Conflicto
Un año de la guerra en Ucrania entre horrores, combates y tensiones geopolíticas, ¿qué puede esperar el mundo?
La guerra en Ucrania cumple su primer aniversario entre miles de muertos, salvajes combates, armamento avanzado y tensiones geopolíticas. ¿Qué puede venir en el futuro de este conflicto?
El 24 de febrero de 2022, después de meses llenos de tensión diplomática y amagues de combates, Vladímir Putin dio por iniciada una “operación militar especial” en Ucrania, como la llamó él, que es un eufemismo de que había declarado la guerra, en algo que se esperaba como un conflicto relámpago, pero que tiene pinta de que será todo lo opuesto a eso, tras un año del comienzo de las hostilidades.
Según el régimen del Kremlin, el objetivo es la “desmilitarización” y “desnazificación” del territorio ucraniano, por lo que apenas Putin dio el anuncio, miles de tropas con tanques, aviones y demás armamento cruzaron la frontera en un intento de tomarse las ciudades principales en cuestión de días y derrocar el Gobierno de Volodímir Zelenski. Sin embargo, fracasaron porque, por ejemplo, nunca pudieron tomarse Kiev, capital del país.
Desde entonces, la guerra parece totalmente estancada en el tiempo, ambos bandos toman territorios, luego los recuperan, los vuelven a perder y así se ha ido un año, sin que ni Rusia ni Ucrania se perfilen para poder triunfar. Todo esto mientras las bajas se cuentan por miles y sin un panorama claro para el futuro.
A pesar de la incertidumbre por el futuro, si hay que señalar un perdedor hasta el momento sería Rusia, cuyo ejército ha ido sumando cientos de reveses. Cuando intentaron tomarse las capitales ucranianas no solo encontraron resistencia del ejército, sino que los mismos ciudadanos les disparaban desde los balcones de sus casas. Además, han perdido regiones claves, mientras las tropas contrarias reciben más y más armamento de sus aliados.
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Putin ha mostrado su peor cara, reclutando a jóvenes ciudadanos para mandarlos a morir al frente de batalla, amenazando con el uso de armas nucleares, anexando provincias ucranianas de manera ilegal y reprimiendo cualquier voz de oposición en su país. El próximo año habrá elecciones en Rusia y expertos aseguran que un fracaso de la guerra podría provocar más vientos de cambio en la nación.
En la otra esquina está Volodímir Zelenski, un comediante de televisión convertido en héroe de guerra. Antes de febrero de 2022, tenía una oposición considerable, pero hoy los ucranianos tienen una imagen positiva gigantesca, más teniendo en cuenta que se ha rehusado a irse del país, ha conseguido apoyo internacional y ha sabido plantarle cara al régimen de Putin, rechazando cualquier acuerdo que para él pueda comprometer la dignidad de su pueblo.
Con los ires y venires de la guerra, el final del túnel parece estar muy lejos. Más aún con el envío de armas avanzadas que siguen recrudeciendo el conflicto. Las tropas ucranianas usan inteligencia artificial para detectar a sus enemigos, mientras los rusos tienen drones automatizados para disparar sin necesidad de intervención humana, esto sin contar las toneladas de armamento que han usado.
De cara al futuro, parece haber unanimidad en el planeta de que la guerra no terminará pronto. Todas las negociaciones de paz están suspendidas, mientras cada mandatario da declaraciones en las que dice que su ejército está ganando el enfrentamiento militar. Y ese parece ser el gran dilema: cada bando cree que tiene al tiempo de su lado y que, tarde o temprano, ganará la guerra.
La guerra en cifras
Se estima que entre 80.000 y alrededor de 100.000 soldados rusos han muerto, mientras que en el campo ucraniano la cifra también se eleva a 100.000, según cálculos de Estados Unidos. Los civiles han sido las grandes víctimas: han fallecido más de 32.000 y al menos otros 10.000 han sido heridos durante los combates.
Asimismo, como recuenta Acnur, más de 8 millones de civiles han dejado el país. Por otra parte, la Fiscalía ucraniana señala que más 71.000 crímenes de guerra están siendo investigados en estos momentos.
Los horrores del conflicto
Durante el desarrollo de la invasión rusa, son miles las denuncias de crímenes de guerra cometidos por ambos bandos, aunque suenan con mayor resonancia los hechos del ejército ruso. Según informes de la ONU, al menos 150 casos de violaciones sexuales han sido registrados en la guerra, siendo la víctima de menor edad una con tan solo 4 años y la mayor, de 85 años.
También hay registros de torturas, secuestro de niños, asesinatos selectivos de civiles, ejecuciones extrajudiciales. Tristemente, aún parece pronto para hablar de condenas masivas por estos crímenes.
¿Invitado sorpresa?
Con el pasar de los días, toma fuerza la teoría de que China podría entrar al conflicto del lado de Rusia, esto después de las cumbres que Putin ha tenido con funcionarios del Gobierno de Xi Jinping. Según Pekín, ellos no están valorando esta posibilidad, mientras que la inteligencia estadounidense dice todo lo contrario.
De darse esta alianza, Ucrania perdería cualquier ventaja que tenía con sus aliados de Occidente y podría ser el impulso que las tropas rusas necesitan para tomar todo el territorio ucraniano. Zelenski, a sabiendas de esto, ha pedido una reunión con el presidente chino para “hablar de paz”.
El miedo nuclear
Son varias las ocasiones en que Vladímir Putin se ha mostrado dispuesto a usar armas nucleares si las circunstancias lo obligan, según él. Mientras tanto, Estados Unidos ha dicho que responderá de igual manera si llega a existir un ataque de esa índole.
El único escenario que desataría un conflicto nuclear sería un ataque directo de las tropas de la Otan hacia el ejército del Kremlin o viceversa, algo en lo que parece se está teniendo sumo cuidado, pero nunca deja de ser una posibilidad que está a un mal disparo de distancia. Los temores solo han ido en aumento después de que Rusia se retirara del tratado Start de reducción de armas nucleares.
La ficha clave
Joe Biden ha sabido tomar protagonismo como líder mundial, que, junto a Zelenski, lucha contra el régimen de Putin. Si bien el estadounidense nunca ha hecho amagues de ir a la guerra contra el Kremlin, ha sido más que activo a la hora de sancionar a Rusia, enviar toneladas de armamento a las tropas ucranianas e, incluso, esta semana se animó a ir a Ucrania en medio de una visita sorpresa.
Es el mejor aliado de su homólogo ucraniano, que nunca duda en agradecerle, mientras que la oposición republicana dice que se gasta demasiado dinero en financiar todas las ayudas que durante todo este año ha enviado al frente de batalla.