UNA VOZ MILITAR

El vicealmirante (r) Iván Carratú, uno de los militares más respetados de Venezuela, habló <BR>sobre el proceso político de su país.

11 de octubre de 1999

El vicealmirante Iván Carratú, de 54 años, en retiro desde 1995, se hizo famoso por haber
salvado la vida del entonces presidente Carlos Andrés Pérez y el sistema democrático cuando el entonces
paracaidista Hugo Chávez intentó derrocarlo en 1992. Carratú fue jefe de la Casa Militar del Palacio de
Miraflores entre 1990-92, director del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (Iaden) y en su último
cargo fue agregado de Defensa en Washington.
Semana: ¿Es partidario de que el presidente Chávez se reúna en Venezuela con la guerrilla?
Iván Carratú: No, en lo absoluto. Yo no puedo dialogar con una persona que me ha hecho daño si estoy en una
posición de poder. La guerrilla ha producido efectos negativos en Venezuela, ha golpeado la economía
fronteriza de ambos países, abusado de nuestra soberanía, asesinado soldados, secuestrado militares y
civiles, invadido nuestro territorio.
Semana: ¿Y si es para contribuir con la paz de Colombia y Venezuela?
I.C.: No creo que ningún presidente venezolano tenga que hablar con la guerrilla. Eso es función y
problema de Colombia. Lo que sí creo y contradigo al presidente es que no hemos desarrollado los
mecanismos de control en nuestro territorio y frontera donde hemos apostado a militares, pero ¿cuál es
la estrategia militar? La de contención y facilitar el cruce y que somos neutrales, que lo considero un error
garrafal.
Semana: ¿Cree que la guerrilla ha financiado la campaña electoral de Chávez?
I.C.: No sé si la ha financiado pero tengo informaciones de que hubo reuniones y acuerdos entre la guerrilla y
el candidato Chávez, inclusive me han dicho que después de ser presidente ha habido contactos directos
entre él y la guerrilla.
Semana: ¿Qué tipo de contactos?
I.C.: Públicamente se comenta que el comandante Ariel, de las Farc, frecuenta a menudo la Cancillería
venezolana y tiene oficinas en Caracas. Considero que eso es un contrasentido, que el gobierno proyecta una
cara dentro del país y otra en el exterior.
Semana: ¿Las Farc y el ELN tienen sus respectivas oficinas en Caracas y entran y salen libremente del país?
I.C.: Sí, eso es cierto. Y me han dicho de sitios de reunión en Venezuela con políticos venezolanos afectos
al gobierno de Chávez que se han reunido con representantes del ELN y las Farc. El gobierno les facilita
la entrada. Si he recibido daños y soy amigo del gobierno colombiano, como siempre hemos sido,
entonces debería ser consecuente con esa amistad y apoyar al gobierno colombiano en su política de
pacificación y de control, independientemente de que estén perdiendo espacio político.
Semana: ¿Qué tipo de compromiso tendría Chávez con la guerrilla?
I.C.: Tiene que haber un compromiso y una relación de apoyo tácito y no directo para que exista esa
comunicación fluida y esa identificación y sobreprotección a lo que la guerrilla hace. Este gobierno tiene dos
caras. Es como una obra de teatro en la que los actores se cambian de trajes.
Semana: ¿Por qué dice que hay descontento en las fuerzas armadas venezolanas si el presidente les ha dado
tanto poder y beligerancia como nunca antes?
I.C.: Porque el presidente ha ido colocando en los altos mandos militares y en la administración a los
militares que apoyaron la aventura golpista y ha desplazado a los oficiales de mayor preparación y de
mayor arraigo democrático a una segunda posición. Y eso ha creado confusión porque se preguntan si había
que alzarse en armas o ser respetuosos del sistema democrático. Chávez ha dado una hegemonía
abrumadora al Ejército sobre las otras tres fuerzas. La Aviación y la Armada están minimizadas y han perdido
autonomía.
Semana: El contralor general ha dicho que en las fuerzas armadas se producen los mayores escándalos de
corrupción y este gobierno ha subido los gastos secretos militares en 25 por ciento.
I.C.: La corrupción ha permeado todas las estructuras del Estado porque los políticos no se apoyaron en un
Poder Judicial fuerte para combatir los delitos sociales, entre ellos la corrupción. Las fuerzas armadas
también han caído en eso porque manejan partidas secretas, lo que les permite administrar dinero sin
justificación con el apoyo del sistema político.
Semana: ¿Y la nueva corrupción de este gobierno?
I.C.: Yo no puedo asegurarlo. Pero por mi experiencia creo que la cantidad de recursos que Chávez ha
asignado al programa Bolívar 2000, manejado por los comandantes de guarnición y los jefes militares, va a
dar sorpresas. Cuando se abran los libros y se revisen las cuentas van a aparecer casos graves de mal
manejo de los fondos del Estado.