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Trabajadores de Hyundai Motors, en Corea del Sur, se suman a huelga y exigen renuncia del presidente de ese país
Medios locales han señalado que el cese de actividades será por cuatro horas.
Unos 43.000 trabajadores del grupo Hyundai Motors en Corea del Sur han anunciado este jueves su decisión de unirse a la huelga nacional organizada por la Confederación Coreana de Sindicatos para exigir la dimisión del presidente del país, Yoon Suk Yeol, tras declarar este pasado martes la ley marcial, una medida que llevó a un gran despliegue militar en la capital, Seúl, y que fue revocada posteriormente por el pleno del Parlamento.
Durante este jueves y en la jornada de mañana viernes los empleados del fabricante automovilístico pararán su actividad durante cuatro horas, según recogen medios locales consultados por Europa Press, lo que está provocando una caída de más del 2% para las acciones del grupo en la Bolsa de Valores de Seúl, hasta los 204.500 wones (unos 137 euros por título).
La inestabilidad política en el país y la posición frentista de las empresas y trabajadores contra el Gobierno conservador de Seúl han provocado un terremoto en las mayores empresas del país, entre las que se encuentra Hyundai, cuyos trabajadores amenazan con una huelga indefinida que podría hacer caer al Ejecutivo al completo a lo largo de las próximas semanas.
De momento, las fuerzas de seguridad surcoreanas han abierto una investigación contra el presidente del país tras dos solicitudes presentadas por el opositor Partido Reconstruyendo Corea y medio centenar de activistas que exigen la dimisión de Yoon, al que acusan de haber desatado una crisis interna en el país.
La Fiscalía y la Oficina de Investigación de Anticorrupción también han recibido solicitudes para abrir los procedimientos legales pertinentes contra Yoon por actos de traición, por lo que están estudiando la posibilidad de realizar sus propias investigaciones o, sin embargo, trasladar cualquier indicio a la Policía.
Por otro lado, este mismo jueves, el Parlamento ha aprobado la destitución del jefe de la Junta de Auditoría e Inspección (BAI), Choe Jae Hae, y tres fiscales --Lee Chang Soo, Cho Sang Won y Choi Jae Hun-- por su papel en las investigaciones relacionadas con los últimos escándalos que han envuelto al presidente y a su mujer, la primera dama Kim Keon Hee.
Ahora, con la aprobación de estas mociones, los cuatro han sido suspendidos de empleo y sueldo hasta que el Tribunal Constitucional resuelva los recursos. Se trata de la primera vez en que un jefe del BAI es destituido por la Asamblea Nacional en la historia de Corea del Sur.
Entre tanto, el presidente de Yeol ha rechazado este jueves la dimisión del jefe del Ejército, Park An Soo, al que ha pedido que “se entregue a la misión de proteger” al país ante el aumento de la tensión y la inestabilidad en la región.
La Presidencia surcoreana ha indicado en un comunicado que la renuncia ha sido rechazada de momento a pesar de que Park se encontraba al frente de las Fuerzas Armadas en la polémica noche del martes, después de que el mandatario anunciara la ley marcial, que fue posteriormente revocada por un Parlamento de mayoría opositora.
Desde la Casa Azul han indicado que el “presidente juzga necesario mantener al militar en su cargo para lograr que las operaciones militares se desarrollen con la debida estabilidad bajo la grave situación de seguridad actual”. En este sentido, le ha pedido que siga desempeñando su papel debidamente.
El propio Park ha declarado este mismo jueves ante la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, donde anunció que había hecho entrega de una carta de dimisión a Kim Yong Hyun, ahora exministro de Defensa, antes de que este dejara el cargo y se responsabilizara del caos registrado durante los dos últimos días.