ESTADOS UNIDOS
Trump afirma que los demócratas no quieren la vacuna antes de las elecciones
Según el mandatario, el desarrollo de la vacuna durante su gobierno aumentaría su popularidad para los siguientes comicios, lo cual intentan evitar sus opositores.
La carrera por la vacuna del covid-19 no ha quedado afuera de las tensiones electorales en Estados Unidos. En una entrevista transmitida el domingo en Fox News, Donald Trump señaló que los demócratas no quieren una vacuna para el covid-19 antes de las elecciones porque aumentarían las probabilidades de que ganara un segundo mandato.
“La quieren denigrar porque empezaron a escuchar rumores sobre una vacuna hecha en tiempo récord”, dijo Trump. También añadió: “Creen que tendré el crédito si conseguimos la vacuna antes de las elecciones”.
Las acusaciones de Trump se refieren a las diferentes expresiones de preocupación por parte del candidato demócrata, Joe Biden, y expertos en salud en Estados Unidos sobre el desarrollo de la vacuna.
La semana pasada, Robert Redfield, director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) dijo a un panel del Senado que posiblemente tomaría un año para que la vacuna del covid-19 esté disponible para la mayoría de la población estadounidense. Aclaró que esperaba el inicio de las vacunaciones en noviembre y diciembre, pero en cantidades limitadas y priorizadas para el personal de salud, las poblaciones en riesgo por enfermedades preexistentes y otros grupos vulnerables.
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Inmediatamente, Trump respondió diciendo que el director del CDC estaba “confundido” sobre los tiempos. En contravía a las previsiones del experto en salud, el mandatario en varias ocasiones ha dicho que la vacuna podría estar lista para octubre. También afirmó en una rueda de prensa en la Casa Blanca que: “cientos de millones de dosis estarán disponibles cada mes y esperamos tener para abril suficientes vacunas para cada estadounidense”.
Para algunos políticos, expertos en salud y sectores de la población, estas son promesas al aire que podrían acelerar de manera irresponsable algunas investigaciones científicas que, en circunstancias normales, podrían tomar varios años.
Una de estas voces ha sido la del candidato demócrata, Joe Biden. Él ha dicho que no se debería confiar en el presidente con relación al desarrollo de la vacuna. “Confiaré en una vacuna desarrollada bajo el gobierno de Trump si es aprobada por científicos no adscritos a ningún partido”. También en un discurso en Wilmington, Delaware, afirmó que los avances científicos “no se adhieren a los ciclos electorales y que los tiempos, la aprobación y distribución (en referencia a la vacuna) no deberían ser distorsionados por las consideraciones políticas”.
En varias ocasiones, Donald Trump se ha jactado del avance en el desarrollo de la vacuna y en la importancia del apoyo gubernamental para esto. En la entrevista que dio a Fox News, lo señaló de nuevo. “Si esta fuera una administración típica, no tendríamos una vacuna por dos o tres años (…) Pero cambié esto de manera segura”. También dijo con respecto a sus críticos: “En vez de decir ‘wow estas son buenas noticias’, dicen ‘oh están saliendo muy rápido, no es seguro’. Estas son grandes compañías, tendrán gran responsabilidad”.
Las dudas frente a la vacuna y las promesas de Donald Trump hacen parte de un sentimiento general de desconfianza por su manejo de la pandemia. A principios de año, cuando el virus avanzaba en Estados Unidos, continuamente afirmó que la enfermedad no era diferente a una gripa ordinaria. También fue reticente a decretar cuarentenas y otras medidas de prevención como el uso de tapabocas de manera obligatoria.
Además, los cuestionamientos a su manejo de la emergencia solo han empeorado con el paso del tiempo. La semana pasada salió al público el libro ‘Rage’ del periodista Bob Woodward, en el que se revela que el mandatario admitió haber desestimado la gravedad de la pandemia durante una entrevista con el autor. “Siempre le quité importancia (…) aún lo hago porque no quiero generar pánico”, dijo Donald Trump, según las páginas de la publicación.
También, Woodward narra en ‘Rage’ que desde enero funcionarios gubernamentales advirtieron al mandatario que el coronavirus era “la más grande amenaza de seguridad que deberá enfrentar durante su presidencia”. Aun así, Trump mantuvo un discurso que desestimaba la gravedad del virus.
Actualmente, Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia en el mundo. Según la Universidad Johns Hopkins, desde el inicio de la pandemia, se han detectado más de 6.800.000 casos positivos y registrado cerca de 200.000 muertes.