-Beshir, “acuerdos de concesión para explorar los recursos en oro” de Sudán, pero este país desmiente la presencia del grupo de seguridad ruso en su territorio.
Con información de AFP