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"Murió gimiendo y llorando": Trump sobre la muerte del líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi
El presidente Donald Trump anunció que el escurridizo líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, murió "como un perro" en una audaz operación nocturna de las fuerzas especiales de Estados Unidos en el noroeste de Siria.
Comenzó con ocho helicópteros volando a baja altura en la oscuridad a través de territorio hostil. Terminó dos horas después con uno de los hombres más buscados del mundo acorralado por soldados estadounidenses, quien luego se inmoló. Y a miles de kilómetros de distancia, en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, el presidente estadounidense Donald Trump contó que fue testigo del final del líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, a través de un video que miró sin salir de su asombro.
Trump detalló que las fuerzas estadounidenses mataron a un "gran número" de militantes del EI y acorralaron a Bagdadi en un túnel, donde este detonó un chaleco suicida. "Él detonó el chaleco y se suicidó", dijo Trump. "Como si estuvieras viendo una película", describió.
"Murió después de encontrarse en un túnel sin salida, gimiendo y llorando y gritando todo el tiempo", agregó el mandatario, que detalló que tres de los hijos de Bagdadi murieron en la explosión. El tiroteo fue intenso y hubo "muchas explosiones" dijo Trump que indicó que ninguno de sus comandos fue herido. La única víctima estadounidense fue un perro militar en el túnel.
La operación implicó el despliegue de ocho helicópteros que volaron durante una hora desde una base no revelada y contó con apoyo de Rusia, Siria, Turquía e Irak, dijo Trump. También agradeció a los kurdos sirios "por un cierto apoyo" que brindaron. Participó "un gran grupo", con "ocho helicópteros, y teníamos muchos otros barcos y aviones", aseguró Trump.
Primero, tuvieron que cruzar territorio hostil desde un lugar aún no revelado hacia el noroeste de Siria, volando por aproximadamente una hora y 10 minutos. "Volamos muy, muy bajo y muy, muy rápido. Pero fue una gran parte de una muy peligrosa misión. Entrar y salir", dijo Trump. "Había una posibilidad de encontrarnos bajo un fuego increíble", dijo. Y cuando aterrizaron en el objetivo, "se desató el infierno", describió.
"100 por ciento seguro"
El secretario de Defensa, Mark Esper, dijo en un comunicado que este es "un gran día para Estados Unidos y un gran día para el mundo". Según declaró a CNN, el equipo que ejecutó la misión tiene la confirmación visual y el ADN de la identidad de su objetivo. El asesor de seguridad nacional de Trump, Robert O‘Brien, detalló el mensaje que recibieron el presidente y sus asesores mientras supervisaban la redada desde la Sala de Crisis de la Casa Blanca.
"El comandante de la misión llamó y dijo ‘100 por ciento seguro‘ que Bagdadi estaba muerto", declaró O‘Brien en NBC. En su apogeo, el EI controlaba franjas de Irak y Siria en un estado autodeclarado -califato- caracterizado por la brutal imposición de una versión puritana del Islam.
La organización yihadista planeó o inspiró ataques terroristas en todo Europa, mientras utilizaba las redes sociales para atraer a voluntarios extranjeros. Fue una guerra de años, en los que el grupo yihadista se hizo conocido por sus ejecuciones en masa y espeluznantes asesinatos de rehenes, antes de que la última porción de territorio del califato en Siria fuera tomada en marzo.
Impulso, elogios y duda
La muerte de Bagdadi es un gran impulso para Trump, cuya decisión de retirar un pequeño pero efectivo contingente de fuerzas estadounidenses de Siria provocó temores de una posible reagrupación del EI y le granjeó una andanada de críticas, incluso en el Partido Republicano.
La noticia de la redada fue elogiada por líderes mundiales. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo en Twitter que era "un punto de inflexión" en la "lucha conjunta contra el terrorismo". El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó la operación como "un momento importante", pero advirtió que esa lucha "aún no ha terminado".
Un vocero del gobierno de Irán dijo que la muerte de Bagdadi no significa el fin del terrorismo del EI, sino "apenas el fin de un capítulo". Pero Rusia planteó dudas sobre la muerte de Bagdadi. "El Ministerio de Defensa no tiene información confiable ... sobre la enésima ‘muerte‘ de Bagdadi", dijo el portavoz Igor Konashenkov.
Trump descartó las dudas. Si bien "no quedaba mucho" de Bagdadi, las pruebas de ADN confirmaron su identidad, dijo. En Washington la oposición demócrata elogió el operativo pero advirtió que la amenaza del EI no ha terminado.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que los legisladores deben ser informados tanto del operativo como de la política de Trump para la región. Agregó que "los rusos, pero no así los principales líderes del Congreso, fueron informados". Pero Trump dijo que no podía confiar en los demócratas, que le iniciaron un proceso de destitución.
Helicópteros y aviones
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) dijo el domingo que comandos estadounidenses fueron dejados por helicópteros en la provincia de Idlib (noroeste sirio), en una zona donde se encontraban "grupos cercanos al EI". Ocho helicópteros dispararon contra una casa y un automóvil en las afueras de Barisha, precisó el OSDH, con sede en Reino Unido, pero que tiene una amplia red de fuentes dentro de Siria.
La operación terminó con la muerte de nueve personas incluyendo un líder del EI llamado Abu Yamaan, así como un niño y dos mujeres, dijo. Un corresponsal de la AFP pudo ver en las afueras de Barisha la carcasa de un minibús carbonizado.
Un habitante contactado por la AFP en esta zona dijo que había oído helicópteros y luego ataques de aviones pocos minutos después de la medianoche. "Los aviones volaban a una altura muy baja, provocando gran pánico entre la gente", relató a la AFP Ahmed al Hassaui, un desplazado instalado en uno de los campamentos informales cerca de Barisha.
Inteligencia conjunta
Turquía, que llevó a cabo una ofensiva contra las Fuerzas Democráticas Sirias en el noroeste de Siria en las últimas semanas, tuvo "conocimiento previo" de la operación, dijo un alto funcionario turco. "Hasta donde sé, Abu Bakr al Bagdadi llegó a este lugar 48 horas antes de la redada", agregó.
Mazlum Abdi, jefe de las FDS dominadas por los combatientes kurdos, tuiteó que la operación fue resultado de un trabajo "conjunto de información con Estados Unidos". Bagdadi, un nativo iraquí que se cree que tenía alrededor de 48 años, era muy discreto. Desapareció en 2014 y solo fue visto en un video en el que llamó a vengar la derrota territorial del grupo.
Estados Unidos ofrecía 25 millones de dólares de recompensa por información sobre su paradero. En septiembre, el EI lanzó un mensaje de audio que se decía que era de Bagdadi, y en donde elogiaba las operaciones de los afiliados al grupo yihadista en otras regiones.
¿La Yihad de Estado Islámico puede seguir adelante sin Al Bagdadí?
La anunciada muerte de Abu Bakr al Bagdadi, es un duro golpe para la organización yihadista, que sin embargo ya demostró su resistencia y se preparó para la eventual desaparición de su líder, opinan expertos. El resto de los lideres de EI en Siria e Irak --que permanecen ocultos-- seguramente podrán superar esta pérdida y continuar organizando o inspirando ataques en el Oriente Medio y en todo el mundo, agregaron los analistas.
Para Jean Pierre Filiu, profesor del prestigioso instituto Sciences Po de París, la muerte de Bagdadi "representa un golpe terrible para una organización que lo había proclamado ‘Califa‘ en 2014". "Sin embargo --explicó a la AFP-- no es seguro que la pérdida, aunque sea tan simbólica, afecte fundamentalmente la dirección operativa de Dáesh (acrónimo en árabe de Estado Islámico), en manos de líderes aguerridos y experimentados".
"En este sentido, esta desaparición podría tener un impacto menor que el que tuvo en Al Qaida la eliminación de Osama Bin Laden", añadió. La estructura de comando de EI, en su mayoría secreta, está compuesta en gran parte por antiguos oficiales del ejército iraquí o del servicio secreto de la época de Sadam Husein, con quien Abu Bakr al Bagdadi se reunió en 2003 cuando el depuesto dictador estaba encarcelado.
Bagdadí, que era entonces el líder de un pequeño grupúsculo de mínima monta, supo anudar los contactos que le permitieron años más tarde, establecerse como líder de los insurgentes sunitas, primero bajo los auspicios de Al Qaida, de la que luego se distanció para fundar EI.
En Bagdad, el investigador Hicham al Hashemi, uno de los mejores especialistas de los movimientos yihadistas en la región, cree que "lo más probable es que la muerte de Al Bagdadi genere una pausa en los ataques, como fue el caso después del asesinato (en 2010) de Abu Omar al Bagdadi", el ex jefe de Al Qaida en Irak.
En aquella época -recuerda Al Hashemi- Al Qaida necesitó cuatro meses para relanzar sus operaciones". Con la muerte de Al Bagdadi, nacido en una familia pobre de Samarra (al norte de Bagdad) "creo que el califato se le escapará a los iraquíes, y podría recaer en un tunecino o alguien de la Península Arábiga", agregó el experto.
"Morir como mártir"
En una serie de tuits publicados este domingo, Rita Katz, directora de SITE Intelligence Group, un grupo estadounidense especializado en la vigilancia de los movimientos yihadistas, también cree que "si se confirma, la muerte de Al Bagdadi sería un golpe terrible para EI y su red". "Sin embargo, la historia nos ha enseñado (a través de la muerte de Al Zarqawi y otros líderes) que el movimiento es operacionalmente resistente y capitalizará la muerte de Al Bagadi para reclutar y llamar a nuevos ataques", advirtió.
"Será interesante ver cómo EI reacciona ante la muerte, y cuándo", continuó Katz. La investigadora de SITE insiste en que EI "nunca nombró un sucesor potencial ni identificó, por razones de seguridad, a sus principales líderes, excepto al portavoz Abu Hasan Muhajir, cuya verdadera identidad de todos modos es desconocida".
"Los sitios vinculados a EI afirmaban este domingo que, incluso si las noticias fuesen ciertas, la Yihad continuará, y que Al Bagdadi habría alcanzado en ese caso el objetivo final de la la misma: el martirio", precisó Katz. Al Bagdadi, nacido en 1971, había intentado estudiar abogacía y la carrera militar antes de dedicarse a la teología. En su vida, marcada por la clandestinidad, una aparición pública entró en la historia, cuando en julio de 2014 dio el discurso en el que proclamó el "Califato" y llamó a todos los musulmanes a jurarle obediencia.
Agencia AFP