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Unión Europea acelera la creación de un “pasaporte sanitario” para normalizar la vida en verano
Luego de varios retrasos de las farmacéuticas para cumplir con los plazos de entrega de dosis, los 27 países de la comunidad política exigen cumplimiento para normalizar la vida en verano.
La vacunación en el mundo ya se inició. Sin embargo, para muchos va más lenta de lo esperado, por lo que el final de la pandemia se aleja un poco más. Desde que se inició el proceso de creación de las dosis en contra de la covid, diversos países se aseguraron una cantidad importante para inmunizar lo más rápido posible a su población, pero la demanda ha sido tanta para las farmacéuticas que se han retrasado considerablemente en la entrega de los diales. Debido a esta situación, la Unión Europea decidió tomar cartas en el asunto y acelerar el paso para la creación de un “pasaporte sanitario” para normalizar los viajes a partir de verano.
Los países ya se han reunido virtualmente para iniciar el diseño del certificado digital que indique si su portador ya ha sido vacunado, cuenta con anticuerpos o ha dado positivo para covid-19 recientemente. España y Grecia son los más interesados en que esto se lleve a cabo en el menor tiempo posible. Úrsula Von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, advirtió que los países tendrán que trabajar rápido si desean tenerlo en los plazos estipulados, pues el desarrollo de este sistema requiere por lo menos tres meses.
La noticia alegró a más de un turista, pues desde el lunes la demanda de reservas en Atenas aumentó el doble. En simultáneo, Boris Johnson presentó su ambicioso y detallado plan de reapertura y regreso a la normalidad en el Reino Unido. Desde el regreso a las escuelas, hasta la reapertura total en junio de este año gracias a los resultados de la vacunación en el país. De igual manera, el solo anuncio bastó para que la compra de pasajes de avión y reservas hoteleras a todo el mundo se dispararan por parte de las personas del Reino Unido.
No obstante, este optimismo con el que algunos países han decidido afrontar este año, se opone a la mesura de Francia y Alemania. En más de una ocasión, ambos gobiernos han manifestado que creen que es muy pronto para que Europa pueda recuperar la normalidad. En un comunicado suscrito por los líderes, recuerdan que “la situación epidemiológica sigue siendo grave y las nuevas variantes plantean nuevos desafíos”. Charles Michel, presidente del Consejo Europeo también se pronunció “Los viajes no esenciales deben ser restringidos, pero las medidas han de ser proporcionales”. Sin embargo, esto no quiere decir que se opongan a la creación del “pasaporte sanitario”, por el contrario lo ven como un recurso útil para la recuperación de la vida social de forma gradual en el país.
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Por su parte, Von der Leyen ha decidido ser más prudente, pero le ha recordado a los socios de la UE que compañías como Google y Apple están ofreciendo sus propios certificados en el mercado. Sin embargo, el temor más grande es que ese certificado pueda crear discriminación entre los ciudadanos. Aunque todavía se desconozca si las personas vacunadas pueden contagiar el virus, los estudios ya se adelantan y los resultados que llegan desde Israel son más que esperanzadores.
Sin embargo, nada de esto se podrá cumplir si la vacunación no acelera su ritmo. La Unión Europea teme enfrentarse a una nueva ola de contagios luego del brutal invierno que azotó al territorio, y más aún si se tienen en cuenta las dificultades de las farmacéuticas, en especial AstraZeneca, para intensificar los ritmos de producción de dosis. Los líderes de la comunidad política le exigieron “acelerar de forma urgente su proceso de autorización, producción y distribución”. Aunque la vacunación en Europa se inició en diciembre del año pasado, en dos meses apenas han conseguido inmunizar con las dos dosis al 2,5 por ciento de la población, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Mientras que los vacunados mayores de 80 años, que son las personas más vulnerables al virus, por ahora solo representan el 10,5 por ciento.
Los bajos porcentajes de vacunación y los continuos retrasos en la distribución de las vacunas alejan notablemente la posibilidad del regreso de la normalidad antes del verano. Además, a esto se le suma la creciente preocupación de los países por las nuevas variantes del virus que puedan reducir la eficacia de las vacunas. “Las empresas deben garantizar la previsibilidad de su producción de vacunas y respetar los plazos de entrega contractuales”, sostienen los líderes, quienes reclaman también “transparencia”.