MUNDO
“Un acuerdo secreto entre el puerto y el gobierno”, el rechazo que genera el barco que albergará a inmigrantes en Reino Unido
El gobierno conservador, poco representado en las encuestas a un año de las legislativas, endureció su retórica antiinmigrantes.
Los habitantes de Portland aducen razones diferentes, pero se oponen férreamente al proyecto del gobierno británico de instalar a unos 500 solicitantes de asilo en un barco frente a esta península del sudoeste de Inglaterra.
El “Bibby Stockholm”
La llegada de los primeros solicitantes de asilo, prevista para el próximo martes, se aplazó a último momento, una postergación que se suma a la larga lista de reveses de la política migratoria del gobierno conservador.
Albergar a los solicitantes de asilo en embarcaciones atracadas es una de las ideas que se esgrimen para ahorrar dinero y disuadir a los posibles candidatos al asilo.
Tendencias
En Portland los vecinos que entrevistó AFP se oponen. Pero hay dos bandos, el de quienes temen “riesgos para la seguridad de los habitantes” de la ciudad y los que denuncian una “prisión flotante”, y entre ambos grupos la hostilidad es palpable.
Invasión
Cuando Heather, una mujer de 33 años -que participa en un grupo antirracista- muestra a los periodistas los paquetes de bienvenida que su organización preparó para los migrantes, es insultada por un conductor mientras otra mujer blande un letrero en el que se lee “Alto a la invasión”.
“Siempre es así”, explica Heather, que decidió unirse a la oficina local de la organización Stand Up To Racism porque “cuando se anunció estaba realmente conmocionada por todo el odio que circuló... Había personas que decían ‘cometerán crímenes. Violarán a nuestras hijas’. Eso me molestó mucho”, explica.
“Los refugiados se convirtieron en un tema que divide a escala local y nacional”, lamenta por su parte Richard Hatfield, un residente de Portand de 53 años. También él se opone a lo que califica una “prisión flotante”.
Sin consulta a la comunidad
El gobierno conservador, poco representado en las encuestas a un año de las legislativas, endureció su retórica anti-emigrantes y promete, en vano por el momento, poner fin a las travesías ilegales en el Canal de la Mancha.
Una nueva ley -que entró en vigor en julio y fue denunciada hasta por la ONU- prohíbe ahora a los migrantes que efectuaron el peligroso cruce (más de 45.000 en 2022 y cerca de 15.000 hasta la fecha) solicitar asilo en el Reino Unido.
Londres quiere reducir la factura de alojamiento de los solicitantes de asilo, que asciende a 2.600 millones de euros al año, utilizando instalaciones como bases militares en desuso, barcos atracados o tiendas de compaña en verano.
Portland
El puerto de Porland es el único que aceptó atracar un navío con esta finalidad, otros proyectos similares tuvieron que abandonarse por falta de puertos de acogida.
Firmemente opuesto al proyecto, creó con otros habitantes un grupo en Facebook titulado “No to the barge”, donde los internautas comparten sin filtro su hostilidad hacia los migrantes y el gobierno.
Las autoridades locales confirmaron el lunes por la noche que el proyecto fue finalmente pospuesto, haciendo referencia a “verificaciones finales” después de las preocupaciones planteadas por los bomberos, el gobierno se negó a dar un nuevo calendario de puesta en marcha.
La suerte del “Bibby Stockholm” ilustra bien las dificultades del gobierno británico para poner en práctica sus múltiples proyectos para sustituir a los hoteles.
En el norte de Inglaterra, un proyecto para albergar a 2.000 solicitantes de asilo en una base militar en desuso también se pospuso la semana pasada debido a la falta de personal cualificado para gestionar el agua, el gas y la electricidad en el lugar.
Con información de AFP