Trump vs. Biden: la pelea por el reemplazo de la icónica jueza Ginsburg

El tema que había despertado todo tipo de pronunciamientos por parte de Donald Trump y Joe Biden fue el primero que se tocó en el debate presidencial. Tan pronto los candidatos ingresaron en el escenario, Chris Wallace, el periodista designado por la cadena Fox para moderar el evento, recordó el reciente nombramiento de Amy Coney Barrett como nueva jueza de la Corte Suprema de Justicia en reemplazo de la fallecida Ruth Bader Ginsburg. Wallace quiso saber la posición de cada uno respecto a si el nombramiento era procedente o no, teniendo en cuenta que las elecciones tendrán lugar en menos de dos meses.

Esta designación, que aún está pendiente de aprobación en el Senado, inclina la balanza ideológica al interior del órgano judicial en favor de los republicanos y podría significar el retroceso en muchos aspectos sociales que en su momento fueron triunfos de los demócratas, como la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, más conocido como Obamacare.

“Nosotros ganamos la elección, la elección tiene consecuencias. Tenemos el Senado, tenemos la Casa Blanca y tenemos una nominada fantástica, respetada por todos y parte de la élite académica”, aseguró el presidente Trump. Añadió que su periodo como primer mandatario dura cuatro años y que, por lo tanto, está investido de autoridad para hacer el nombramiento del nuevo juez de la Corte. Concluyó diciendo que los demócratas, de estar en su posición, “harían lo mismo”.

Por su parte, Biden afirmó que los tiempos no eran los mejores para hacer una designación de esta envergadura. “La elección ya inició, cientos de miles de personas ya han votado. Lo que deberíamos hacer es esperar y ver cuál es el desenlace de esta elección. Es la única forma en que los estadounidenses podrán expresar sus opiniones”, advirtió. Dejó claro que no tiene nada en contra de Barrett (“Ella parece estar bien”, dijo), pero fue enfático en que la jueza se ha opuesto en reiteradas ocasiones a Obamacare y lo ha calificado como un programa inconstitucional. Un posible ingreso de Barrett a la Corte podría culminar en la caída de una de las políticas bandera de Barack Obama, de quien Biden fue su vicepresidente por ocho años.