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Ucrania | La estrategia de Rusia para mantener su flota de aviones sin repuestos extranjeros
Las restricciones económicas por la invasión a Ucrania estarían poniendo sobre las cuerdas a Moscú.
Ante los bloqueos económicos que se han emitido en contra de Rusia, como una forma de presionar al país por comenzar la guerra contra Ucrania, una de las consecuencias que se estarían comenzando a evidenciar es la falta de recursos importados, esta vez con repuestos para su flota aérea.
Según explicaron fuentes a la agencia Reuters, la nueva estrategia de Rusia para asegurar las piezas y el equipamiento que, anteriormente, eran comprados en el exterior, se han puesto a la tarea de quitar los repuestos de algunos aviones de varias compañías, entre ellas Aeroflot, dejando inservibles las aeronaves averiadas.
Al parecer, la medida habría sido aprobada desde junio por parte del Gobierno ruso. Sin embargo, hasta el momento se habría anunciado al resto del mundo, siendo esta una práctica que busca alargar la vida útil de una porción de aeronaves para el uso del país euroasiático.
Así entonces, el Gobierno ruso buscaría la supervivencia de sus aeronaves hasta 2025, y estarían buscando otras medidas en el presente para hacer frente a las carencias en repuestos, así como otro tipo de elementos para la mecánica de los aviones, que en su mayoría serían de modelos occidentales, según indicó el medio citado.
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Entre tanto, se informó que fuentes oficiales en Moscú, como el Ministerio de Transporte o la compañía estatal Aeroflot, no han emitido un comunicado ni respondido ante estas dudas. Sin embargo, según las fuentes de la agencia internacional, ya se habrían hecho algunos cambios para que un Superjet pueda seguir volando, entre otros aviones.
En las declaraciones de la fuente, se dejó en claro que era todo un “reto” el mantener funcionando los aviones en Rusia, puesto que los repuestos son cambiados con frecuencia y por restricciones comerciales no se consiguen fácilmente.
Sanciones golpean fuertemente la economía rusa
El impacto de las sanciones occidentales sobre la economía rusa es mucho más importante de lo que muestran los datos oficiales, según un estudio de la Universidad de Yale.
“Un relato común emergió”, indican los autores del estudio: las sanciones económicas impuestas por los países occidentales a Rusia luego de que invadiera Ucrania habrían generado “desastres a Occidente, en vistas de la supuesta ‘resiliencia’, incluso ‘prosperidad’ de la economía rusa”.
“Esto es, simplemente, falso”, aseguran los expertos de la Escuela de Administración de Yale, que denuncian las “estadísticas seleccionadas” por el presidente ruso, Vladimir Putin.
Según su análisis, “las salidas de empresas y las sanciones paralizan a la economía rusa a corto y a largo plazo”.
Muchas empresas y países desistieron de comerciar con Rusia o mantener sus actividades en ese país, el cual tiene dificultades para obtener piezas o materias primas, e incluso algunas tecnologías esenciales.
El panorama es sombrío. “A pesar de las ilusiones de autosuficiencia y de sustitución de importaciones (...), la producción interior rusa se detuvo por completo y no tiene la capacidad de reemplazar a las empresas, los productos y los talentos perdidos”, señala el estudio.
Para paliar estos problemas, Putin “recurre a una intervención presupuestal y monetaria insostenible”, y las finanzas del Kremlin “están en una situación mucho más desesperante que lo que admite” el Gobierno, añaden.
Según el FMI, Rusia tendrá un mejor desempeño económico de lo previsto anteriormente este año, con una contracción del PIB de 6,0 % en 2022, según sus últimos pronósticos publicados el martes pasado. Antes, en abril, el Fondo vaticinaba una contracción del producto interno bruto del 8,5 %.