Ucrania
“Ucrania miente sobre las ‘salas de tortura’ encontradas en Izium”, asegura Rusia
Se encontraron más de 440 tumbas en este bosque cercano a Izium, según las autoridades ucranianas.
El Kremlin tachó el lunes de “mentiras” el descubrimiento de cientos de tumbas cerca de la ciudad de Izium, recientemente liberada por las fuerzas ucranianas, en una nueva desmentida de Moscú ante este tipo de acusaciones.
Las autoridades ucranianas anunciaron el macabro hallazgo el viernes cerca de esta ciudad del noreste, de unos 50.000 habitantes antes de la guerra, y que estuvo bajo control ruso de abril hasta principios de septiembre.
Periodistas de AFP vieron el viernes en esta zona cientos de tumbas marcadas con una cruz, números, nombres o fechas, así como una fosa común con 17 cuerpos de soldados ucranianos, según los forenses.
Al menos uno de los cadáveres tenía las manos atadas con una cuerda. Según las autoridades ucranianas, se encontraron más de 440 tumbas en este bosque cercano a Izium, donde la policía nacional dijo haber descubierto también “salas de tortura”.
El Kremlin, como ya ocurrió tras el descubrimiento de cientos de cuerpos de civiles en Bucha tras la retirada rusa, niega todas las acusaciones. “Es una mentira. Por supuesto, vamos a defender la verdad en este asunto”, declaró el lunes el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. “Es el mismo guion que en Bucha”.
Bombardeo en central nuclear
En el terreno, Ucrania acusó el lunes a Rusia de haber bombardeado la central nuclear de Pivdennoukrainsk, en la región de Mikolaiv (sur), tras semanas de tensión alrededor de la planta de Zaporiyia, ocupada por Moscú y blanco de múltiples ataques.
Según el operador Energoatom, “se produjo una potente explosión a sólo 300 metros de los reactores” de esta central y la atribuyó a un misil nocturno ruso. Tras este ataque, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, insistió una vez más en que Rusia “pone en peligro al mundo entero”.
“Debemos detenerla antes de que sea demasiado tarde”, dijo en Telegram, mostrando un video de las cámaras de vigilancia en el que se veía, en blanco y negro, una gran explosión. No obstante, la central funcionaba normalmente el lunes, pese a la explosión que reventó los vidrios de unas cien ventanas y obligó brevemente a desconectar las tres líneas de alta tensión.
Este incidente tiene lugar en momentos en que las fuerzas rusas sufren varios reveses y se han retirado de una gran parte del noreste del país tras la contraofensiva ucraniana en la región de Járkov. Las tropas de Kiev también han ganado terreno en el sur, pero más lentamente.
Pero desde hace varios días, los avances ucranianos parecen perder fuerza. Rusia controla gran parte de la cuenca del Donbás (este) y de las regiones de Jersón y Zaporiyia (sur), tras haber anexado en 2014 la península de Crimea. En Donetsk, capital de la zona separatista del mismo nombre en el Donbás, un ataque ucraniano “punitivo” mató a 13 civiles, acusó el lunes el alcalde prorruso de la ciudad, Alexéi Kemzulin.
En la región vecina de Lugansk, los separatistas prorrusos condenaron a 13 años de cárcel a dos trabajadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), acusados de “alta traición” por haber suministrado “informaciones confidenciales” a servicios de inteligencia extranjeros.
Torturas
En otras partes de Ucrania, 10 civiles murieron y 22 resultaron heridos en las últimas 24 horas, según el balance de la presidencia ucraniana, que dio cuenta de varios bombardeos en zonas a lo largo del frente oriental. En la región de Járkov se constataron combates con artillería en el frente de Kupiansk, ahora bajo control ucraniano, y un flujo de civiles traumatizados que abandonaban la ciudad.
En esta zona, varios ucranianos dijeron a AFP haber sido torturados por militares rusos durante la ocupación de la región. En el hospital de Izium, Mijailo Chindei, de 67 años, explica que estuvo detenido durante 12 días en una húmeda celda y que sus carceleros le rompieron el brazo con una barra de metal.
“Me golpearon en los talones, la espalda, las piernas y los riñones”, añade. Los soldados rusos lo acusaban de haber dado a las fuerzas ucranianas las coordenadas de una escuela donde se habían instalado. Un bombardeo ucraniano mató allí a numerosos militares rusos.
*Con información de la AFP