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Tribunal aparta a la fiscal encargada de procesar por injerencia a Donald Trump
La decisión plantea interrogantes sobre si el caso puede seguir adelante en los tribunales.
El Tribunal de Apelaciones de Georgia apartó a la fiscal Fani Willis de la causa abierta contra el ahora presidente electo, Donald Trump, por los supuestos movimientos del magnate republicano para interferir en las elecciones del año 2020, lo que previsiblemente retrasará más aún estos procedimientos.
El tribunal decidió apartar a Willis y a todo su equipo por una “aparente incorrección”, después de que los abogados de Trump solicitaran la recusación de la fiscal del condado de Fulton, por una relación sentimental mantenida con otra persona contratada para las investigaciones.
La Corte ha entendido que es la única manera de “recuperar la confianza pública en la integridad de estos procedimientos”, si bien ha descartado adoptar una medida “extrema” como el cierre de toda la causa, informó la cadena CNN. La sentencia, sobre la que cabe recurso, obligaría a renovar todo el equipo de fiscales.
En este caso, Trump está acusado de presionar ilegalmente a funcionarios estatales para que anularan su derrota ante Joe Biden en las elecciones de 2020, pues el expresidente siempre ha denunciado que forma parte de una “cacería de brujas” política.
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Un argumento que ha vuelto a esgrimir uno de sus portavoces, Steven Cheung, que ha reclamado el “rápido” archivo de todas las causas pendientes a la vista del “abrumador” apoyo recibido por el magnate en los comicios del pasado 5 de noviembre, gracias a los cuales podrá volver a sentarse en el despacho oval de la Casa Blanca a partir del 20 de enero de 2025.
El caso estuvo estancado durante meses y es probable que se congele en virtud de la política del Departamento de Justicia de no procesar a un presidente en funciones. Willis puede apelar su descalificación ante la Corte Suprema de Georgia.
El tribunal, por el contrario, rechazó una moción de Trump para que se desestimara toda la acusación. Ese caso de Georgia es el único proceso penal restante que enfrenta Trump mientras se prepara para regresar a la Casa Blanca, el 20 de enero.
