ESTADOS UNIDOS
Trump anuncia la sorpresiva salida del fiscal general William Barr
El jefe del Departamento de Justicia era conocido como el más fiel aliado del presidente. Sin embargo, hace un par de semanas desestimó las acusaciones de fraude que repetidamente se estaban haciendo desde la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes la salida de William Barr de la Fiscalía General, un mes antes de que su estadía en la Casa Blanca termine. Barr hasta el momento había sido uno de los más fieles aliados del magnate, por lo cual lo acusaban de convertir el Departamento de Justicia en títere del ejecutivo.
Trump anunció la decisión en un tuit: “Acabó de tener una agradable reunión con el fiscal general Bill Barr en la Casa Blanca. Nuestra relación ha sido muy buena, él ha hecho un gran trabajo. Como dice su carta, Bill se irá antes de navidad para pasar las fiestas con su familia”.
En la publicación en la red social añadió: “El fiscal general adjunto Jeff Rosen, una gran persona, tomará el puesto de fiscal general interino. El respetado Richard Donoghue tomará las responsabilidades de fiscal general adjunto. ¡Gracias a todos!”.
...Deputy Attorney General Jeff Rosen, an outstanding person, will become Acting Attorney General. Highly respected Richard Donoghue will be taking over the duties of Deputy Attorney General. Thank you to all! pic.twitter.com/V5sqOJT9PM
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 14, 2020
El anuncio llega dos semanas después de que Barr, en una sorpresiva declaración, diera un golpe mortal a los reclamos de fraude electoral de Trump. El entonces fiscal general aseguró que las investigaciones no habían constatado un fraude electoral capaz de invalidar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
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“Hasta la fecha, no hemos visto un fraude a una escala suficiente para poder haber cambiado el resultado de la elección”, dijo Barr en una entrevista con la agencia de noticias Associated Press (AP).
Además, desestimó específicamente las acusaciones del presidente sobre un supuesto fraude sistémico a través de la alteración de máquinas electorales que sesgaron los resultados. Barr afirmó: “el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia han revisado el asunto y no han encontrado ninguna evidencia que lo corroboré”.
Sus declaraciones cayeron como un baldado de agua fría para el presidente que se niega a reconocer su derrota, pues afirma que el Partido Demócrata orquestó una campaña de fraude en su contra. Hasta el momento, ni Trump ni su equipo han aportado evidencias de ello, aun así, han presentado una serie de recursos legales en diferentes estados y también en instancias federales con el objetivo de subvertir los resultados.
Hasta el momento, los jueces han rechazado la mayoría de dichos recursos, y las pequeñas victorias que ha logrado, por errores procedimentales durante los conteos, solo le dieron unos pocos votos extra. Su mayor derrota fue la semana pasada cuando la Corte Suprema de Justicia, de mayoría conservadora, negó una demanda del fiscal general de Texas que buscaba invalidar millones de votos.
Poco después de la entrevista a AP, medios de comunicación reportaron que Barr fue visto en la Casa Blanca. Se rumoraba que sus declaraciones acabarían con la buena relación que tenía con el presidente.
En el pasado, Barr ha sido cuestionado por su actuación frente a las investigaciones por la supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2016, que alegan benefició al magnate. Desde diferentes sectores critican que el entonces fiscal dio una interpretación acomodada del reporte de Robert Mueller sobre el caso, con el objetivo de exonerar completamente a Trump.
Por otro lado, Barr también intervino en casos judiciales en contra de figuras cercanas al círculo de Trump como Roger Stone y Michael Flynn, ambos beneficiarios de los poderes presidenciales en los últimos meses. Trump conmutó la pena del primero e indultó al segundo.