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Tras un mes de misterio y silencio, Corea del Norte revela que soldado de EE.UU. desertó por abusos y racismo
El soldado de segunda clase debía volar de vuelta a Estados Unidos en julio, pero se escabulló del aeropuerto.
Medios estatales norcoreanos aseguraron que el soldado Travis King “entró ilegalmente” en ese país para huir del “maltrato inhumano y la discriminación racial dentro del ejército estadounidense”, en la primera confirmación oficial de Pyongyang del suceso.
El soldado de segunda clase debía volar de vuelta a Estados Unidos en julio, pero se escabulló del aeropuerto, se unió a una visita a la zona desmilitarizada que divide la península y cruzó la frontera a Corea del Norte.
Estados Unidos había informado que King cruzó la frontera intencionadamente y sin autorización, pero hasta ahora no se había producido una confirmación oficial de Pyongyang.
“Travis King admitió que entró ilegalmente al territorio de la RPDC”, dijo la agencia de noticias KCNA usando las siglas del nombre oficial del país, República Popular Democrática de Corea.
“Durante la investigación, Travis King confesó que había decidido venir a la RPDC (República Popular de Corea del Norte) porque tenía resentimientos por el maltrato inhumano y la discriminación racial dentro del ejército estadounidense”, agregó.
King “pasó a estar bajo control de soldados del Ejército Popular de Corea”, apuntó la agencia de noticias estatal.
“También expresó su voluntad de buscar refugio en la RPDC o un tercer país, diciendo que estaba desilusionado con la desigual sociedad estadounidense”, agregó KCNA.
El Comando de Naciones Unidas, que supervisa el armisticio que puso fin a las hostilidades de la guerra de Corea (1950-1953), informó en julio que había iniciado conversaciones con Pyongyang sobre este caso.
Pero el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, señaló que aunque habían establecido contacto con los norcoreanos, desconocían cuál era la situación del soldado.
Oportunidad de propaganda
“La entrada de King a Corea del Norte brindó al régimen de Kim una oportunidad en varios sentidos. La primera de ellas es, por supuesto, la posibilidad de negociar con Estados Unidos la liberación de King”, apuntó.
Los norcoreanos son “duros negociadores”, con lo que Washington no tendrá fácil conseguir su liberación, agregó esta experta.
El país dirigido por Kim Jong Un tiene un amplio historial de detener a estadounidenses para usarlos como moneda de cambio en negociaciones bilaterales.
“Es también una oportunidad para la propaganda del régimen de hacer lo suyo: voltear la situación para criticar a Estados Unidos y expresar la arraigada hostilidad de Pyongyang hacia Washington”, agregó.
Poco antes de confirmar la detención de King, la agencia KCNA publicó una información en la que acusaba a Estados Unidos de “imponer estándares de derechos humanos poco éticos en otros países y de fomentar los disturbios y la confusión interna”.
“El racismo blanco y el maltrato de los negros es un punto que suele enfatizar la propaganda norcoreana”, dijo a la AFP.
El suceso ocurre en uno de los peores momentos en las relaciones entre las dos Coreas, con el Norte impulsando el desarrollo de armas nucleares y el Sur multiplicando sus ejercicios militares con Estados Unidos en la zona.
Los dos países siguen, técnicamente, en guerra después de que el conflicto de los años 1950 terminara con un armisticio en vez de un tratado de paz.
Su frontera está fuertemente militarizada, pero en el área de seguridad compartida están separadas por un simple muro de hormigón, más fácil de franquear a pesar de la presencia de soldados.
*Con información de AFP