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Tortura en Nicaragua: el infierno que viven familias de presos políticos, no saben si están vivos o muertos
El presidente Daniel Ortega acusa a los opositores de conspirar contra su gobierno para “desestabilizar el país”.
Familiares de decenas de opositores nicaragüenses que están presos en una cárcel de Managua denunciaron este martes que llevan más de dos meses sin poder visitar a sus parientes ni conocer sus condiciones de salud.
“Llevamos más de dos meses de sufrimiento e incertidumbre; de no tener ningún tipo de información respecto a la condición de salud, acceso a atención médica y alimentación de nuestros familiares”, dice un comunicado leído en una rueda de prensa virtual por Cristopher Mendoza, sobrino del periodista preso Miguel Mendoza.
Los familiares se declararon “alarmados y sumamente angustiados” por la situación de los opositores recluidos en la cárcel capitalina El Chipote, por lo que hicieron “un llamado urgente al Estado de Nicaragua” para que les permita visitar a estos presos.
En El Chipote, penal operado por la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de la Policía de Managua, están recluidos más de 40 opositores. Entre ellos hay varios ex aspirantes a la presidencia detenidos en la antesala de las elecciones del 2021, en las que el presidente izquierdista Daniel Ortega logró un cuarto mandato consecutivo desde 2007.
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En esta cárcel también confinaron a una docena de opositores capturados desde septiembre pasado, entre ellos dos mujeres con doble nacionalidad francesa y nicaragüense. Ellas son la esposa e hija del opositor Javier Álvarez, quien está en el exilio.
#Nicaragua Urgente. Familiares de Presos Políticos en el Centro de Torturas de #ElChipote denuncian la Incomunicación Total de sus familiares, el desconocimiento de su situación física y metal y preocupación x quienes están en Huelga de Hambre. Piden presencia d @ICRC y CEI ONU pic.twitter.com/6jIlLFMvR6
— Tamara Suju (@TAMARA_SUJU) November 15, 2022
Los familiares dijeron que llevan 81 días sin ver a sus parientes detenidos en 2021 y más de 60 días a los capturados en septiembre.
La DAJ ha “denegado” las solicitudes de visita “sin ninguna justificación”, adujeron.
Los familiares afirmaron que la “incomunicación prolongada en la que se encuentran constituye un mecanismo de tortura” y que temen por sus vidas. “Pedimos una prueba de vida”, demandaron. Raity Larios, hija del sociólogo preso Irving Larios, dijo que en agosto fue la última vez que pudo visitar a su padre, quien estaba “bastante deteriorado” y había perdido 18 kilos de peso.
El grupo también abogó por la liberación de más de 150 opositores recluidos en otras cárceles de Nicaragua y denució que las autoridades se rehúsan a recibir los alimentos que sus familias les llevan a la cárcel.
Las autoridades carcelarias no se han pronunciado sobre estas denuncias.
La mayoría de los opositores presos de El Chipote han sido condenados a penas que van de ocho a 13 años de prisión por conspiración, menoscabo a la integridad nacional y otros delitos. El presidente Ortega acusa a los opositores de conspirar contra su gobierno para desestabilizar el país.
Obispo Rolando Álvarez con buena salud
El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes afirmó este domingo que el obispo Rolando Álvarez, bajo arresto domiciliario desde agosto, “está muy bien de salud” y que la Iglesia no pierde la “esperanza” de encontrar una solución para otros religiosos también detenidos.
Álvarez “de salud está muy bien, espiritualmente muy bien. Él dice que mira estas cosas como un momento de su historia, un momento del espíritu y él piensa que algo de manera personal va a sacar de todo” esto, declaró a la AFP Brenes, también arzobispo de Managua, antes de presidir una misa en la Catedral capitalina.
Obispo del norteño departamento de Matagalpa y fuerte crítico del gobierno socialista de Daniel Ortega, Álvarez fue trasladado el pasado 19 de agosto por la policía a Managua y confinado en una residencia familiar.
Miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), es investigado por intentar “desestabilizar el país, en medio de las tensas relaciones que existen entre la iglesia y el gobierno desde las protestas opositoras del 2018.
Su detención ocurrió dos semanas después de que la policía sitiara su curia en Matagalpa, donde permaneció encerrado junto a otras personas, entre ellos seis religiosos que ahora están también presos en Managua.
Brenes, quien recientemente viajó al Vaticano, dijo que ha visitado “varias veces” al obispo Álvarez y que el Vaticano continúa buscando una salida a la crisis que enfrentan con el gobierno.
“El (papa Francisco) nos dijo que debíamos tener esperanza”, consultado sobre la situación de los religiosos nicaragüenses.
En cuanto a la posibilidad de un acercamiento con el gobierno, Brenes dijo que “la Santa Sede está haciendo sus gestiones” sin mucha divulgación, subrayó.
*Con información de AFP.