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Una secuestrada por Hamás cuenta a New York Times las aberraciones sexuales que vivió. Israel clama ayuda para liberarlos a todos
Días después de haber sido raptada, un secuestrador empezó a hacerle preguntas sobre su vida sexual. La mujer estaba encerrada, sola, en la habitación de un niño, encadenada por el tobillo izquierdo.
Israel instó al “mundo a actuar” y a hacer “todo lo posible para liberar” a los rehenes, después de que una mujer que estuvo retenida por Hamás denunciara las agresiones sexuales que padeció durante su cautiverio, de 55 días. Amit Soussana, una abogada israelí de 40 años, fue secuestrada en su casa, situada en el kibutz de Kfar Aza, el 7 de octubre, durante los ataques que llevaron a cabo comandos del movimiento islamista palestino en el sur de Israel.
En una larga entrevista con el diario New York Times, que la presenta como la primera israelí en hablar públicamente de los abusos sexuales sufridos mientras estuvo retenida, da detalles sobre la violencia sexual y las humillaciones a las que fue sometida. La entrevista copó las portadas de los periódicos israelíes de este miércoles.
“Se trata de un testimonio horrible, es una señal de alarma, un llamado al mundo a actuar, a hacer cuanto esté en su poder y a presionar a Hamás para que libere a nuestros rehenes”, declaró el martes el portavoz del ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari.
“Amit Soussana habla en nombre de todas las víctimas de crímenes y agresiones sexuales abyectas de Hamás, [...] de todas las mujeres de todo el mundo”, apuntó por su parte el presidente israelí, Isaac Herzog, en X.
Soussana, que fue liberada el 30 de noviembre, contó que al menos diez hombres la secuestraron en su domicilio, le dieron una paliza y se la llevaron a Gaza. Según dijo, días después de haber sido raptada, un secuestrador empezó a hacerle preguntas sobre su vida sexual. La mujer estaba encerrada, sola, en la habitación de un niño, encadenada por el tobillo izquierdo.
Hacia el 24 de octubre, el hombre que la mantenía cautiva, que respondía al nombre de Muhammad, le quitó la cadena, se la llevó, amenazándola con un arma, a otra habitación. Allí, “me obligó, apuntándome con el arma, a cometer un acto sexual”, relató Soussana.
Según Israel, unas 250 personas fueron secuestradas en su territorio el 7 de octubre y 130 siguen siendo rehenes en Gaza, de las cuales se cree que 34 han muerto. Un informe de la ONU publicado a principios de marzo daba cuenta de agresiones sexuales cometidas por miembros de Hamás durante el ataque del 7 de octubre, que dejó más de 1.160 muertos en Israel, mayoritariamente civiles.
Hamás, por su parte, rechazó esas acusaciones. En represalia al ataque de los islamistas, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza que ha matado a más de 32.400 personas, sobre todo civiles, según Hamás.
Tras meses de silencio, el lunes el Consejo de Seguridad de la ONU exigió un “alto el fuego inmediato” en Gaza, un llamamiento bloqueado varias veces por Estados Unidos, que en esta ocasión se abstuvo, enfureciendo a su aliado israelí.
La resolución, adoptada entre aplausos por 14 votos a favor y una abstención, “exige un alto el fuego inmediato para el mes de Ramadán”, que conduzca a una tregua duradera, y “exige la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”.
Este voto “debe ser un punto de inflexión (...) Debe señalar el fin de esta avalancha de atrocidades contra nuestro pueblo”, añadió con voz entrecortada el embajador palestino Riyad Mansour, que lo calificó de “día histórico”.
Aunque las resoluciones del Consejo son vinculantes, los Estados afectados a menudo las ignoran. Para el secretario general de la ONU, António Guterres, “esta resolución debe aplicarse”, porque “su incumplimiento sería imperdonable”, dijo en un mensaje publicado en X (antes Twitter).
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró que Israel no pondrá fin a su guerra “mientras haya rehenes en Gaza”.
*Con información de AFP