Estados Unidos
Un joven se durmió con los lentes de contacto y un parásito le devoró el ojo
La bacteria adquirida es realmente extraña, y ataca a una de cada 33 millones de personas.
Un impactante caso de infección ocular por cuenta de un uso inadecuado de lentes de contacto se presentó en Estados Unidos, más precisamente en el Estado de Florida, donde un joven, identificado como Mike Krumholz, terminó afectado por un parásito que le significó la pérdida de uno de sus ojos, situación que a su vez le significó un tangible cambio en su vida.
La historia, que se volvió conocida en Estados Unidos gracias a su difusión a través de las redes sociales, se convirtió en un caso de alerta para miles de usuarios de lentes de contacto en el mundo, sobre la importancia de dar un debido manejo a estos elementos, advirtiendo a su vez la importancia de retirarlos antes de dormir.
Sobre Mike Krumholz, un joven de 21 años, se conoció que su descuido ni siquiera sugirió el pasar una noche completa con los lentes de contacto contaminados, sino que se trató de una siesta de 40 minutos, luego de la que comenzó a sentir serias molestias en sus ojos que lo llevaron a acudir a donde los médicos.
Allí, los especialistas terminaron por diagnosticarle una enfermedad conocida como queratitis derivada de la presencia de una Acanthamoeba, que, según refieren los expertos, se trata de un parásito con conductas carnívoras que terminó por ‘comerse’ su tejido ocular.
El joven describió el dolor generado por el parásito como ‘un dolor inexplicable’, que le había comenzado desde la parte inferior del ojo, y que poco a poco se extendió por todo el globo ocular, que también se extendió hacia la frente.
Sobre la extraña enfermedad, derivada de un uso irresponsable y falto de higiene en sus lentes de contacto, los expertos refirieron que es una enfermedad poco común que termina presentándose solamente en una de cada 33 millones de personas de acuerdo con las estadísticas del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Otro de los errores que no permitieron el combate oportuno de la enfermedad, es que, debido a la rareza propia de esta patología y a la poca frecuencia en que se presenta, fue confundida con otra enfermedad, lo que significó que no fuera tratada oportunamente de la manera correspondiente.
En medio de la ‘confusión’ de la patología, según detallan medios internacionales, el diagnóstico exacto de lo que sucedía, se tardó cerca de un mes entre visitas a uno y otro especialista, terminado por permitir un lamentable avance de la enfermedad.
Debido al avance de la enfermedad, los médicos terminaron por determinar que el ojo ya no era un tejido ‘recuperable’, por lo que le informaron al joven que este órgano había sido perdido, lo que derivaría a su vez en la pérdida de este, y lo convirtieron en candidato para un ‘trasplante de ojo’, cirugía atípica para la que el hombre aún no puede ser candidato debido a que apenas tiene 21 años, por lo que posiblemente su cuerpo no aceptaría el nuevo órgano.
En ese mismo sentido, los especialistas también le han explicado que el trasplante de ojo no le garantizaría el 100% de la recuperación del sentido visual, explicando que, siendo positivos, la cirugía podría llegar a recobrarle, si se ubicara un donante compatible, un 50 % del sentido.
A través de las redes sociales, e incluso a través de la plataforma de colectas GoFundme, el joven señaló que debido a la infección “no solo no puedo trabajar, no puedo salir, solo estoy tratando de superar este momento difícil”.
En ese mismo sentido, el hombre advirtió que para él, lo más importante en el momento es generar conciencia en otros pacientes con lentes de contacto “para que nadie tenga que pasar por esta horrible experiencia que estoy viviendo actualmente”.
Así, el joven elevó un llamado a “no duerma con ellos, no nade con ellos y lo que nunca me advirtieron no se duche con ellos”.
A través de la plataforma de donaciones, el joven ha logrado recoger cerca de 3.000 dólares en ayudas solidarias de la comunidad para su tratamiento.
A finales de 2022, se conoció también en Estados Unidos el caso de una mujer de 70 años de edad, quien acudió al médico con un fuerte dolor en uno de sus ojos, y acusando visión borrosa.
No obstante, al ser revisada por los especialistas, estos descubrieron que ella era protagonista de un inusual y aterrador caso de falta de higiene y cuidado con sus lentes de contacto, pues, creyendo que había perdido sus lentes, esta tenía acumulados, en la parte del párpado, un ‘taco’ de estos elemento, que ya se estaban pudriendo.
Al ser revisada, la mujer tenía un cúmulo de cerca de 26 lentes de contacto que ya le estaba produciendo daños a la visión.
Debido al tiempo que llevaban acumulados los lentes, estos ya se habían comenzado a adherir entre ellos, y la masa derivada de ello estaba tomando una coloración extraña.