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Una vez más, el rey Carlos III tiene una actitud displicente, ¿qué sucede?
En los últimos días se abrió un debate sobre el TOC que, al parecer, padece el monarca.
La muerte de la reina Isabel II, el pasado 8 de septiembre, fue una coyuntura internacional que inició con el protocolo de la Operación Puente de Londres, que aún se mantiene activo. Su fallecimiento ha dejado en vilo lo que pasará en un futuro con la monarquía en el Reino Unido.
A ella se le recuerda como una mujer divertida y sociable, muchas son sus fotos que corroboran lo dicho; pero, en cambio, su hijo, el rey Carlos III, quien ahora es el jefe de Estado de la Mancomunidad de las Naciones, ha sido criticado por algunos comportamientos que en los últimos días ha tenido con sus servidores.
El primero que se conoció tuvo revuelo en las redes sociales porque cuando el rey iba a firmar su acta soberana le molestó, al parecer, que estuviera un tintero sobre la mesa en la que él iba a escribir. Actitud que fue desaprobada por los internautas, por la manera en la que se dirige a sus colaboradores.
"The servant must clear my desk for me. I can't be expected to move things." pic.twitter.com/0pZqY2Xopq
— Laura Kuenssberg Translator (@BBCLauraKT) September 10, 2022
Sin embargo, aunque no pasó desapercibido este primer comportamiento, el segundo tuvo más fuerza en las redes sociales, justo cuando se observa al rey en el momento que va a firmar otro documento real en el castillo de Hillsborough, el pasado 13 de septiembre.
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En la escena que circula en las diferentes plataformas sociales, al rey Carlos III les pregunta a sus asistentes qué fecha es: “¿Hoy es 12 de septiembre?” pregunta, y enseguida un colaborador le reponde “13, señor”, pero mientras escribe en el documento dice en voz alta, “Oh, Dios, puse la fecha equivocada”.
Aunque el video hasta el momento no tiene ninguna actitud incómoda del rey Carlos III, de repente manifiesta su malestar: “Oh Dios, odio esto...” mientras limpia sus manos, resultando que el esfero con el que escribe lo ha manchado.
Por su parte, la reina consorte Camila estaba a su lado y miraba el lapicero explicando que la tinta “fluye” por todas partes. Sin embargo, el monarca, con un tono de desagrado, dice: “No puedo soportar esta cosa... Lo que hacen cada maldita vez”, dijo de mal humor.
A partir de hoy mi vago preferido será el Rey Carlos III. No querer ni escribir me parece un ejemplo de vagancia inigualable. pic.twitter.com/3bVue8imAV
— Alfre Montes de Oca (@alfremontes) September 14, 2022
El trastorno del rey Carlos III
Muchos espectadores que se encuentran siguiendo en detalle lo que ocurre en Reino Unido sobre cada actividad que se realiza para despedir a la reina Isabel II, se han preguntado lo que ocurre con quien fue el príncipe de Gales, y ahora es el rey Carlos III, puesto que sus manías han dado mucho de qué hablar.
Pero estos dos episodios han suscitado lo que sería el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) que al parecer, padece el rey.
Este tema queda al descubierto en el documental Serving the Royals: Inside the Firm, en el cual se deja claro que gracias a que fue criado desde la cuna con un ejército de ayudantes a su alrededor, el rey Carlos III tiene algunas obsesiones en sus rutinas y no está acostumbrado a las tareas mínimas.
Así mismo, cita al exmayordomo de la princesa Diana, Paul Burrell, quien hizo revelaciones sobre las conductas de Carlos: “Su pijama se plancha todas las mañanas, al igual que los cordones de sus zapatos. El tapón de la bañera tiene que estar en una posición determinada y la temperatura del agua tiene que ser simplemente tibia”.
Además de esto, según el documental, el ahora rey del Reino Unido tiene una serie de especificaciones para su rutina diaria, que van desde el momento del baño, hasta la hora de cenar. En cada uno de estos momentos existen una serie de protocolos que se deben cumplir para no alterar al monarca.
Según este relato, Carlos no manipula la pasta dentífrica a la hora de lavar sus dientes y deben ser sus ayudantes de cámara quienes dejen 2,5 centímetros de pasta dental sobre el cepillo todas las mañanas, minutos antes de que Carlos se higienice. Estas exigencias son casi un ritual al interior de la familia real.