Reportaje

“Tusibi”: así se usa en Medellín la cocaína rosada, veneno que se vende en $ 6 millones los 15 gramos

El “tusi” es un cóctel de varias sustancias, principalmente ketamina, un anestésico usado en animales. “Genera estados de euforia como si estuvieras borracho”.

10 de mayo de 2022
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(Photo by JOAQUIN SARMIENTO / AFP) | Foto: AFP

Lejos de los laboratorios para procesar cocaína, en lo profundo de la selva, en cualquier apartamento de Medellín se cocina el “tusibi”, la droga de moda en las fiestas de Colombia. También llamado “cocaína rosada”, el colorido polvo que se consume en clubes de música electrónica no tiene ninguna relación química con el estimulante a base de hoja de coca que exporta Colombia por toneladas.

En realidad, el “tusi” es un cóctel de varias sustancias, principalmente ketamina, un anestésico usado en animales. “Cada cocinero maneja sus proporciones y existen tantas recetas como cocineros hay en este mundo”, explica un químico farmacéutico que prepara la mezcla al baño María para venderla en fiestas y entre su círculo social en Medellín.

Su receta contiene principalmente ketamina, a la que le agrega éxtasis y el alucinógeno mescalina. Todas estas sustancias se consiguen en el mercado negro de drogas de la segunda ciudad de Colombia por el equivalente a 180 dólares. Los 15 gramos de polvo rosado que resultan del proceso valen unos 1.500 dólares en las calles, unos cuatro millones de pesos al precio de hoy. “Genera estados de euforia, como si estuvieras borracho. Te genera alegría, exaltación”, explica el cocinero de “tusibi”, bajo reserva.

En otras regiones, la mezcla incluye medicamentos psiquiátricos de la familia de las benzodiacepinas y hasta opioides, analgésicos altamente adictivos que han matado a más de 500.000 personas en Estados Unidos, explica Diana Pava, toxicóloga del Grupo de Investigación de Sustancias Psicoactivas de la Universidad Nacional.

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La Unión Europea ha mostrado su preocupación por el aumento de drogas en el continente. | Foto: Getty Images / Thierry Monasse / Colaborador

Su nombre es una adaptación del inglés 2C-B, un alucinógeno sintetizado por primera vez en los años setenta en Estados Unidos y prohibido a nivel mundial desde 2001. “Esto se creó como un cóctel tratando de imitar la molécula original 2C-B (...), simplemente se buscó generar una sensación similar”, indica el químico bajo reserva.

Detectado por el Observatorio de Drogas estatal hace casi una década, el “tusi” se ha infiltrado en versos de reguetón y en la farándula colombiana. A comienzos de año, la modelo Mara Cifuentes aseguró estar en un centro de rehabilitación tras varios meses usando la sustancia y la actriz Yina Calderón admitió que su mamá es “adicta”. En su consultorio de Medellín, el toxicólogo Juan Carlos Sánchez ha atendido varios casos de “episodios psicóticos o delirantes”.

La ONG Acción Técnica Social, que adelanta un programa de testeo de drogas en fiestas, analizó 228 muestras de “tusibi” a lo largo de 2021. La gran mayoría era una mezcla entre ketamina y éxtasis. 16 % tenía los peligrosos opioides.

“Estoy metida en un hueco del que no puedo salir”

La modelo trans Mara Cifuentes contó descarnadamente cómo el tusibi le había trastocado la vida. En marzo de este año hizo una publicación en sus redes sociales que impactó a sus seguidores. “Bueno, chicos, para expresarme, es como una terapia para mí y esto me ayuda porque en verdad expresarme en frente de este celular, decir lo que me pasa y contar lo que me pasa me ayuda con la presión”, dijo en un primer momento.

Después indicó que le iba a contar a sus seguidores con sinceridad todo por lo que estaba pasando. En las publicaciones, que después borró de su cuenta, contó cómo su expareja -llamado Camilo Tocancipá- la indujo a probar una droga sintética: “Él fue el que me ofreció tusi pero yo tomé la decisión y ahora estoy metida en un hueco del que no puedo salir”.

“El tusi lo probé en diciembre de 2020 con Camilo y me volví adicta desde entonces, hasta este punto de la historia yo ya estoy muy loca, mi comportamiento cambió mucho, era otra persona, estaba muy flaca y actuando raro. No culpo a Camilo porque ya no me besaba”, escribió. Igualmente, Cifuentes, publicó fotografías en las que se ve visiblemente perjudicada. “Estaba más flaca y la gente me lo decía todo el tiempo”.

También señaló que su afección fue tal que en un momento pensó en quitarse la vida y que incluso alguna vez fue a un evento con su novio de esa época y estaba bajo el efecto de las drogas.

*Con información de AFP.