Estados Unidos
Tres policías de San Antonio, Texas, matan a mujer hispana mientras sufría crisis de salud mental. Familia anuncia demandas
Le dispararon luego de que ella tratara de cortar los cables de la alarma contra incendios de su conjunto residencial.
Recientes informes oficiales y de oenegés han planteado cuestionamientos sobre los modos inconvenientes que los policías de Estados Unidos utilizan para abordar situaciones que involucran problemas de salud mental.
Un caso que podría darles la razón sería el que se acaba de presentar en San Antonio, Texas, donde tres agentes están hoy tras las rejas, acusados de matar a Melissa Pérez, una mujer de origen hispano, protagonista de un llamado de emergencia que tuvieron que atender en la madrugada del pasado viernes.
El sargento Alfred Flores y los oficiales Eleázar Alejandro y Nathaniel Villalobos son ahora blanco del repudio de la familia de Pérez, que ha expresado, además de su profundo dolor, la decepción por el hecho de que su ser querido hubiera perdido la vida a manos de una autoridad que antes admiraban.
De acuerdo con ABC News, en un comunicado dado a conocer a través del abogado de la familia, Alexis Tovar, la hija de Pérez, expresó: “Siempre hemos sido una familia a favor de la policía. Esto me rompe el corazón. Siempre confié en la policía para protegerme y ahora no lo hago. No sé en quién confiar. No podemos expresar lo heridos que estamos”.
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Todo comenzó cuando los policías acudieron a un complejo de apartamentos en Old Pearsall Road, al suroeste de la ciudad.
Allí debían hacerse cargo de lidiar con Pérez, quien estaba cortando los cables de la alarma de incendios de conjunto.
Como los bomberos no lograron disuadirla, vecinos decidieron llamar a los agentes del orden.
De acuerdo con William McManus, el director de la policía local, ella estaba sufriendo un ataque de nervios.
De hecho, cuando los policías llegaron, todavía estaba hablando con algunos miembros de ese cuerpo en el parqueadero del complejo habitacional.
Los policías le pidieron a Melissa Pérez que se acercara a su patrulla, pero ella no obedeció, sino que se fue corriendo a su apartamento, donde se encerró con llave.
Los policías se dirigieron a la residencia de la mujer y trataron de hablar con ella a través de una ventana que estaba abierta.
Uno de los policías retiró la malla de la puerta del porche y así logró introducirse en el apartamento.
Al verlo, Pérez tomó una vela y se la lanzó.
Ante ello, creyeron que era necesario pedir refuerzos, y mientras ellos llegaban, tres agentes custodiaban la parte delantera de la casa, en tanto que los acusados cuidaban el patio trasero, pero desde fuera.
En ese momento, trataban de convencer a Pérez de que saliera de la propiedad, pero ella se negó. Entonces, uno de los oficiales saltó la barandilla del patio y la reacción de Pérez fue tomar un martillo y empezó a caminar hacia ellos.
De pronto, al balancear la herramienta, rompió el vidrio de una ventana, a lo que uno de los policías respondió con un disparo que, aparentemente, no le causó ningún daño a la mujer.
Enseguida, ella volvió a acercarse a la ventana con el martillo y los agentes abrieron fuego en su contra.
Melisa Pérez recibió al menos dos disparos y, tras forzar la puerta del apartamento, los agentes procedieron a aplicarle los primeros auxilios mientras que llevaba una ambulancia.
Pero todo resultó en vano y fue declarada muerta en el lugar de los hechos.
“Las acciones de los agentes que dispararon no fueron coherentes con la política y la formación del Departamento de Policía de San Antonio. Decidieron utilizar la fuerza letal, lo que no era razonable dadas las circunstancias tal y como las entendemos ahora”, expresó el jefe McManus.
La familia informó que demandará a la ciudad de San Antonio y al departamento de policía por violaciones de los derechos civiles de Melissa Pérez.