Tres hombres fueron ejecutados en Irán por abusar de varias mujeres al interior de un salón de belleza

La justicia de Irán confirmó que en la mañana de este martes, 4 de julio, fueron ejecutados tres hombres que estaban señalados de drogar y violar a varias mujeres al interior de un salón de belleza en hechos ocurridos en el año 2021.

La ejecución se llevó a cabo en la prisión ubicada en la ciudad de Bandar Abbas, donde los sujetos fueron ahorcados después de que la justicia de ese país los encontrara culpables, según informó Mojtaba Ghahramani, jefe de la autoridad judicial de la región de Hormozgan.

De acuerdo con las autoridades, uno de los condenados, quien se desempeñaba como médico, era el encargado de atraer a las víctimas a través de supuestos anuncios falsos en los que prometía una cirugía médica. Una vez que las mujeres estaban allí, el hombre les aplicaba un anestésico para hacerlas dormir y así poder abusar sexualmente de ellas. La justicia de Irán tiene por los menos documentados una docena de víctimas.

Por su parte, los otros dos hombres también fueron condenados por supuestamente robar medicamentos.

Según cifras de algunas oenegés de derechos humanos, en el año 2022 Irán ejecutó a 582 personas, siendo esta la cifra más alta del mundo por detrás de China, país que realizó más de 1.000 ejecuciones.

De acuerdo Irán Human Rights, (Derechos Humanos de Irán), una organización que está en contra de la pena de muerte en Irán, señala que en lo corrido del 2023 se han realizado 364 ejecuciones, de las cuales siete han sido de menores.

Pero una cifra que alarma mucho a nivel internacional, son las ejecuciones que se han realizado en Irán desde el 2010, pues de acuerdo con datos de esta organización las cifras ascienden a 7349.

“Destacando la velocidad acelerada de la máquina de ejecución de la República Islámica de Irán, Derechos Humanos de Irán pide una vez más a la comunidad internacional que rompa su silencio y haga todo lo posible para salvar las vidas de los presos condenados a muerte en Irán adoptando una postura sobre los asesinatos estatales”, indica la organización.

En ese sentido, su director, Mahmood Amiry-Moghaddam, aseguró que la pena de muerte es utilizada para crear miedo en la sociedad y evitar consigo más protestas, ya que varias personas han sido condenadas a muerte por protestar. A esto se le suma las ejecuciones por delitos relacionados con drogas.

“La mayoría de los asesinados son víctimas de bajo costo de la máquina de matar, acusados de drogas que pertenecen a las comunidades más marginadas. Hacemos un llamado especial a la UNODC y a los Estados miembros que financian proyectos conjuntos con Irán, para romper su significativo silencio sobre la ejecución de más de 206 personas por delitos relacionados con las drogas, y para hacer que todas las colaboraciones estén supeditadas a detener las ejecuciones relacionadas con las drogas”, manifestó Amiry-Moghaddam

Guardia de banco es sentenciado a muerte por el asesinato a quemarropa de influyente religioso

El pasado 26 de abril, un poderoso clérigo iraní, miembro de la Asamblea de Expertos que escoge al guía supremo del país, murió en un ataque armado, mientras esperaba ser atendido en una institución bancaria.

El ataque ocurrió en la ciudad de Babolsar (en la provincia de Mazandarán), ciudad situada a orillas del mar Caspio, a unos 230 km al norte de Teherán. El ataque ocurrió en la ciudad de Babolsar (en la provincia de Mazandarán), ciudad situada a orillas del mar Caspio, a unos 230 km al norte de Teherán

Las fuerzas de seguridad confirmaron en su momento la detención de asesino. “El atacante era un habitante de la localidad, guardia de seguridad de un banco y estaba armado”, pero no era un policía, señalaron las autoridades.

Finalmente, el hombre fue condenado a muerte tras ser declarado culpable por el asesinato del poderoso clérigo el pasado mes de julio. “El asesino del ayatolá Soleimani fue sentenciado a qesas [la ley islámica de retribución de Irán] por cargos de homicidio intencional”, dijo el jefe judicial provincial Mohammad Sadegh Akbari, según el sitio web judicial Mizan Online.