Nueva Zelanda
Tragedia en Nueva Zelanda: cerca de 200 pingüinos azules aparecieron muertos en la costa
Expertos advierten que la causa de la lamentable mortandad de estos animales estaría relacionada con efectos del cambio climático.
Una impactante tragedia ocupa a los habitantes de un sector costero de Nueva Zelanda, país en donde esta semana apareció muerto un importante número de pingüinos, correspondientes a una especie conocida popularmente como ‘pequeños pingüinos azules’, en un hecho que genera desconcierto, preocupación y prende alarmas en el país oceánico.
En total, el número de aves que aparecieron muertas se acerca a los 200, y ha suscitado el anuncio, de parte de las autoridades, de una investigación que permita esclarecer lo acaecido.
Luego de evidenciar la dimensión de la tragedia, un grupo de ciudadanos se ha sumado voluntariamente a las labores de recolección de los cadáveres producto de la lamentable tragedia, los cuales ahora serán objeto de la investigación, en un caso que, de manera preliminar, los expertos han asociado a efectos del cambio climático.
Según precisan medios internacionales, esta impactante mortandad de aves, tuvo lugar en un paraje conocido como Ninety Mile Beach, donde, a lo largo de la playa, fueron hallados los cadáveres de este grupo de pingüinos también conocidos como Korora, una especie que tiene como particularidad su tamaño y el color ‘azulado’ de su plumaje.
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Sobre esta especie también se precisa que es la considerada de menor tamaño dentro de la familia de los pingüinos, siendo una variedad nativa de Nueva Zelanda, lo que genera aún mayor conmoción entre las autoridades, en tanto es un hecho que atañe a su biodiversidad, y a una especie endémica de su territorio.
Pese a que actualmente esta especie de aves no es considerada en ‘peligro de extinción’, autoridades ambientales sí han advertido sobre el riesgo de ‘declive’ en que se encuentra su población.
Aunque en los últimos meses se habían reportado un aumento en el número de pingüinos de dicha especie que han aparecido muertos en la zona, el referido hecho causa conmoción entre los lugareños en la medida de la gran magnitud de individuos que contempló esta ola mortal hallada, más aún, si se tiene en cuenta que, por las características del lugar, estos animales, se encontraban en proceso de descomposición.
Medios internacionales apuntan a la importancia de la acción de las autoridades sanitarias y ambientales de Nueva Zelanda, en tanto, sumados a los cerca de 200 pingüinos muertos hallados el sector de Ninety Mile Beach, reportes de los ciudadanos también adujeron que un fenómeno similar, pero de menor magnitud también se registró en otro sector de ese país, conocido como Cable Bay, donde la población de pingüinos hallados muertos fue de 100.
En el reporte, también se da cuenta del hallazgo de un número similar, un mes atrás en la misma costa de Ninety Mile Beach, que se suma a otros informes particulares más que dan cuenta de grupos menores en otras partes del país, los cuales han sido recopilados por el Departamento de Conservación. En ese sentido, expertos atinan a calcular en cerca de 1.000 los individuos de esa especie que han aparecido muertos en los últimos dos meses.
Las razones de la muerte
Aunque el deceso de este grupo de pingüinos ha despertado múltiples suspicacias, que incluso han llevado a cuestionar si existiría un grupo de responsables puntuales, referidos a grupos de pescadores, la verdad es que las apreciaciones entregadas por expertos a medios internacionales, han apuntado a que la razón principal por la que han muerto estos animales, se refiere a los efectos del cambio climático, desestimando a su vez hipótesis relacionadas con la existencia de algún virus.
Lo anterior, basado en una explicación que comprende una serie de circunstancias que derivan en la afirmación ‘los pingüinos están muriendo de hambre’.
La explicación del Ministerio de Industrias Primarias de Nueva Zelanda al diario británico The Guardian refiere que dentro del análisis del cuerpo de los pingüinos encontrados muertos, se ha logrado evidenciar que estos tenían un peso muy bajo, cercano incluso a la mitad del habitual.
En ese sentido, expertos referidos por medios internacionales como Graham Taylor, del Centro de Conservación, han afirmado que, al descender la grasa corporal de estos animales, esto les ha restringido sus capacidades de bucear a niveles ideales para encontrar a los peces que usualmente consumen, razón por la que no se están alimentando adecuadamente.
Debido a la pérdida de grasa corporal, los animales también se han expuesto a muertes por hipotermia, en tanto esta es necesaria para mantenerlos en su temperatura ideal.
Aunque algunos han señalado que la falta de peces de los que se alimenta esta especie de pingüinos podría estar relacionado por condiciones de sobrepesca, esa hipótesis ha sido desestimada, advirtiendo que la falta de peces no está derivada de ello, sino a que, debido a las condiciones climáticas, derivadas del calentamiento global, que han ocasionado el calentamiento de las aguas, estos bancos de animales se han desplazado a aguas más profundas, hasta donde no pueden llegar los pingüinos.
La teoría también está respaldada en las evidencias, que han demostrado que las temperaturas oceánicas, el año pasado, fueron las más altas de la historia, situación que se presenta por sexto año consecutivo.
Sobre la muerte de los pingüinos, expertos también han señalado que estas han ido en un vertiginoso ascenso, pues si bien históricamente se han presentado fenómenos similares, relacionados con decesos de altos grupos de animales, estas se presentaba aproximadamente una vez por década, no obstante, en la última década, este fenómeno se ha presentado varias veces y de forma anual.