MUNDO
Un predicador es condenado a más de mil años de prisión por abuso sexual y espionaje
Adnan Oktar, de 64 años, fue acusado de explotación sexual por presuntamente tener una organización que reclutaba mujeres, por espionaje y colaborar con la denominada organización terrorista Fethullah Gülen.
Un tribunal de Turquía condenó a más de mil años de prisión al predicador, escritor y productor de televisión turco, Adnan Oktar, de 64 años, reconocido por sus programas sobre valores islámicos.
Adnan Oktar fue acusado de explotación sexual por presuntamente tener una organización que reclutaba mujeres, y además, por espionaje, delitos que le dieron más de mil años de cárcel.
Los cargos por los que fue acusado también son abuso sexual, fraude, asalto armado, secuestro, tortura, crimen organizado y se le culpa de colaborar con la denominada organización terrorista Fethullah Gülen, a la cual se le atribuye un intento de golpe de Estado en Turquía en 2016.
No obstante, Oktar no fue el único acusado con una pena severa, sino también Tarkan Yavas, un hombre que fue sentenciado a 211 años de cárcel por ser miembro ejecutivo de la secta fundada por Oktar y por cometer abusos sexuales contra menores de edad y perjurio, mientras que Oktar Babuna, también imputado, fue condenado a 186 años de prisión.
Lo más leído
En total, el Tribunal número 30 de Estambul sentenció a 236 acusados, quienes actuaban bajo las órdenes del predicador.
De acuerdo con las investigaciones, el predicador turco era el líder de un culto sexual cuyo principal objetivo es traer niños al mundo. Oktar fue detenido en julio de 2018 junto con más de 200 de sus seguidores, lo que el telepredicador calificó como una “conspiración” en su contra.
Previamente, las autoridades habían suspendido su programa de televisión por violaciones a los derechos de la mujer. Oktar hablaba sobre valores islámicos rodeado de mujeres a las que describía como “gatitas”.
En una oportunidad aseguró que tenía más de 1.000 novias y que tenía un “desbordamiento de amor” por las mujeres. Una de sus víctimas reveló que luego de abusar sexualmente de ellas las obligaba a tomar pastillas anticonceptivas.
Esto fue confirmado por las autoridades, que encontraron cerca de 69.000 de estas píldoras cuando confiscaron su casa y demás propiedades.
Al respecto, el predicador manifestó que las utilizaba para tratar trastornos en la piel e irregularidades menstruales.
Oktar dijo en su momento a un medio israelí que “las mujeres son la más maravillosa manifestación de Dios. Son los seres más hermosos del planeta. Son increíbles obras de arte creadas por Dios. Son seres gloriosos que deben ser respetados, admirados, amados y protegidos”.
Sin embargo, varias mujeres denunciaron que eran abusadas y torturadas bajo la orden del predicador, de acuerdo con el ente investigador del caso. Además, agregó que el hombre las amenazaba con publicar videos íntimos si denunciaban y las manipulaba con pretextos religiosos.