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Un tigre atacó un safari, arrancó la mano de su cuidadora y atacó a dos turistas

Las personas afectadas fueron llevadas de inmediato a un centro médico.

5 de enero de 2022
Un tigre de bengala está entre los vacunados (imagen de referencia)
De acuerdo con la información, el animal no estaba dentro de su cerca. | Foto: Getty Images / SOPA Images / Colaborador

Este miércoles 5 de enero ocurrió un lamentable hecho en el que se vio involucrada la cuidadora de un animal en el Parque Safari de Nasu, en la prefectura de Tochigi, informó la agencia Kyodo.

De acuerdo con la información de la agencia, un tigre arrancó la mano de una cuidadora y atacó a otras dos personas en un parque de safari cerca de Tokio, informaron el miércoles medios japoneses.

El ataque del tigre, un macho de Bengala de 10 años que mide unos dos metros de largo y pesa 150 kilogramos, ocurrió en la mañana y de acuerdo con el operador del parque, el animal no estaba en su recinto vallado como se esperaba.

La cuidadora que perdió la mano, una mujer de unos 20 años, fue trasladada en un helicóptero médico al hospital, según Kyodo, que indicó que otra mujer fue mordida en varios lugares y un hombre resultó herido en la parte posterior de la cabeza. Los afectados también fueron trasladados al hospital.

Si bien estos animales en un safari están en su hábitat y son las personas quienes ingresan en ella, en Antioquia, departamento de Colombia, se denunció un caso en el que un lobo lleva ocho años encadenado en una finca de Medellín.

En la capital antioqueña hay consternación por un caso de maltrato animal que se denunció recientemente por parte de una animalista que evidenció un sorprendente caso de una familia que tiene encadenado y enjaulado a un lobo, que fue traído desde Siberia (Rusia), hace ocho años a Colombia.

Natalia Suárez, la mujer que ha estado haciendo las denuncias, tomó varias fotografías y videos para evidenciar el caso y pedir ayuda a las autoridades para que el lobo sea sacado de esa finca y se pueda enviar a una reserva donde pueda vivir.

En diálogo con SEMANA, Natalia contó que trabaja como enfermera particular y que en una ocasión tuvo que atender una visita domiciliaria donde encontró que la ‘mascota’ de la casa era un lobo. Aseguró que al preguntar por la historia del animal, conoció que fue traído a Colombia, presuntamente, de manera ilegal.

Así mismo, indicó que la familia explicó que lo trajo al país pensando que era un perro y que cuando el lobo empezó a crecer, tomaron la decisión de encadenarlo y enjaularlo, “lo curioso es que al parecer ingresó sin control de las autoridades y, hay quienes dicen que la familia tiene avión propio y por ello pudieron traer al animal”.

Según la animalista, preocupa que hasta el momento solo han adelantado exámenes para determinar si el animal es un lobo o un perro. “Sin embargo, es evidente que le están haciendo un daño muy grande, pero las autoridades dicen que el lobo no tiene signos de maltrato y que está bien, razón por la cual no pueden hacer nada y además, aseguran que en Colombia no es delito tener un animal encadenado”.

En la denuncia que se ha hecho se argumenta que el nivel de estrés que tiene el animal ha llegado a tal punto que ha intentado automutilarse. “Todo el tiempo se golpea, da muchas vueltas y se le nota la tristeza. Le dan gallinas vivas, carne, pollo y la alimentación normal”.

Natalia asegura que su denuncia le ha acarreado amenazas en su contra y que incluso la despidieron de su empleo por haber hecho viral el tema. Sin embargo, no se atreve a dar los nombres de quienes integran la familia que tienen al animal en cautiverio.

“Ha sido imposible liberar al lobo porque nadie nos presta atención. Fueron a hacer una inspección y lo encontraron bien, el caso es que estamos hablando de un lobo que no existe en Colombia y evidentemente está fuera de su hábitat natural”.

Agregó que a raíz de su denuncia, varias organizaciones defensoras de animales del mundo se han comunicado para ofrecer reservas y recibir al lobo que está encadenado, pero por ahora, ni la alcaldía de Medellín ni la gobernación de Antioquia se han pronunciado sobre este caso de maltrato animal con una especie que no existe en el país.