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Ucrania impulsa el desminado con la fabricación de vehículos especiales
En las regiones ucranianas devastadas por la guerra, la superficie está plagada de minas, lo que obliga a los habitantes a ser inventivos para evitar muertes.
Después de un ejercicio, Vitaliy enseña las abolladuras causadas en el vehículo blindado que este ucraniano ha adaptado para localizar minas y retirarlas a distancia.
Los daños son limitados pese a la potencia de los explosivos: el aparato acaba de ser probado sobre cinco minas antitanques. Vitaliy, que dice no poder dar su apellido ni su oficio, muestra su prototipo, basado en una excavadora Hitachi, en un terreno de entrenamiento militar del sudeste de Ucrania. El vehículo puede ser teleguiado o conducido por un chofer.
“Ucrania está tan llena de minas que los rescatistas están aterrorizados. Hay minas sobre minas”, señala. Dice haber sido contactado por la administración militar de la ciudad de Kryvyi Rig para preparar el desminado de las zonas liberadas en las regiones de Jerson y Jarkov.
Al salir de esos territorios ocupados, los rusos dejaron minas “que nos impiden lanzar una contraofensiva eficaz”, se lamenta el ucraniano, que financió el proyecto a través de su empresa.
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Bombas y misiles
La máquina concebida con la ayuda de un militar, está dotada de un gran escudo de protección y cadenas pesadas que golpean la superficie con fuerza de una tonelada cada una, desencadenando la explosión de las minas o destruyéndolas.
El concepto no es nuevo --fue usado en la Segunda Guerra Mundial-- pero Vitaliy espera que el gobierno elegirá apoyar la producción local para evitar costosas importaciones. Además de las minas colocadas por los soldados rusos antes de su retirada, las superficies ucranianas contienen también bombas y misiles que no explotaron, pero siguen siendo peligrosas.
Limpiar eso puede tomar años, según los responsables. La semana pasada, el vehículo artesanal de Vitaliy logró destruir diez minas antipersonales y cinco minas antitanque en las pruebas realizadas por las instituciones militares. El aparato solo tuvo daños reparables con facilidad, según él, especialmente en lo que respecta a las cadenas.
Complementarios
Durante las pruebas sobre las minas antipersonales, un conductor se encontraba a bordo. “Por supuesto, no había voluntarios para las minas antitanques”, precisa Vitaliy. El equipo utilizó un sistema de control a distancia.
Si es autorizado por el ejército, el vehículo podría ser empleado para operaciones de rescate, pero no en las zonas de combate, por falta de blindaje, según Vitaliy. Piensa que podría, por el contrario, ser muy útil para los grandes espacios, que los equipos especializados toman varios días para explorar.
“El desminado debe realizarse a una velocidad de 2 km por hora aquí. Son 9.000 metros cuadrados por hora, ninguna persona puede desminar esa superficie”, dice.
Denys Nagovitsyne, del servicio de Estado ucraniano de Situaciones de Urgencia (DSNS), considera que ese tipo de vehículos “ayudará”, pero solo puede ser complementario del trabajo humano. “Las máquinas no pueden ir a todas partes ni ver todo”, dice el jefe de una unidad pirotécnica.
“Pero si hay un gran espacio, una máquina lo recorrerá más rápido y en principio muy bien”, dice. Denys Nagovitsyne sabe que su equipo, que trabaja a pie, se arriesga en todo momento a pisar minas antipersonales. “Es como la lotería”, dice.
Varios de sus colegas murieron en el sur de la región de Jerson. Habían hallado minas antitanque que parecían inactivas, pero se trataba de una trampa y la última explotó.
¿Muy lentas?
La sensibilización del público es también una gran parte de su trabajo. Los habitantes buscan madera para la calefacción, pedazos de herrería, a veces con sus hijos, dice Denys Nagovitsyne, con frustración.
Su equipo ve a veces granjeros que trabajan en los campos que no han sido aún desminados y los previenen del peligro, lo que no impide a veces ver después sus tractores quemados.
Denys Nagovitsyne piensa que los vehículos de desminado como el diseñado por Vitaliy podrían también resbalarse o quedar atrapados en los terrenos pantanosos, debido a su peso. Mucho más cuando estos vehículos no detectan siempre las minas denominadas “mariposa”, de pequeño tamaño, según él.
Un granjero del lugar, Oleksandre Ryabinine, no está convencido. Tras la retirada rusa, el ejército y el Servicio Ucraniano de Situaciones de Urgencia desminaron sus campos. Las máquinas tienen “una baja productividad”, dice, y hay que desminar unas “3.500 hectáreas de territorio ocupado con anterioridad”.
*Con información de AFP.