Trump decreta amparo contra deportación de venezolanos en EE. UU. por 18 meses

En una decisión que poco refleja la política migratoria de su Gobierno, el hoy saliente presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que prohíbe la expulsión de venezolanos que se encuentran ilegalmente en territorio norteamericano durante 18 meses, argumentando que la crisis económica y política que vive Venezuela impide que tengan una oportunidad de sobrevivir tras volver a su país.

La medida beneficia principalmente a los opositores al presidente venezolano Nicolás Maduro y su régimen, puesto que al ser deportados podrían enfrentarse a retaliaciones por parte de las autoridades del país sudamericano.

“He determinado que es de interés de la política exterior de Estados Unidos diferir la expulsión de cualquier nacional de Venezuela o extranjero sin nacionalidad que por última vez haya residido habitualmente en Venezuela”, anunció Trump a través de una declaración oficial de la Casa Blanca.

La medida ha resultado controversial en algunos sectores demócratas, puesto que algunos inmigrantes venezolanos –incluidos los que presentan antecedentes– estarán exentos de la deportación. La consultora Pew Research Center estimó que existían 130 mil venezolanos viviendo ilegalmente en el país del norte desde 2017.

El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, declaró a finales de octubre de 2020 que otorgaría “inmediatamente” protecciones humanitarias a los venezolanos que viven en Estados Unidos, lo que les permitiría permanecer en el país y obtener permisos de trabajo.

Este mismo martes, Washington aprobó las enésimas sanciones económicas contra Caracas, esta vez para miembros de una supuesta red cuyo objetivo era comercializar crudo venezolano, evadiendo las penalizaciones estadounidenses. Desde su llegada a la Casa Blanca en 2017, el Gobierno de Trump ha impuesto numerosas rondas de sanciones económicas contra el gobierno de Nicolás Maduro, al que considera “ilegítimo”.

La Salida Forzosa Diferida (DED en inglés) ha sido una política de terror para muchos inmigrantes ilegales en Estados Unidos, principalmente los provenientes de México, quienes incluso han terminado encerrados en en jaulas instaladas dentro de los centros de migración norteamericana, ubicados en Texas, California y Nuevo México. Numerosas ONG alrededor del mundo han denunciado el trato cruel e inhumano que se profiere en dichos lugares, donde incluso adolescentes y niños pequeños han sido encarcelados y separados de sus familias indefinidamente.