Brasil
Un final incierto para la segunda vuelta en Brasil. ¿Qué salidas le quedan a Bolsonaro y Lula?
La segunda cita en las urnas será el 30 de octubre.
Los resultados de las elecciones presidenciales en Brasil generaron una sorpresa, incluso alejándose de las encuestadoras que situaban la diferencia entre ambos candidatos en no menos de 12 puntos. El “veredicto” fue otro: Lula alcanzó 48,4 % de respaldo y Bolsonaro se llevó el 43,2 % (no más de cinco puntos de distancia).
La de ayer (2 de octubre) fue una “pelea” voto a voto que llevó a contemplar una victoria en primera vuelta para lo que se requería que un candidato alcanzara por lo menos el 50 % de los votos. Pese a que Lula da Silva estuvo cerca, la tarea ahora no la tiene nada fácil.
Varios expertos anticipan unas semanas de polarización en las que cada detalle cuenta, mientras ambos aspirantes se juegan sus últimas cartas en la carrera por llegar al Palacio de Planalto. Para el politólogo del Instituto Insper, Leandro Consentino, “el final está abierto y en una situación pareja. Bolsonaro va a contar con apoyos más fuertes que Lula en Estados importantes”.
¿Qué salidas quedan para Lula y Bolsonaro?
SEMANA consultó con el internacionalista Augusto Grilli Fox sobre los escenarios que marcarán la diferencia en los próximos días y las posibilidades con las que ahora cuentan ambos candidatos. Las principales encuestadoras proyectaban un margen de 14 puntos entre Lula da Silva y el actual mandatario, con lo que estimaban un triunfo para el primero de ellos este domingo.
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“El desafío para la segunda vuelta se va a ver en la forma en la que puedan canalizar, entre 25 millones de votos, las personas que no votaron y diez millones de personas” que se inclinaron por otros aspirantes, explica Grilli Fox.
Otro punto a tener en cuenta es “el impacto a nivel global, en el sentido de cómo se posiciona una propuesta sobre la otra (...), y cómo pueden haber influenciado o no los acompañamientos económicos que el propio Jair Bolsonaro aplicó en la previa a las elecciones”.
En lo que respecta a Lula, la contienda del 30 de octubre permitirá evidenciar cómo puede “haber impactado (en el exmandatario) la condena que tuvo por más que las penas se hayan eliminado, en relación con su imagen”.
Lo que sigue: una “pelea” por cada voto
Tras conocerse los resultados, Bolsonaro reconoció que las zonas en las que su adversario había alcanzado mayoría daban cuenta de una “voluntad de cambio por parte de la población”. Sin embargo, salió al paso al decir que “la economía se estaba recuperando” y que un cambio “puede ser para peor”, refiriéndose nuevamente a otros países de la región que tienen líderes de izquierda.
Por su parte, Lula da Silva (quien tenía prevista una celebración en la jornada de ayer) admitió que su estrategia deberá estar encaminada en conseguir “cada voto” y que, para ello, será necesario “viajar más, hacer más actos públicos, más mítines”.
¿Tropiezos en un eventual gobierno de Lula?
Para algunos analistas los resultados en gobernaciones y el Senado pueden suponer un tropiezo para Lula en caso de vencer el 30 de octubre. En Río de Janeiro, Claudio Castro (afín a Bolsonaro) terminó reelegido en primera vuelta.
Respecto a São Paulo, se disputará una segunda vuelta con un exministro del ultraderechista jefe de Estado como favorito y; en Minas Gerais, el triunfo se lo llevó un gobernador con perfil opuesto al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
Esas tres zonas, ubicadas en el sureste de Brasil, constituyen el 40 % del padrón electoral. En el Congreso fue elegido como diputado el exministro de Medioambiente, Ricardo Salles.
¿Qué camino pueden tomar los otros candidatos?
A pesar de que el centroizquierdista Ciro Gomes ocupó la posición número cuatro en la contienda sus votos “resultaron útiles” para Bolsonaro, afirmó el analista de la consultora Prospectiva, Adriano Laureno.
Tanto Gomes como Simone Tebet (tercera con mayor respaldo [ 4 %]) pueden representar un “papel relevante” en el balotaje si deciden entregar abiertamente su apoyo al actual mandatario o a su principal rival. Ambos aspirantes dijeron que comunicarán su decisión “en el momento oportuno”.
Para el analista Augusto Grilli “ahí va a haber una disputa muy particular, justamente viendo cómo se proyecta en estos 27 días que quedan para la segunda vuelta”.
Esta es la primera vuelta “más ajustada” en el gigante suramericano desde el retorno a la democracia en 1989. Sin embargo, nada está escrito y quienes tendrán la última palabra serán los más de 150 millones de brasileños habilitados para sufragar.