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“Ultraderechistas podrían ganar las presidenciales en Francia″: ministro de Economía
El ministro Bruno Le Maire alertó de la posibilidad de que, en 2022, Marine Le Pen reemplace al actual presidente Emmanuel Macron
Un duro pronunciamiento realizó esta semana el ministro de Finanzas y Economía de Francia, Bruno Le Maire, al señalar que la Presidencia de ese país podría quedar en manos de la ultraderecha el próximo año, cuando se celebren los comicios.
El funcionario expresó que es una posibilidad que la candidata de ese sector político, Marine Le Pen, sin duda puede quedarse con el primer cargo francés y reemplazar al actual mandatario, Emmanuel Macron.
“Todos sabemos que la elección de Marine Le Pen es una posibilidad política, a la que debemos oponernos. Espero que Macron se lance y sea reelegido”, dijo Le Maire al canal BFM.
Y agregó que esta posibilidad responde a que el país carga con movimientos de ira y dudas en contra de la actual administración. No hay que olvidar a los ‘chalecos amarillos’, un grupo de manifestantes que ha puesto en jaque a París desde comienzos del gobierno Macron.
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Como si fueran poco, la llegada de la pandemia profundizó el discurso antigobierno, a tal punto que desde diversos sectores se le culpa al Ejecutivo de la quiebra masiva de empresas y el aumento del desempleo.
“El choque es financiero, económico, pero es sobre todo moral”, añadió el ministro de Economía.
Los comentarios del Ministro se dan a poco más de un año de que se realice la votación general en Francia, en la que también participará Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, una plataforma política de ala izquierdista.
No obstante, tal y como sucedió en 2017, una de las cartas más fuertes la tendrá Le Pen, que ha venido ganando fuerza en el país galo, en una tendencia similar a otras naciones del Viejo Continente, que ha virado hacia la extrema derecha en la última década.
De hecho, según encuestas de opinión citadas por la agencia Reuters, ella sería la principal contendiente de Macron el próximo año. Diversos sondeos señalan que la jefa de movimiento Reagrupamiento Nacional (RN), partido de extrema derecha, le sigue ganando terreno al actual mandatario, que se ubica más al centro político.
La más reciente encuesta fue realizada por el Instituto Harris Interactive, contratada por el diario L’Opinion, y señala que si la primera vuelta se realizara en este momento, Le Pen se quedaría con el primer lugar con cerca de un 30 %, seguida de Macron, quien lograría un 23 o 24 % de la votación.
Lo anterior responde a que la candidata del RN habría aprendido del pasado, es decir, desligándose de posturas radicales con las que pretendió ganarse al electorado hace cuatro años. De acuerdo con medios locales, la hija del conocido político, Jean-Marie Le Pen, intenta seducir a franceses tanto de izquierda como de derecha.
A pesar de esto, sus posturas nacionalistas, antiinmigración y de rechazo a la Unión Europea no han quedado por fuera de la discusión.
Una tendencia
Sobre todo porque no es la única en el Viejo Continente que considera que volver a las raíces es la salida para la crisis económica y social que trajo el coronavirus. Algunos con posturas más radicales que otros, pero con un objetivo común: ganarse a los electores a punta de nacionalismo y de rechazo a iniciativas multilateralistas.
En Alemania, Polonia, Noruega, Italia y Dinamarca se vienen presentando cada vez más candidatos de ultraderecha, que pretenden llegar a los primeros puestos de sus respectivos países o ejercer una mayor presión sobre los gobiernos de turno.
En el país bávaro, por ejemplo, dos mujeres lideran los movimientos de este espectro político. Una es Frauke Petry, cuyas posturas antimigrantes permitieron que la Alternativa para Alemania (AfD) entrara al Parlamento en 2017.
La segunda es Alice Weidel, actual copresidenta de ese mismo partido y quien no ha sido ajena a las polémicas. En 2013 se filtró un correo electrónico suyo, en el que mencionaba que Alemania era un lugar “invadido por personas culturalmente extrañas, como árabes y gitanos”.
Esta es apenas una muestra de una tendencia que viene aumentando su participación en Europa. Según el portal Público, la ultraderecha está en cinco gobiernos y 22 parlamentos de la Unión Europea.