Estados Unidos
Trump estuvo a punto de tener que usar respirador por su grave estado de salud cuando tuvo coronavirus
Al parecer el exmandatario, antes de ser llevado al hospital, presentó graves síntomas como niveles de oxigenación de la sangre realmente bajos y un problema pulmonar.
Desde que la pandemia del coronavirus empezó a dejar sus primeros estragos en varias partes del mundo, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se había convertido en una de las personas más incrédulas del tema, además que no confiaba en las medidas preventivas para no contagiarse del virus, como usar el tapabocas, el constante lavado de manos, el distanciamiento y demás. Solo después de unos meses, al exmandatario se le vio usando un tapabocas en un evento público, pues los contagios estaban arrasando en todo el mundo.
El 2 de octubre del año pasado, el exmandatario anunció que tanto él como su esposa Melania Trump habían resultado positivos para coronavirus. “Esta noche la primera dama y yo dimos positivo de covid-19. Empezaremos inmediatamente nuestra proceso de cuarentena y de recuperación. ¡Superaremos esto JUNTOS!”, escribió en ese momento el expresidente en Twitter.
Las especulaciones comenzaron a acaparar la atención en torno al resultado de Trump, las personas hablaban de su condición de sobrepeso y otras comorbilidades que podrían complicar su salud, pero el médico del expresidente calmó esas hipótesis: “El presidente está bien y cumplirá sus funciones sin interrupción mientras se somete junto con su esposa Melania a la cuarentena”, dijo en ese entonces el profesional de la salud.
Ambos “están bien en este momento y planean mantenerse en su hogar en la Casa Blanca durante su convalecencia”, dijo el doctor Sean Conley en un comunicado. “Espero que el presidente continúe cumpliendo sus funciones sin interrupción mientras se recupera”, agregó. Sin embargo, esto no se cumplió. En la noche del 2 de octubre, Trump tuvo que ser trasladado al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed y aunque el expresidente quiso mostrar que superó la enfermedad sin contratiempos e incluso durante su estadía en el hospital salió en su vehículo a saludar a sus seguidores en medio de campaña electoral, lo cierto es que el estado de salud de Trump estuvo más grave de lo que se vio.
De acuerdo con el reconocido medio estadounidense The New York Times, el exmandatario estuvo muy cerca de tener que usar un respirador artificial, pues era la única opción que contemplaban los médicos al ver que el estado de salud del expresidente se estaba agravando.
Según el periódico neoyorquino, en un momento el expresidente presentó niveles de oxígeno en sangre extremadamente bajos, además de que presentó un problema pulmonar asociado con la neumonía causada por el virus. Todo esto habría ocurrido antes de que Trump fuera llevado al centro médico, ya que al parecer en ese momento él se negó a ser hospitalizado. Sin embargo, las personas cercanas al expresidente dijeron que ese día, Trump tenía infiltrados pulmonares, que ocurre cuando los pulmones están inflamados y contienen sustancias como líquidos o bacterias.
Pero ese no fue el único signo de alarma, el expresidente habría presentado un nivel de oxígeno en su sangre llegando a los 80 y la enfermedad se considera grave cuando el nivel de oxígeno en sangre desciende a 90 grados.
No obstante y pese a esos alarmantes síntomas, al considerar que Trump pertenecía al grupo de pacientes de alto riesgo, con 74 años y además sobrepeso, el equipo médico del hospital donde permaneció por tres días el exmandatario nunca informó de la situación y al contrario dijo que la salud estaba evolucionando favorablemente y no presentaba más allá de una simple fatiga. Incluso en ese momento se conoció que al exmandatario le recetaron un fuerte tratamiento, tanto que al salir del hospital y llegar a La Casa Blanca, Trump no dudó en quitarse el tapabocas, pues afirmaban que el virus ya no estaba en su cuerpo.
Este tratamiento con Regeneron consiste en lo que se conoce como un coctel de anticuerpos y los estudios han mostrado que su aplicación temprana mejora la condición de los pacientes.
El medicamento REGN-COV2 se produce en células que no se originan en células humanas, sino a partir de los ovarios de un hámster. Son las llamadas células CHO. Para probar la eficacia de los anticuerpos, en los tests de laboratorio se utilizaron cultivos celulares que originalmente procedían de tejido abortado, concretamente de tejido renal de un aborto llevado a cabo en Países Bajos en la década de los 70.
Desde entonces, estas células, conocidas con el nombre técnico de HEK 293T, están repartidas en laboratorios de todo el mundo. También Regeneron las utilizó con el fin de crear las llamadas seudopartículas virales, esto es, estructuras similares al virus que contienen la proteína en espiga del mortal coronavirus. Solo así pudieron averiguar la efectividad de los anticuerpos.
Además de la medicación de anticuerpos, Trump empezó su proceso de recuperación tomando zinc, vitamina D, famotidina, melatonina y una aspirina diaria, según informó en ese momento la Casa Blanca.
Debate sobre Regeneron
Ignorancia o hipocresía, el debate sobre el medicamento basado en anticuerpos ha puesto el foco, no solo en Estados Unidos, sobre un importante campo de la investigación médica en el que a menudo se utilizan células procedentes de tejidos abortados.
Regeneron tampoco lo desmiente, pero como las células HEK 293T se extrajeron ya hace mucho tiempo y ahora en realidad han salido de un laboratorio, “no pueden ser calificadas como humanas”. “Todo depende de cómo se interprete”, dice Alexandra Bowie, portavoz de Regeneron. “Las líneas celulares 293T disponibles hoy ya no pueden considerarse tejido fetal y no hemos utilizado ningún otro tejido fetal”, asegura.
Sin embargo, el Regeneron destaca que los resultados iniciales sugieren que se puede reducir el nivel de efectos del virus en el cuerpo y posiblemente acortar las estadías en el hospital cuando se administra al inicio de la infección.