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Trump inhabilitado en las papeletas de dos estados: Colorado y Maine. ¿Puede postularse aún así a la Presidencia?
Ambas decisiones están en pausa mientras se desenvuelve el proceso judicial.
Primero, la Corte Suprema de Colorado falló que el expresidente Donald Trump no era elegible en ese estado para postularse de nuevo a la Casa Blanca. Luego, la secretaria de Estado de Maine determinó lo mismo para su región. ¿Quién será el próximo?
Ambas decisiones son históricas. El máximo tribunal de Colorado fue el primero en aplicar a un aspirante a candidato a la Presidencia una inusual prohibición constitucional contra quienes “hayan tomado parte en una insurrección”. La secretaria de Estado de Maine, demócrata, fue la primera alta funcionaria electoral en sacar unilateralmente de las boletas a un aspirante amparándose en esa disposición.
Eso significa que Trump permanece en las boletas en Colorado y Maine y que su destino político se encuentra ahora en manos de la Corte Suprema de Estados Unidos. El fallo de Maine probablemente nunca entre en vigor por sí solo. Su principal impacto es incrementar la presión sobre el máximo tribunal de la nación para que se pronuncie claramente sobre lo siguiente: ¿Puede Trump postularse aún a la presidencia después del ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio federal?
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¿Cuál es el problema jurídico?
Tras la Guerra Civil, Estados Unidos ratificó su 14ª enmienda constitucional para garantizar los derechos de las personas que habían sido esclavas, entre otros. También incluía una cláusula de dos frases llamada Sección 3, diseñada para impedir que quienes habían pertenecido al gobierno confederado recuperaran poder gubernamental tras el conflicto.
La medida dice:
“No podrá ser senador o representante en el Congreso, ni elector para elegir presidente y vicepresidente, ni desempeñar cargo civil o militar alguno en Estados Unidos o en cualquier estado, quien, habiendo jurado previamente defender la Constitución de Estados Unidos como miembro del Congreso, funcionario de los Estados Unidos o miembro de la Asamblea Legislativa de cualquier estado o funcionario ejecutivo o judicial del mismo, haya tomado parte en una insurrección o rebelión contra la misma o haya prestado ayuda o facilidades a los enemigos del país. Pero el Congreso podrá, con el voto de dos terceras partes de cada cámara, subsanar esa inhabilidad”.
El Congreso retiró esa inhabilitación para la mayor parte de los confederados en 1872, y la disposición cayó en desuso. Pero fue redescubierta tras los sucesos del 6 de enero.
¿Cómo se aplica esto a Trump?
Trump ya está siendo procesado por el intento de revocar su derrota electoral de 2020, que culminó con los hechos del 6 de enero, pero la Sección 3 no requiere una declaración de culpabilidad para aplicarse. Se han interpuesto docenas de demandas para inhabilitar a Trump alegando que participó en una insurrección el 6 de enero y ya no está cualificado para postularse a un cargo público.
Todas las demandas fracasaron hasta el fallo de Colorado. Y se ha pedido a docenas de secretarios de Estado que lo retiren de las papeletas. Todos indicaron que carecen de autoridad para hacerlo si no reciben una orden judicial, hasta la decisión de la de Maine, Shenna Bellows.
La Corte Suprema nunca se ha pronunciado con respecto a la Sección 3. Es probable que lo haga al sopesar las apelaciones a la decisión de Colorado: el Partido Republicano estatal ya recurrió y se espera que Trump interponga el suyo propio pronto. El fallo de Bellows no puede ser apelado directamente ante la Corte Suprema federal, sino que primero tiene que ser recurrido en la cadena judicial, comenzando con un tribunal de primera instancia en Maine.
Sin embargo, la decisión de Maine sí obliga al máximo tribunal a examinar el caso. Ya era muy probable que los jueces escucharan el caso de Colorado, pero la decisión de Maine elimina cualquier duda.
Trump perdió en Colorado en 2020 y no necesita ganar allí para lograr una mayoría en el Colegio Electoral el año próximo. Pero sí obtuvo uno de los cuatro votos colegiados de Maine en las últimas presidenciales al imponerse en el 2º Distrito del Congreso, por lo que la decisión de Bellows tendría un impacto directo sobre sus posibilidades en los comicios de noviembre.
Los argumentos del caso
Los abogados de Trump tienen varios argumentos contra la presión para inhabilitarlo. Primero, no está claro si la Sección 3 es aplicable al presidente: un borrador antiguo mencionaba ese puesto, pero fue retirado, y las palabras “funcionario de Estados Unidos” en otras partes de la Constitución no se refieren al presidente, según alegan.
Segundo, incluso si es aplicable a la presidencia, sostienen, esta es una cuestión “política” sobre la que deberían decidir los votantes, no jueces que no obtuvieron el cargo por elección popular.
En cuarto lugar, alegan que lo ocurrido el 6 de enero no fue una insurrección en el sentido de la Sección 3, sino un motín.
¿Por qué lo hizo Maine?
Maine tiene un proceso inusual en el que se requiere que el secretario de Estado lleve a cabo una audiencia pública sobre impugnaciones a las posiciones de los políticos en las papeletas y luego emita un fallo. Diversos grupos de votantes de Maine, entre ellos uno bipartidista de exlegisladores estatales, interpusieron una reclamación de este tipo, lo que provocó la decisión de Bellows.
Los abogados de Trump le pidieron que se recusara del caso, citando publicaciones en las que calificó lo sucedido el 6 de enero como “una insurrección” y lamentó la absolución del exmandatario en su juicio político por el incidente.
Se negó alegando que no estaba emitiendo un fallo con base en sus opiniones personales. Pero el precedente que establece es notable, según sus críticos.