Trabajadores de la salud en Bélgica le dan la espalda a la primera ministra

La escena es simbólica, pero muy potente. El personal del hospital Saint-Pierre se ubicó a ambos costados de la calle para recibir a la primera ministra de Bélgica, Sophie Wilmès. Pero lo que parecía ser una bienvenida, terminó por convertirse en un acto de protesta de los trabajadores. 

Mientras avanza el vehículo que transporta a la mandataria, los médicos y enfermeros se giran y le dan la espalda, un acto que representa lo que ellos sienten que está haciendo el gobierno al hacer recortes presupuestales en el sector de la salud. Desde hace meses, el gremio que atiende la pandemia del coronavirus se queja por las malas condiciones laborales y ha pedido una "revalorización de la profesión".

Sin embargo, el pedido no ha sido atendido y quienes conforman el sistema de salud sienten que están perdiendo la batalla contra el virus por cuenta de la falta de respaldo. En un país de 11 millones de habitantes hay 55.280 personas contagiadas de covid-19 y 9.250 más han perdido la vida, cifras que ponen a Bélgica como uno de los países con mayor tasa de mortalidad del mundo con 57 muertes por cada cien mil habitantes. 

Pese al desplante, la primera ministra Sophie Wilmès ingresó al centro médico y dialogó con algunos voceros de la comunidad médica para conocer sus peticiones. "Las visitas a los hospitales Chirec-Delta y Saint-Pierre fueron un momento de reuniones, un diálogo importante para el personal de enfermería y para mí. Situación de salud, protecciones, carga mental, promoción de la profesión, financiamiento de la atención médica, no se excluyó ningún tema", dijo la mandataria en su cuenta de Twitter.