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Amenazas de Trump a Corea del Norte, una retórica peligrosa

El presidente estadounidense prometió "destruir totalmente" a Corea del Norte si no cede. Qué tan peligroso es ese discurso belicista.

19 de septiembre de 2017

Donald Trump ya había amenazado a Corea del Norte, sí, pero nunca había dicho que si no cedía la “destruiría totalmente”. ¿Irresponsabilidad? ¿Estrategia? ¿Amenaza seria? Lo cierto es que el presidente de Estados Unidos está jugando con fuego.

Los diplomáticos que presenciaron el discurso en la Asamblea General de la ONU quedaron estupefactos. Por primera vez Trump estaba ante el micrófono en el organismo, tenía los ojos del mundo puestos en él y aprovechó el momento para reiterar su discurso nacionalista y acentuar sus posiciones radicales.

Trump es el presidente de Estados Unidos, ni más ni menos que el único país que ha usado su armamento nuclear en una guerra. Cómo olvidar los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki que hicieron ver al mundo el poder de destrucción en el que no se distingue entre civiles y combatientes.

Trump sentenció: “No se puede aceptar que esta banda criminal se arme con misiles nucleares. Tenemos una gran paciencia pero si nos vemos obligados a defendernos o a defender a nuestros aliados, no tendremos otra opción que destruir totalmente a Corea del Norte. Ya es hora de que se dé cuenta de que la desnuclearización es su único futuro posible. El hombre cohete está en misión suicida consigo mismo”.

El “hombre cohete” es Kim Jong-un, el líder norcoreano que recientemente fue bautizado de así por Trump. No en vano, sus ensayos balísticos no cesan ni siquiera con las sanciones que impuso la ONU recientemente. La presión ejercida y las amenazas tienen un efecto contrario, después de las sanciones lanzó otro misil que sobrevoló Japón antes de caer al Océano Pacífico. Kim dijo que su "meta final es establecer el equilibrio de fuerzas real con Estados Unidos para que los gobernantes norteamericanos no osen seguir hablando de opción militar contra Corea del Norte".

Aunque el panorama se vislumbra sombrío hay quienes creen que la amenaza de Trump es solo parte de su escalada verbal, mera retórica que no pasará a mayores. “Dentro de la retórica y la práctica internacional y de diplomacia, veo que se enfatiza mucho en el uso de expresiones dramáticas y catastróficas, en vez de realmente haber pensado en una política específica frente a las diferentes dinámicas o amenazas. Es más una cuestión de show mediático y de cómo el presidente iba a enfrentar esa primera prueba ante la Asamblea General”, explicó a SEMANA Javier Garay, internacionalista de la Universidad Externado.

Sin embargo, puede ser parte de la estrategia de esta retórica belicista del más alto nivel lograr que los demás países se tomen en serio lo que sucede y empiecen a ejercer mayor presión a Corea del Norte. “No es inminente un ataque, las consecuencias no serán en términos materiales, pero el discurso tiene fuerza y lo que hace es poner a Corea del Norte como un estado canalla, que es el término que ha usado EE. UU. tradicionalmente. Además, EE. UU. esperará que sus aliados que estén interesados en tener relaciones diplomáticas y comerciales aíslen a Corea del Norte”, aseguró Cristian Rojas, internacionalista de la Universidad de la Sabana.

Dicho apoyo por parte de los países aliados de Estados Unidos ya lo estaba reclamando el vicepresidente Mike Pence en su gira por Latinoamérica: "Esperamos que Chile, Brasil, México y Perú se unan a nosotros rompiendo todos sus lazos diplomáticos y comerciales con Corea del Norte”. México ya lo hizo, expulsó al embajador norcoreano.

La diplomacia o el caos

“Estando de por medio las armas nucleares la única vía es la diplomática”, sostiene el analista internacional Juan Gabriel Gómez del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional. Según el experto, aunque la probabilidad de que se inicie una ofensiva nuclear es baja lo más grave es que ese desenlace se está considerando como no improbable.

En la actualidad se tiene registro de nueve países con armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.

Estimado de inventarios mundiales de ojivas nucleares, según la Federación de Científicos Americanos.

“El problema más grave es que Trump tiene el perfil psicológico y moral de una persona que no reconoce los estándares corrientes, para él verdad y falsedad están subordinados al éxito. El presidente de los Estados Unidos tiene acceso al uso de las armas nucleares de forma inmediata, hay un maletín que carga el asistente del presidente, allí están los códigos para activar las armas nucleares”, explica Gómez al tiempo que aclara que el único autorizado para declarar la guerra es el Congreso, pero en caso de que Corea del Norte atacara a EE. UU. o a alguno de sus aliados eso justificaría a Trump para recurrir a su arsenal nuclear.

Por el momento está la tensión, sobre todo en los vecinos de Corea del Norte que han insistido en una salida pacífica. Entre ellos está China, país que aunque apoyó las sanciones de la ONU en el Consejo de Seguridad también pidió prudencia, en esa misma tónica está Rusia y Corea del Sur, que, valga decir, por su lado también está presionando, amenazó de muerte al líder norcoreano.

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