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Tregua Israel - Líbano: ¿Por qué esa luz de esperanza está por apagarse?
La tregua entre Israel y Líbano enciende la primera mecha de esperanza en la cruel guerra que sacude a Oriente Medio. Pero las tenazas de Irán amenazan con dañarlo todo.
En la compleja y dolorosa guerra de Oriente Medio, hay un frente que causa mucha preocupación: Hezbolá. El aliado entrañable del grupo terrorista Hamás decidió sumarse a la lucha de atacar al Estado judío y durante los últimos meses ha librado este conflicto como si fuera propio.
Israel le ha propinado al grupo ilegal, enquistado en la estructura de su vecino, Líbano, los más duros golpes militares de su historia. El más duro fue cuando en septiembre dio de baja a su líder, Hasán Nasralá. Esa muerte confirmó una vez más que detrás de su poderío militar no podía estar otro que Irán. Un par de días después, el temido país –dueño de uno de los arsenales nucleares más grandes del mundo– atacó a Israel sin contemplaciones.
Lanzó más de 200 misiles que hicieron pensar a la humanidad que el inicio de una tercera guerra mundial podría no ser descabellado. Por eso, el anuncio del logro de un cese al fuego entre Israel y Líbano había traído tanta esperanza. Los gobiernos de Joe Biden y Emmanuel Macron se habían empeñado a fondo en lograr una rendija para el diálogo, en una de las guerras más crudas de los últimos tiempos.
Israel y el Líbano, además, llevaban más de dos meses de confrontaciones abiertas. Las Fuerzas de Defensa de Israel habían mostrado al mundo cómo Hezbolá quería meterse al país a como diera lugar. Los terroristas, al mismo estilo de Hamás, cavaron túneles en la frontera para poder hacer una incursión terrestre como la realizada en la masacre del 7 de octubre.
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Los videos de los soldados israelíes que recorrieron esos lugares mostraron cómo estaban tan bien equipados, con cuartos, baños y cocinas, que permitirían estar ahí imperceptibles por meses. La tregua representó un alivio para miles de personas que viven tanto del lado israelí como del Líbano.
Los primeros han tenido que vivir en búnkeres, pues Hezbolá manda permanentemente sus misiles. Los segundos han tenido que desplazarse y esperan regresar ahora. La Agencia Francesa de Prensa calcula que en Líbano han muerto al menos 3.823 personas. Del lado israelí, 82 militares y 47 civiles fallecieron en 13 meses, según las autoridades del país.
La comunidad internacional también mostró su alegría. En más de un año que lleva la guerra, tras el ataque terrorista que vivió Israel el pasado 7 de octubre de 2023, hasta este momento, no se había visto ninguna posibilidad de salida. El presidente Joe Biden dijo emocionado que creía que este cese al fuego era un “nuevo comienzo”. Con un tono similar se pronunció el primer ministro del Líbano, quien dijo que se trataba de comenzar a escribir “una nueva página”.
Sin embargo, esa página no comenzó del todo bien. Como lo había anticipado Benjamin Netanyahu, la tregua dependía “de lo que suceda en Líbano”. En una entrevista con el Canal 14 de su país, el primer ministro dijo que había dado “instrucciones” para que, “en caso de violación del alto el fuego, el ejército lleve a cabo una guerra intensiva”.
En el Líbano también alertaron sobre la posible ruptura del cese al fuego por parte de los israelíes. “El enemigo israelí violó el acuerdo varias veces”, dijo un portavoz de ese país. La tregua tiene planteado que las fuerzas del Líbano tienen 60 días para replegarse. Israel también dará una retirada por fases. No obstante, el Gobierno de Netanyahu aclaró que de ninguna manera eso significa que vaya a permitir que exista un vacío que propicie que el terrorismo vuelva a hacerle daño al pueblo de Israel.
El periódico Haaretz, uno de los más importantes del Estado judío, tiene una conclusión bastante escéptica, pero muy pertinente de lo que sucede: “Las arcas de Teherán y el control de Hezbolá sobre el Líbano pueden alterar el alto el fuego con Israel. Mientras el Líbano se enfrenta a un régimen político fracturado y a un ejército sin personal suficiente, el capital político que Hezbolá obtendrá al liderar la reconstrucción de este país garantizará que siga controlando la política y estabilizará la posición de Irán en este lugar estratégico”. La vela de la paz que parecía estar prendida puede apagarse en cualquier momento.