GUATEMALA
Tras masivas protestas, el Congreso de Guatemala suspende la aprobación del presupuesto de 2021
Cientos de guatemaltecos salieron a las calles el fin de semana a protestar en contra del presupuesto para el próximo año. Reclaman que privilegiaba la inversión en infraestructura sobre la educación y la salud.
El Congreso de Guatemala suspendió la aprobación del presupuesto del país para 2021 después de una ola de protestas durante el fin de semana que terminó con el incendio de una parte del Parlamento. Los cientos de manifestantes reclamaron que el gobierno y el legislativo pasaron el plan sin mayor debate y que el presupuesto dejaba en segundo plano la lucha contra la pobreza. También, la ciudadanía pidió la dimisión del presidente, Alejandro Giammattei.
“Con la finalidad de mantener la gobernabilidad del país y la paz social, hemos acordado suspender el trámite del presupuesto de ingresos y egresos del Estado y del Organismo Legislativo 2021”, informó el presidente del Parlamento, el oficialista Allan Rodríguez, en un mensaje a la nación.
El Congreso, en su mayoría integrado por el oficialismo y partidos afines a Giammattei, había aprobado el martes pasado el presupuesto por una cifra récord cercana a los 12.800 millones de dólares. A pesar de la millonaria suma, algunos sectores de la población señalaron que el plan reducía la inversión en las instituciones de contrapoder como la Procuraduría de los Derechos Humanos y el Tribunal Constitucional. Además, no aumentaba los fondos para los sectores de la salud y educación. Por el contrario, el presupuesto daba prioridad a los proyectos de infraestructura que historicamente son concedidos a empresas del sector privado cercanas a los gobernantes.
Otra razón del malestar social es la mala administración de los recursos de la pandemia. Sectores de la población señalan que millonarios montos, que supuestamente serían invertidos en la emergencia, han desaparecido. A ello se suma que el país actualmente enfrenta los daños causados por los huracanes Eta y Iota.
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Con esta suspensión, los diputados tienen hasta el 30 de noviembre para aprobar un nuevo presupuesto, según la ley. De lo contrario, seguirá vigente el que regía este año, por unos 10.390 millones de dólares.
Por otro lado, en medio de la turbulencia social, salieron a la luz las tensiones dentro del gobierno de Giammattei. El vicepresidente, Guillermo Castillo, dijo que él y el presidente debían renunciar “por el bien del país”, aunque aclaró que no iba a dimitir solo. Asimismo, sugirió que se vetara el presupuesto, se despidiera a algunos funcionarios de gobierno y se dialogara con diferentes sectores del país para construir un nuevo plan.
A diferencia de Castillo, el mandatario dijo en un comunicado la noche del domingo que las protestas eran de grupos “minoritarios que buscan forzar un verdadero golpe de Estado”. El presidente del Congreso, Allan Rodríguez, hizo afirmaciones similares. Según él, los manifestantes utilizaron el presupuesto como “el argumento principal para dar sustento y soporte a la manifestación”, que tenía “el objetivo de romper el orden constitucional y lograr acceder al poder”.
El punto más álgido de las manifestaciones ocurrió el sábado cuando un grupo de manifestantes se acercó a la sede del legislativo, rompió ventanas y prendió fuego a algunas de sus estancias con antorchas. Los hechos no afectaron a los diputados, pues no se encontraban en el recinto. El cuerpo de bomberos se encargó rápidamente de apagar el incendio y desalojar a los manifestantes.
Las autoridades reportan que más de 30 personas fueron detenidas y por lo menos 40 resultaron heridas en el marco de las movilizaciones. Las Naciones Unidas se pronunciaron el lunes para pedir al gobierno guatemalteco que investigue el abuso de fuerza de la policía.
*Con información de AFP