Accidente
Tragedia bajo el mar: estas son las historias de los cinco tripulantes que murieron en el submarino que iba rumbo a los restos del Titanic
El accidente del sumergible en medio de una expedición a las ruinas del enigmático Titanic ha suscitado la atención mundial. Esta es la historia de los tripulantes y de la tragedia en el fondo del mar.
Hace 111 años, el RMS Titanic se hundió en la zona norte del océano Atlántico a 600 kilómetros de la costa de la isla de Terranova en Canadá. Su naufragio le costó la vida a cerca de 1.500 personas, muchas de ellas millonarias, que habían podido pagar el costoso pasaje para estar en el lujoso barco. El trágico accidente se convirtió en el hundimiento naval más famoso de la historia, creando fascinación, como ocurrió con el sumergible Titán.
El pasado viernes 16 de junio, Titán salió de Terranova rumbo a los restos del Titanic, pero fue hasta el domingo 18 cuando las alertas saltaron después de que la empresa responsable, OceanGate, perdiera comunicación con la tripulación en un punto desconocido del mar. Esto hizo que los equipos de rescate de Estados Unidos y Canadá iniciaran las labores para buscar a los cinco pasajeros del vehículo.
Al momento de la publicación, no se sabe a ciencia cierta qué pudo haber ocurrido para que el submarino desapareciera en medio del mar en búsqueda de los restos del Titanic, a más de 4.000 metros de profundidad. Por ahora, se manejan dos hipótesis: la primera, un problema eléctrico o de comunicaciones, pero en ese caso pudo haber flotado hasta la superficie y ser rescatado; la segunda, un fallo más grande como el de un casco de presión, lo cual habría sido letal para los tripulantes.
Esa es la misma versión a la que se adhiere la Guardia Costera estadounidense, que, después de encontrar escombros pertenecientes a la embarcación, afirmó que toda la tripulación “probablemente murió rápidamente, sin asfixia ni sufrimiento”, al confirmarse una implosión bajo el mar y el lamentable fallecimiento de los cinco integrantes.
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“La implosión habría generado un sonido de banda ancha significativo que las boyas del sonar habrían captado”, explicó el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera, en medio de una conferencia de prensa el jueves. Eso habría significado una muerte instantánea tras el efecto de la presión submarina, que habría cegado la vida de los tripulantes y la destrucción de la embarcación en tan solo milisegundos.
Pero detrás de cada uno de los protagonistas hay una historia fascinante y que terminó en tragedia en medio de una expedición.
En primer lugar, la empresa responsable de la embarcación, OceanGate, que se dedica a la exploración marina en las profundidades, una industria que si bien ha ido en aumento en los últimos años, es demasiado costosa y peligrosa para los mismos operadores. Por eso, solo tenían una de estas naves, el desaparecido Titán, y con los millonarios viajes a ver las profundidades del Titanic podía costear sus actividades. Cada boleto por estar en la expedición valía 250.000 dólares (más de 1.000 millones de pesos).
Pero OceanGate no estaba lejos de la polémica. Había sido acusada hace un par de años por David Lochridge, su antiguo CEO, quien afirmó que antes de seguir con todas las expediciones hacia aguas profundas se debían hacer más pruebas, pues “somete a los pasajeros a un posible peligro extremo”. La respuesta de la compañía fue demandarlo por supuestamente haber roto un acuerdo de confidencialidad.
Pero las imágenes eran claras, la nave no contaba con todos los elementos de seguridad que tienen otras de su especie, era excesivamente cómoda para lo que suelen ser y, por si fuera poco, era manejada con un viejo control de videojuegos. Algo podía salir mal.
Dentro de los tripulantes, el más conocido es Hamish Harding, un aventurero británico de 58 años, dueño de un concesionario de aviones privados en Dubái y que está lleno de hazañas únicas. Formó parte de la tripulación que viajó al espacio en 2022 con Blue Origin, empresa de Jeff Bezos. También fue al Polo Sur junto con el exastronauta Buzz Aldrin y posee tres récords Guinness, incluyendo el tiempo más largo pasado en la Fosa de las Marianas, la parte más profunda del océano.
De igual manera, su historia resaltó al haber afirmado que sería la única misión rumbo al Titanic de todo 2023 por las condiciones climáticas adversas en Terranova, y el momento en que salieron rumbo al océano era la única oportunidad para intentar la misión. Su familia acusó directamente a OceanGate de haberse demorado en denunciar la desaparición del sumergible en el fondo del mar.
Otro de los integrantes más famosos era Paul-Henri Nargeolet, exsubmarinista de la marina de Francia y que recibe el apodo de Mr. Titanic al haber pasado más tiempo en excursiones del naufragio que ninguna otra persona en el mundo. Perteneció a la primera exploración en 1987, dos años después de que fueran encontrados los restos del naufragio, y era considerado un experto en las exploraciones náuticas de gran profundidad.
Dentro de lo ocurrido en el Titán, también hubo una tragedia familiar con Shahzada y Suleman Dawood, padre e hijo, que estaban dentro del submarino. El primero era un empresario británico de 48 años perteneciente a un conglomerado de fertilizantes, además de formar parte de una de las familias más ricas de Pakistán, quien viajaba con su hijo, un estudiante de 19 años que cursaba su primer año en la Universidad de Strathclyde en Glasgow.
El último de los tripulantes era Stockton Rush, director ejecutivo de OceanGate, experimentado y exitoso ingeniero responsable de la creación de las embarcaciones sumergibles a grandes profundidades del mar. Fundó la empresa en 2009 ofreciendo viajes en alta mar, pero fue hasta 2021 cuando saltó a la fama al incluir como destino los restos del Titanic, lo cual terminaría siendo la causa de su fatal deceso.
Con los fallecimientos confirmados, ahora los esfuerzos de las autoridades se centran en rescatar los restos de los tripulantes. No obstante, según se ha conocido, esto podría no ocurrir, ya que por la misma naturaleza de una implosión marina por la presión pinta ser una tarea titánica. Mientras tanto, siguen llegando a la superficie algunos pedazos de la embarcación naufragada.
Han llegado condolencias de diversas partes del mundo, destacándose los comentarios de presidentes y demás gobernantes. Asimismo, se conoció el comentario de James Cameron, director de la película Titanic de 1997, quien comparó ambas tragedias por el exceso de confianza de quien pilotaba las embarcaciones.“El capitán fue advertido en repetidas ocasiones de la presencia de hielo delante su barco y, sin embargo, se adentró a toda velocidad en un campo de hielo en una noche sin luna”.
La tragedia de los cinco tripulantes ha sorprendido al mundo entero por su vínculo con el Titanic. A pesar del tiempo transcurrido, el naufragio sigue generando una extraña fascinación, que ahora cobró cinco vidas.