MUNDO
Ucrania y Rusia confirman nuevo intercambio de un centenar de prisioneros de guerra
Desde el comienzo de la invasión, Rusia ha entregado a un total de 1.646 prisioneros de guerra ucranianos, tanto militares como civiles.
Ucrania y Rusia confirmaron este domingo un nuevo intercambio de un centenar de prisioneros de guerra, cincuenta por cada bando, que ya se encuentran a salvo en los territorios bajo control de las respectivas fuerzas en conflicto.
El Cuartel de Coordinación de Intercambio de Prisioneros ucraniano ha confirmado el retorno de 33 oficiales y 17 soldados rasos y sargentos en lo que se trata del intercambio número 36 desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania en febrero pasado, según un comunicado recogido por el portal Bykvu.
“Los liberados serán entregados a Moscú por aviones de la aviación de transporte militar de las Fuerzas Aeroespaciales para su tratamiento y rehabilitación en instituciones médicas departamentales, y reciben la asistencia médica y psicológica necesaria”, indicó.
¿Acorralado?: Vladimir Putin plantea una tregua con Ucrania, tras asilamiento mundial y oposición interna. No se ve duradera
El 24 de febrero se cumplirá un año desde que Rusia decidió invadir Ucrania en medio de un clima de tensiones internacionales. Desde entonces, la nación se ha convertido en paria para el resto del mundo y eso ha contribuido a que la imagen del Gobierno de Vladímir Putin se vea deteriorada, su gobernabilidad pueda estar en vilo para el futuro y pueda provocar que la guerra sea mucho más costosa para los rusos de lo que se esperaba.
Por eso, el aviso que hizo esta semana se veía venir. Por fin, el líder de Rusia decidió darle al mundo un respiro, y anunció una tregua de Navidad, que los creyentes ortodoxos celebran en enero. Se espera que este sea un símbolo de que las cosas puedan mejorar. El giro no se explica en la nobleza.
La situación de los rusos es realmente crítica. Fronteras sin control, ejércitos privados que funcionan al margen del Estado, miles de ciudadanos que huyen del país y una decadencia social en aumento; así es como se vive en Rusia desde hace casi un año, donde crecen las dudas acerca de la capacidad militar del ejército del Kremlin ante la incapacidad de conseguir los objetivos militares en Ucrania, pero asimismo el país podría caer en el caos y volverse ingobernable.
Empezando por el tema de fronteras, hace un par de meses el Gobierno de Putin anexionó de manera ilegal las provincias ucranianas de Kherson, Donetsk, Luhansk y Zaporizhia, pero esto sin ningún plan al respecto de cómo hacer funcionar dichos territorios como parte de Rusia y del cómo poder ejercer control militar, algo en lo que han fracasado y en dichas regiones funciona no solo el ejército ruso, sino también tropas paramilitares que actúan a la par.
Estos ejércitos paramilitares prorrusos hacen que el Gobierno de Putin haya perdido el monopolio del uso de la fuerza física, a pesar de que los ejércitos al margen y los mercenarios no sean legales en Rusia, es algo que va en aumento y es otro síntoma del deterioro del país. Además, en términos de seguridad, la población tiene miedo del Gobierno, en especial después del anuncio de que más de 300.000 personas –mal entrenadas y mal equipadas– fueran reclutadas para la guerra.
Esta cifra se repite cuando se habla de los ciudadanos que han huido de Rusia en las primeras semanas de la guerra y otras 300.000 han abandonado el país después de iniciado el conflicto, la gran mayoría son jóvenes que huyen de poder ser llamados a la guerra. Los centros de reclutamiento, en señal de protesta, han sido quemados y vandalizados, alegando que las personas que son enviadas a morir en Ucrania son ciudadanos pobres que no pueden irse a otra nación.
Con información de Europa Press