Ucrania cita al nuncio en Kiev tras declaraciones del papa Francisco que califican de injustas

Las recientes palabras del papa Francisco respecto a la muerte de la ciudadana rusa Daria Dugina, pronunciadas el pasado 24 de agosto en el marco de su tradicional audiencia de los miércoles, ha generado disgustos en Ucrania, donde, además de haber despertado trinos por parte del representarte diplomático de Kiev ante la Santa Sede, ahora también ha suscitado que las autoridades de ese país, citó al nuncio apostólico en Kiev; representante diplomático de El Vaticano, para hacer público su descontento.

Las declaraciones sobre las que versa este nuevo descontento diplomático, fueron pronunciadas por el máximo jerarca del catolicismo el pasado miércoles, con ocasión del aniversario 31 de la independencia de Ucrania; fecha que también coincidió con el cumplimiento de los primeros 6 meses de la ocupación rusa a ese país, y versaron sobre el rechazo a los actos violentos que derivaron en la muerte de Daria Dugina; hija de uno de los asesores más cercanos de Vladímir Putin.

Lo que generó el desconcierto e indignación por parte del gobierno ucraniano, fue que el papa hiciera mención del hecho violento que segó la vida de Dugina, en medio de su intervención sobre los efectos que ha dejado la guerra en Ucrania, pues, según las autoridades de ese país, ellos no tienen nada que ver con la muerte de la mujer, quien pereció producto de la explosión de lo que habría sido un carro bomba en la ciudad de Moscú.

En ese sentido, ese mismo miércoles por Andrii Yurash, embajador ucraniano ante la santa sede, ya se había pronunciado el pasado miércoles, calificándolo de “decepcionante”, y afirmando que “no se puede hablar en las mismas categorías de agresor y víctima, violador y violada”, pero ahora, a la incipiente protesta, se sumó el canciller de Ucrania, quien subió el tono ante El Vaticano.

En ese sentido, el canciller, Dmytro Kuleba, afirmó desde Kiev, en palabras recogidas por medios internacionales, que “el corazón ucraniano está desgarrado por las palabras del Papa”.

En ese mismo sentido, el diplomático afirmó que el discurso del pontífice fue ‘injusto’, advirtiendo que en ese mismo sentido, el gobierno de su país, había determinado citar al ‘embajador’ de El vaticano ante el gobierno de Volodímir Zelenski, para hacer público su descontento, eso, refiriéndose entonces a la citación del nuncio en Kiev, monseñor Visvaldas Kulbokas.

En su protesta, la cancillería ucraniana también hizo hincapié, en su encuentro con el representante del papa, en que, en lo corrido de seis meses que han transcurrido desde la invasión rusa a ucrania, el papa nunca se ha referido puntualmente a los miles de víctimas ucranianas que ha dejado el conflicto, recordando incluso que cerca de 370 niños ucranianos han perecido por las acciones de los usurpadores enviados por el Kremlin.

En ese sentido, el gobierno de Ucrania exhortó a la Santa Sede a que, en el futuro, el papa evite las ‘declaraciones injustas’, recordando el alto grado de ‘desilusión’ que generó su reciente intervención.

Lo anterior, choca un poco con la realidad del actual de la iglesia católica desde el inicio de la actual confrontación en Ucrania, donde el pontífice se ha pronunciado en múltiples ocasiones en rechazo de los actos de muerte, llamando incluso a que se mantenga abierta la puerta a una salida dialogada al conflicto, respetando así el status neutral de la iglesia, evitando también referirse a su par, el patriarca de la iglesia ortodoxa, el patriarca Kirill, quien sí ha tomado partido en favor del Moscú.

Incluso, dentro de las acciones adelantadas por el Vaticano desde el comienzo de la Guerra, está la decisión del papa, atendiendo a las revelaciones de la virgen María en Fátima a comienzo del siglo pasado, de realizar una ceremonia de consagración de Ucrania y Rusia al inmaculado corazón de María.

En el marco el contexto del descontento de Ucrania por las palabras del papa, también se conoció que el pasado jueves, el patriarca Kirill, de la iglesia Ortodoxa canceló su asistencia a una reunión ‘intereligiosa’ a realizarse en Kazajistán en el mes de septiembre; espacio en el que se vaticinaba su encuentro personal con Francisco.