DESASTRE

Tragedia en Indonesia sigue creciendo, van 373 muertos y 1400 heridos

Dos días después de la erupción volcánica que provocó la ola siguen apareciendo víctimas. Las autoridades aseguran que la cifra seguirá creciendo.

23 de diciembre de 2018
| Foto: AFP

El balance del tsunami en Indonesia subió a 373 muertos y 1.400 heridos, anunció este lunes la Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes.

También hay 128 desaparecidos tras el tsunami que golpeó el sábado por la noche el Estrecho de la Sonda, que separa las islas de Sumatra y de Java. El balance anterior era de 281 muertos.

El tsunami golpeó el sábado por la noche las costas meridionales de Sumatra y el extremo occidental de Java, tras la erupción del volcán conocido como el "hijo" de legendario Krakatoa, el Anak Krakatoa. 

Equipos con excavadoras y otro material pesado trabajaban este lunes en la búsqueda de supervivientes entre los escombros. 

Los expertos advirtieron del riesgo de nuevas olas mortales a causa de la actividad volcánica, mientras que las autoridades apuntaron que el balance podría aumentar. 

Sin escape

Una sucesión imprevisible de hechos y un sistema de alerta temprana deficiente explican el número de muertos en el tsunami que arrasó las costas del estrecho de Sonda, concluyen los expertos y las autoridades.

El tsunami azotó el sábado por la noche las playas y casas de este estrecho que separa las islas de Java y Sumatra, pillando desprevenidos a los habitantes y a los sistemas de vigilancia. 

En unos tuits en cadena, borrados más tarde, la Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes aseguró que no había "amenaza de tsunami" pese a que la ola ya barría el litoral del sur de Sumatra y el extremo oeste de Java.

"La ausencia de sistema de alerta temprana explica que el tsunami no se haya detectado", reconoció el portavoz de esta agencia, Sutopo Purwo Nugroho. "Las señales de la llegada de un tsunami no se detectaron y la gente no tuvo tiempo para evacuar".

Indonesia es uno de los países del mundo más expuestos a las catástrofes naturales. Este archipiélago, formado por la convergencia de placas tectónicas, se encuentra en el cinturón de fuego del Pacífico, una zona de fuerte actividad sísmica y volcánica.

Un tsunami provocado por un terremoto causó 2.200 muertos y miles de desaparecidos en septiembre en Palu, en la isla de Célebes.

La medida de las mareas y el modelado de datos (organización y estructuración de datos) son las principales herramientas de las agencias indonesias para prever los tsunamis, generalmente después de un terremoto.

Incluso cuando todas las estaciones de vigilancia funcionan, los fallos de la red son considerables y la gente dispone de poco tiempo para huir. Los esfuerzos por mejorar el sistema se han visto obstaculizados por varios problemas, como la falta de mantenimiento de los equipamientos y el mal funcionamiento burocrático.

Según los expertos, la catástrofe del sábado se produjo tras una erupción del volcán Anak Krakatoa, situado en el estrecho de Sonda. 

Esto provocó un alud submarino de una parte del volcán y el desplazamiento de grandes cantidades de agua. 

Falta de tiempo

"El sistema de alerta temprana de Indonesia no habría detectado este tipo de señales porque está hecho para detectar los tsunamis desencadenados por los terremotos", asegura Richard Teeuw, experto de la Universidad de Portsmouth.

"El carácter nocturno del tsunami agravó probablemente el caos. Había pocas posibilidades de ver llegar la ola del tsunami y de correr para ponerse a salvo".

El volcán Anak Krakatoa llevaba meses activo pero la erupción del sábado fue poco intensa y no causó alarma entre la población.

Después del tsunami devastador de 2004, Indonesia instaló balizas de alerta temprana pero, según Nugroho, no funcionan desde hace seis años.

"El vandalismo, la falta de presupuesto, los problemas técnicos son los motivos por los que no tenemos boyas de alerta de tsunami", dijo. "Tenemos que reconstruirlas para reforzar el sistema de alerta temprana de tsunami de Indonesia".

Estas balizas se suelen instalar en los límites de las placas tectónicas submarinas y están destinadas sobre todo a detectar los tsunamis provocados por sismos y no los causados por actividad volcánica.

Además son muy limitadas para alertar los tsunamis generados cerca de la costa, advierte el experto David Rothery. "Aunque hubiera habido una de estas balizas justo al lado de Anak Krakatoa, el tiempo de alerta habría sido demasiado corto debido a la gran velocidad de las olas del tsunami".